El vídeo-CV: perfecto para según el tipo de perfil ofertado


Cada vez es más frecuente encontrarse con candidatos que describen sus competencias y habilidades a través de un vídeo-currículo. Aunque aún falta mucho porque se integre en nuestra sociedad, suele ser frecuente toparse con este tipo de recurso en sectores, sobre todo que requieren de amplias habilidades creativas. Sin embargo, el vídeo CV suele estar bastante ligado también a la marca personal de muchos profesionales, sean del ámbito que provengan.

Muchas veces, un folio plagado de letras con las que se describen nuestras competencias, experiencias y habilidades, no siempre es efectivo. La solución radica en ofrecer una información esquematizada que invite a la lectura. Y es que vivimos en una sociedad cada vez más consumista de lo audiovisual.

Se trata de una de las mejores herramientas para definir nuestra personalidad en el trabajo. Por ello, no sólo podemos pensar que corresponde únicamente a sectores creativos —profesores, periodistas, artistas, cineastas, etc. —, sino también puede llegar a ser bastante útil para todos aquellos profesionales que deban enfrentarse al público en presentaciones, congresos, ponencias, foros, etc. Todo depende del tipo de perfil del puesto de trabajo. Un director de comunicación, de marketing, un portavoz, un community manager, un CEO, deben dominar habilidades que requieren enfrentarse a una cámara, hablar en público o ser notablemente creativo en el mundo digital.

Por el contrario, otros candidatos, pensemos por ejemplo, en un informático o un financiero, no necesariamente deben tener manejo de la cámara. Incluso, puede ser hasta contraproducente para algunas personas. No todo el mundo tiene soltura ni la destreza de hablar, incluso, para un grupo reducido de personas. Lo mismo ocurre con el tipo de empresa al que vaya dirigido. No todas entran dentro de una cultura como la que precisa del vídeo-currículo.

Te ayudará a decidirte si reúnes estas condiciones: si tienes la habilidad para comunicar y expresar mensajes claros y directos; si tu sector está abierto a este tipo de iniciativas; si tienes un blog, página personal u otro canal donde dar a conocer tu marcar personal. En contraposición, el vídeo-CV resulta poco práctico si muestras inseguridad y nerviosismo frente a la cámara; si tienes dudas sobre tu discurso; si trabajas en un sector demasiado hermético y tradicional; o si careces de un canal personal adecuado para exponerlo.

Finalmente optamos por su producción. Para ello, es importante tener en cuenta que no es sencillo obtener un resultado realmente bueno. Hay que asesorarse por empresas que suelen dedicarse a ello. Naturalidad y seguridad siempre frente a la cámara. Asimismo, tampoco hace falta que la persona salga demasiado en pantalla. Sólo hay que ver ejemplos como este, para dejar volar nuestra imaginación, acorde a nuestras habilidades y debilidades.

Una vez tenemos claro estos dos principios, damos rienda suelta a explicar tres puntos fundamentales: quién somos, qué hacemos y por qué importa nuestro trabajo. Alrededor de ello, podemos crear el ambiente creativo (o no) que mejor se adapte a nuestro ámbito profesional. Y por supuesto, al igual que se hace con un currículo convencional, el vídeo-CV también hay que mantenerlo al día. Se puedes indicar fecha sobreimpresionada en pantalla, o bien grabar un mensaje generalizado, protegiéndolo todo lo posible de la obsolescencia.

Para su difusión, existen muchos portales especializados, pero también se puede pedir información directamente a empresas empleadoras. Es recomendable que sea la reclutadora que sea, el candidato se informe adecuadamente de los lugares que garanticen la protección y el uso de una información tan preciada.

Las redes sociales y páginas propias suelen ser un gran canal para su difusión. Asimismo, si se considera adecuado por el tipo de candidato, puede valorarse su propagación en ambientes universitarios o escuelas de negocios. Éstos suelen ser lugares donde se germinan los productos más innovadores —recordemos que Facebook comenzó su exitosa andadura en el ámbito universitario.

Lo importante es darnos visibilidad como profesionales, definir una marca perosnal clara y ser coherentes con lo que ofrecemos en nuestrp vídeo-CV. Los valores más demandados por las empresas ya se está dejando claro: innovación, creatividad, habilidad comunicativa y capacidad resolutiva.

 

Técnicas de conciliación innovadoras (y lógicas)


Una vez que las empresas descubren que el mejor atractivo para atraer y retener talento es una adecuada conciliación trabajo-familia, comienza la puesta en marcha para diseñar las técnicas más innovadoras que mejor compitan con sus rivales del mercado laboral. Y no es fácil.

El mayor reto está en elaborar una política que se ajuste al empleado pero que sea beneficiosa para la estrategia empresarial. Esto sucede porque resulta complicado medir la productividad y eficacia exactas de un empleado. Existen técnicas especificas para calcular el retorno de la inversión de todas las acciones que desempeña en departamento de recursos humanos, sin embargo, para muchas empresas aún sigue siendo un misterio.

Sobrepasada esta barrera, la compañía es finalmente consciente del potencial que supone cuidar la vida personal de sus colaboradores. Es momento de dar un papel estratégico importante a Recursos Humanos. A partir de ahí, la máquina de la creatividad se conecta para desarrollar las acciones más innovadoras que generen atracción y retención del mejor talento. Y es que los mejores profesionales de hoy en día no sólo miran un buen salario, gran parte de su interés se centra en cuidar su vida personal, que cada vez se valora mucho más.

Alguna de estás técnicas pasan de aplicar métodos para concretar reuniones de trabajo, cambiar festivos en beneficio del empleado y sin afectar en el desarrollo del trabajo en equipo, o valorar posibilidades de jornadas laborales para los trabajadores que vivan lejos de la oficina.

Una de las medidas de conciliación que más éxito recoge es la implantación de un centro infantil en la propia oficina. Las grandes compañías son las que más fácil lo tienen para llevarla a cabo. Son varias las consultoras españolas especializadas en proporcionar este servicio. Se ocupan de gestionar la guardería para que los padres puedan compaginar mejor el horario escolar adaptado al trabajo de los progenitores. Asimismo, existe la posibilidad de que el padre o, incluso, el abuelo acompañe a niño el primer día de colegio. En el caso de no se pueda hacer uso de este servicio de guardería, no es extraño encontrarse con una reducción de jornada por el cuidado de un hijo sin reducción salarial durante cinco años. Más habitual supone la reserva de plazas en colegios de la misma localidad que la compañía. Siguiendo esta misma tónica paternal, otra de las técnicas más innovadoras es la de instalar una escuela de padres, en la que ofrecerles apoyo para sus labores como educadores con personal externo especializado.

Hace poco, leíamos una técnica curiosa que se aplica en empresas de Silicon Valley como Netflix, la productora audiovisual ofrece desde permisos por maternidad y paternidad ilimitados el primer año, pagados al 100 cien por cien.

El teletrabajo se consolida como la figura por excelencia de las mejores políticas de conciliación en la actualidad, pero si aún no se ha llegado a implantar en la empresa, existe la posibilidad de ofrecer días libres en determinadas fechas. Es cierto que el colaborador de hoy día debe auto-gestionar su trabajo. Podría darse el caso de que no pueda trabajar un jueves pero sí realizar ese trabajo el sábado. O, dependiendo de su rendimiento y productividad, podría tratarse de un empleado que es capaz de sacar esas tareas de dos días en una sola jornada laboral. Todo depende de su eficacia, por eso lo llamamos empleados responsables con su trabajo, autogestores del mismo. Sin embargo, la realidad de nuestro país sigue yendo en paralelo con la conciencia de la jornada partida de lunes a viernes, de 9 a 18 horas. Por este motivo, las medidas se irán implantando de manera progresiva. Un ejemplo es esa opción de disfrutar de días libres por determinadas fechas como cumpleaños del propio empleado o de algún miembro de su familia más cercana.

El teletrabajo, en contra posición con el presentismo, también se traslada al ámbito de las reuniones: aquellos encuentros que en muchas ocasiones pueden resultar eternos e incluso aburridos. ¿Cuánto tiempo se puede llegar a perder en ellos? Esto hace que resulte tan importante seguir un objetivo y un tiempo establecido de duración para las reuniones. Cumpliendo con estas dos pautas, el empleado tendrá más tiempo para su vida personal sin dejar a un lado las responsabilidades con su empresa. Y como no importa tanto el cómo ni el dónde, sino cumplir con lo estipulado por la empresa, ¿por qué no reunirnos también en un lugar más agradable que evoque a la creatividad? De ahí nació el ‘Walking meet’, una técnica para que nuestras reuniones sean productivas, motivadoras, incubadoras de innovación y hasta saludables.

Antes de que se incorpore un colaborador a la empresa, otra técnica que aporta mucho más de lo que cuesta es el envío a domicilio de un kit de bienvenida y tarjetas de visita al empleado que acabemos de contratar. Un gesto y un detalle que realzan la imagen de la empresa, siempre y cuando las medidas más básicas se desarrollen con normalidad. Incluso, algunas compañías llegan a ofrecerse de aval para la adquisición de una vivienda. Algo que cobra un especial sentido, si el empleado se ha visto en la necesidad de trasladar definitivamente su lugar de residencia al del trabajo.

En relación con el eterno debate de la eterna jornada laboral de las empresas españolas, una de las opciones para paliar la baja productividad con la que nos comparan nuestros vecinos europeos, es la de concentrar la jornada de 40 horas semanales en 4 días. ¿Te ves capaz? De esta manera, estaremos dándole un empujón a la productividad de nuestros colabores. Y sino, por lo menos les ofreceremos la opción de acogerse a ella. Por supuesto, la jornada aquí sería intensiva. A lo que sumamos, los desayunos de trabajo en lugar de las comidas de trabajo.

Asimismo, la posibilidad de disfrutar de unas vacaciones íntegras de forma continuada a personal de nacionalidad no española. O cambiar un festivo local del centro de trabajo por un festivo local del lugar de residencia del empleado, siempre y cuando no afecte en el desarrollo de actividades que impliquen trabajo en equipo.

Éstas son algunas de las posibilidades que se pueden llevar a cabo para mejorar la conciliación del nuestros empleados y cuidar el talento con el que la compañías se convierten en líderes de su sector. Existen muchas más, tantas como imaginación le echemos. Una gran dosis de creatividad y lógica son las claves para llegar a estas medidas, ¿se te ocurren a ti otras técnicas innovadoras que ayuden, no sólo a los empleados, sino también a poner en valor los departamentos de recursos humanos?

¿Cómo podemos descubrir nuestro talento oculto?


Es muy posible que muchos de nosotros tengamos algún talento oculto que aún desconozcamos. No es fácil descubrir todas nuestras cualidades. Hay que trabajar, que reflexionar sobre todo lo que nos aporta y sobre aquello que estaríamos aprendiendo eternamente.

Pasan los días y no nos paramos a pensar si realmente es esto lo que más nos inspira. Dejando a un lado la idea del conformismo, otra tendencia es la de posponer todo aquello que nos induzca a salir de nuestra zona de confort. Ese espacio en el que creemos haber encontrado la felicidad plena. Necios de nosotros.

Antes de ponerse a indagar, lo primero de todo para descubrir y desarrollar el talento es tener confianza en uno mismo (y personalmente). Es el punto de partida de todo aquel que apuesta por realizarse profesionalmente. Si tú mismo no crees en tus posibilidades pocos lo harán que no sea tu círculo familiar. Es clave estar en un estado de equilibrio emocional, aceptarse y tener una tranquilidad interna. Por supuesto, la ilusión y las ganas llegará en cuanto pruebes la primera cucharada de tu dulce cualidad interna.

Estás tranquilo y equilibrado, con confianza: toca el turno de las preguntas. A veces, en la vida resulta muy satisfactorio pararse a pensar en cómo estamos encauzando nuestros días. Aunque suene a tópico, no lo hacemos. ¿Es esto lo que realmente queríamos hace unos años? ¿Así nos veíamos cuando éramos niños? Es cierto que pocas cosas suceden como uno se las imagina. La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Pero la meta suele ser la que marcamos e insistimos en lograr. Un objetivo claro al que nos acercamos gracias a nuestras pasiones, a lo que realmente nos gusta y con lo que disfrutamos.

En este proceso de reflexión nos podemos preguntar:

¿Qué suelo hacer cuando estoy alegre y contento?

¿Qué solía hacer cuando era pequeño?

¿Con qué actividad se me pasan las horas volando?

¿Sobre qué tema me gustaría aprender más que nada en el mundo?

¿Me suelo fijar en los detalles de esta actividad o tema?

¿Qué temas de conversaciones me suelen apasionar más? ¿Cuáles son esos temas que siempre suelo iniciar la conversación con los demás?

¿Me veo haciendo esto durante el resto de mi vida?

¿Cómo puedo aplicarlo para ayudar a mi entorno?

Una vez encuentres ese talento, cuídalo de la mejor forma que se puede cuidar a alguien: puliendo, dándolo forma y empleando tiempo y esfuerzo en él. Será un diamante en bruto. Es un error muy habitual creer que encontraremos el don que nos define y ya seremos unos maestros por esa cualidad innata en nosotros. No. Sólo habremos encontrado la actividad que más satisfacción nos produce.

Es probable que sientas presión por tu entorno. Existen ciertas profesiones estandarizadas mejor aceptadas por la sociedad, pero quizás tu talento no se encuentra entre una de ellas. No te dejes llevar por la comodidad de ser aceptado. Terminarás no siendo aceptado por el más importante: tú mismo.

No tengas miedo al fracaso. Es algo que insistimos una y otra vez, pero que resulta de gran utilidad. Ese miedo sólo es una puerta más que se nos cierra de golpe cuando intentamos salir de la zona de confort.

La mayor satisfacción de uno mismo se encuentra realizando lo que la vida tiene para él. Una vez lo encuentres, dálo todo.

Hablar de productividad sí puede ser productivo


No hay nada como justificarse en que empezamos un nuevo año para ser más y mejores. Por eso, ya es hora de comenzar a hacer todas aquellas cosas que hemos estado procrastinando en 2015.

Uno de los reyes por excelencia del «tengo que mejorar» en el ámbito laboral es, sin duda, la productividad. Existen muchos más conflictos internos pero el ser más eficaces en el trabajo supera con creces a la mayoría. Un tema muy trabajado en nuestro país pero muy poco desarrollado. Se podría decir, que trabajar y hablar de la productividad, no es productivo dentro de nuestras fronteras.

La productividad es un problema. La tasa de crecimiento anual de la productividad del trabajo en España fue del 0,75% y 0,29% en Italia, frente al 1,47% en Alemania y 1,38% en Francia. ¿Cuántos artículos habremos leído como este? Lee a menudo para ejercitar tu mente y concéntrate mejor, practica deporte, planifícate, cuida tu alimentación, visualiza el futuro, no pierdas nunca la costumbre de escribir a mano para memorizar mejor las cosas. En fin, no acabaríamos. Y es que nunca nos cansamos de dar consejos, trucos y revisar los mejores hábitos para potenciar una asunto que nos viene grande.

Pues bien, en esta ocasión nos pondremos al día con cinco herramientas tecnológicas que podemos incorporar en nuestro día a día para alcanzar ese estado de satisfacción del trabajo hecho al regresar a casa. Un post que esperamos sí sea productivo.

Tempo. Se trata de un calendario inteligente que permite transformar un lenguaje coloquial en texto. Esta aplicación es perfecta para marcar tanto fechas de reuniones como encuentros familiares. Con ella, se puede acceder a la información de los contactos con los que se ha quedado y visualización de días desde la pantalla principal, sin acceder a la herramienta. Gratuita para iOS, Android, Chrome y web.

Cubefree. Los espacios de trabajo se transforman. Ya no podemos pensar en un solo lugar en el que poder trabajar. Por eso esta herramienta se perfecta para todos aquellos que anda con el ordenador portátil de arriba abajo. Permite localizar bibliotecas, cafeterías, espacios de co-working con WIFI. Además de la disponibilidad para acceder a la red —un tema que dentro de no mucho debería estar solucionado, ya que deberíamos acceder a internet desde cualquier lugar— Cubefree también informa del nivel de ruido, disponibilidad de aparcamiento, número de enchufes, entre otros servicios. Gratuita para iOS.

OmniFocus. Herramienta de gestión de tareas personales que mantendrá bajo control todos los objetivos, planes, recados y aspiraciones que le surjan durante el día. Con ella, podremos darle prioridad a nuestra anotaciones, o simplemente anotar un orden del día rápido para una reunión que tengamos unos días después. Disponible para iOS.

TipBit. Gestiona el correo electrónico en tu móvil. Una aplicación que no solo te permite acceder a mensajes guardados o borrados con facilidad, sino también se pueden gestionar cuentas de redes sociales como Linkedin, Twitter o Facebook. De manera automática esta app te muestra la información relevante sobre la actividad que vas a realizar a continuación. Gratuita para iOS.

1Password. ¿Cuánto tiempo hemos perdido pensando en la contraseña correcta? ¿Y cuántas otras tantas debemos recuperarla o cambiarla a la fuerza? Con esta aplicación puedes generar y recordar las contraseñas de manera automática. Sólo tendrás que memorizar una de ellas, la de 1Password. Gratuita para iOS, Mac, Android y Windows.

El éxito no es un destino, sino un camino


¿Cuántas veces hemos escuchado eso de «logra o alcanza el éxito»? Frases como «estas son las claves principales para perseguir el éxito». Pues bien, ya le podemos decir adiós a este tipo de verbos —lograr, alcanzar o perseguir.

Es cierto que el significado del éxito puede llegar a ser bastante ambiguo, pero lo que seguro está más claro es que el éxito no es un destino que lograr, alcanzar o perseguir, el éxito es el viaje que se disfruta mientras uno hace lo que más le apasiona. Y eso es con lo que deberíamos quedarnos todos cuando pensamos en las formas para alcanzar ese estado. Porque al fin y al cabo, es eso: un estado.

Persiguiendo éxito, encontrarás frustración

Cuando interiorizamos la concepción de que el éxito es una meta que alcanzar, en realidad estamos haciendo lo siguiente. Por un lado, aplazamos continuamente su estado. Es como si siempre estuviéramos persiguiéndolo y fuera esa nuestra función en el mundo: alcanzar el éxito. Y por otro lado, cuando nos consideramos que los hemos logrado, no preguntamos «¿y ahora qué?» Precisamente por eso, porque nuestra labor se centraba en perseguirlo. Una vez alcanzado, carece de sentido. Lo que nos lleva a hundirnos en una enorme frustración.

«Hacer planes de futuro está exclusivamente reservado para aquellos que son capaces de vivir por completo en el presente», decía el filósofo, escritor y sacerdote Alan Watts a comienzos del siglo pasado.

De simpleza en simpleza

Otra de las mayores frustraciones que sufre un perseguidor de éxito es precisamente no alcanzar esas metas, en contraposición con el vacío de llegar al destino. ¿Cuántas veces nos han repetido eso de marcarse objetivos cortos y realizables? El realismo es uno de los ingredientes básicos para toda persona que encuentra el viaje del éxito —que no hacia el éxito.

Cuando vinculamos la felicidad a la consecución de objetivos a largo plazo y durante todo el camino, no sólo no disfrutamos, sino que además generamos sentimientos que nos distanciarán de la meta. En definitiva, nos frustramos. Precisamente, el éxito no está en complejas ecuaciones que casi nunca se cumplen, sino en pasos simples. El reto está en encontrar la simplicidad de todas las cosas. Y así, de simpleza en simpleza, y sin saber cómo, seremos exitosos.

Y es que si asociamos nuestra felicidad al cumplimiento de una docena de metas, parece más difícil que si la entendemos como algo sencillo y cotidiano, donde ocurra lo que ocurra, nuestra ecuación genera un resultado positivo.

No es lo que me sucede, sino lo que me digo de lo que me sucede

Hay cosas que siempre escapan de nuestro control, por eso la única forma de enfrentarse a ella, es aliándonos a ellas. Y esto lo podemos conseguir cuando sacamos lo positivo de los sucesos. Una manera es controlar el diálogo con nosotros mismos. De esta manera las cosas nos afectarán menos y estamos practicando la gran aliada del viaje del éxito: inteligencia emocional. Con ella, nos alejamos de pensamientos negativos que sólo generará más y más negatividad. Y es que cuando nos centramos en problemas, tendemos a tener más problemas. Por eso, al centrarnos en posibilidades, tenderemos a tener más posibilidades de éxito. No hay mayor simpleza que esta.

Durante el viaje, siempre recuerda que estar en el camino ya es un éxito que debemos celebrar.

Baby Boomers, Milleniales y demás generaciones


Diferentes expectativas, distintos valores y comportamientos. La mayoría de las empresas disponen de una plantilla multigeneracional que directamente afecta en la gestión y producción del trabajo. No siempre la convivencia entre las tres o cuatro generaciones resulta tan fácil de llevar. Lejos de suponer un problema, se trata de una gran ventaja para la corporación.

En primer lugar, ¿cómo diferenciamos una generación de otra? Estar en grupos diferentes no sólo son los 20 años de separación, sino que implica haber compartido unas experiencias históricas y socioculturales que hacen resaltar de manera específica, características diferenciales en la actitud frente a la vida, en un comportamiento y en unos valores que los hace diferentes de otra generación.

Partiendo de la individualidad de cada persona y de sus cualidades y defectos como individuo único, la clave del directivo ejecutivo es conocer detalladamente a cada grupo, para maximizar sus diferentes atributos y crear una efectiva organización que permita la integración de cada uno.

La composición generacional del mundo del trabajo hoy está integrada por los Baby Boomers, nacidos entre 1946 y 1964, dueños de las compañías; los Generación X, nacidos entre 1965 y 1976 y actualmente dirigiendo las mismas; y por la Generación Y o Milleniales, nacidos entre 1977 y 1996 y que se desempeñan en los mandos medios o juniors. De tal forma que el 85% de los profesionales se relaciona en el trabajo con personas de al menos tres generaciones.

Según un estudio realizado en 2013 por la compañía financiera The Hartford, cada 10 Milleniales considera que los Baby Boomers son una gran fuente de conocimiento. Asimismo, un 93% de los Baby Boomers afirma que la Generación Y suma nuevas aptitudes e ideas frescas al trabajo.

Todos se complementan. Ninguno es imprescindible. Tanto Generación X como Y, suponen un escalón fundamental para entender el grupo anterior o posterior. Los Milleniales, acostumbrados a la despersonalización de la comunicación, necesitan el apoyo de la Generación X en sus facetas más sociales, mientras que los nacidos entre 1965 y 1976, acostumbrados a vivir en constante adaptación, es la punta de lanza para acercarlos a introducir la innovación en las empresas. Unos nuevos sistemas operativos fáciles de dominar por la Generación Y, nativos tecnológicos. Mientras, los Baby Boomers suman una visión a largo plazo y una dosis extra de paciencia.

Y es que ante la constante y feroz competencia de los últimos años en el mercado laboral, la última generación posee múltiples facetas creativas para poner la nota que destaque entre un saturado sector empresarial. Su falta de “habilidades emocionales” de los Milleniales o su baja tolerancia a la frustración, la complementan con proposiciones para implementar cambios eficientes. Son la ventana al mundo exterior en el que hoy vivimos, su percepción real y actualizada. Tras tomar nota de sus propuestas, la Generación X debe desempeñar su papel de adaptabilidad dentro del sector.

Esta mezcla de características invita a que los responsables de recursos humanos encuentren el balance ideal en la gestión del capital humano tomando en cuenta todas y cada una de las capacidades que hacen de cada generación única y valiosa.

Cuando irse de vacaciones supone un problema


Vacaciones. Para muchos supone descanso total, relajación, desconexión de casi todas las obligaciones que generan estrés durante el resto del año. Sin embargo, para otros tantos no experimentan los mismos placeres. En este gran grupo se enmarcan los autónomos, quienes la mayoría de las ocasiones no pueden dejar reposar sus tareas laborales.

El estrés laboral afecta en España a más del 40% de los trabajadores asalariados y a cerca del 50% de los empresarios, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Lo que supone un problema que para muchos es prácticamente imposible de resolver. O pasan los veranos y se prometen que al siguiente dejarán todo mejor atado para desconectar, o la mayoría la lo tienen completamente asumido.

Con la diversidad de dispositivos, resulta cada vez más desintoxicarse de la tecnología, la cual conlleva en gran parte de las ocasiones una conexión parcial con la oficina. Y es que desconectar no es sólo quitarse el traje y ponerse el bañador. Sin embargo, para otros tantos autónomos este aspecto resulta positivo, pues les permite trabajar donde deseen y marcharse, aunque sean unos pocos días de vacaciones.

Aun así y si es posible, se recomienda al menos estar un día entero sin echar un vistazo a un dispositivo, ya sea ordenador, tablet o móvil. De esta forma, nuestra mente experimentará la desconexión total para romper con la adición a la tecnología como bien conocen los tecnófobos, personas dependientes a cualquier dispositivo cibernético.

Según José María Martínez Selva, profesor de la Universidad de Murcia y autor del libro Tecnoestrés, más de dos tercios de la población ya trabaja en puestos de trabajo electrónicos. Añade que hasta un 60% de empleados asocia el estrés laboral con el estrés tecnológico. Sin contar con el importante aumento de pacientes que acuden diariamente al oftalmólogo después de largas exposiciones frente a la pantalla.

Además, se debe planificar con previsión, no sólo los días que ‘vacaciones’, sino los previos y posteriores si se quiere dejar todo preparado. La autogestión o ‘self management’ y una adecuada selección de las tareas más importantes, resulta en estos primordial para programarse con tiempo e irse verdaderamente con tranquilidad.

Hay que elegir aquellas actividades que se pueden cerrar antes de partir o las que deben ser delegadas a colaboradores o compañeros. Una buena selección puede evitar muchos imprevistos que resulten complicados y molestos de resolver desde la playa. Asimismo, muchos de los clientes se convierten en ‘vampiros de tiempo’ para la mayoría de autónomos. Sino te queda otra que seguir con tu actividad laboral en la distancia, trata de que tu tiempo sea lo más eficaz posible, por lo que evita que este tipo de clientes consuman tu tiempo y tu descanso parcial.

Una vez hemos disfrutado de sol, brisa, montaña o playa, o cuidad, la vuelta al puesto de trabajo genera otro tipo de estrés los últimos días de vacaciones. Volver a la rutina y enfrentarse de nuevo al nivel de actividad con el que cerraste la oficina, provoca una ansiedad que se puede evitar si también se planifica el regreso al trabajo. Un truco para amortiguar la caída al despacho es hacerla un martes o cualquier otro día que no sea lunes. Se hará menos pesado y propiciará una vuelta progresiva y sin colapsos.

¿Qué hacer si un miembro de tu equipo te decepciona?


«El precio del éxito es el trabajo duro, la dedicación total y la determinación de que ganemos o no, hayamos aplicado lo mejor de nosotros a la tarea que tenemos entre manos.» Vince Lombardi.

Decepción. Ya de por sí suena a burla, engaño y mucho desencanto. A nadie en este mundo le puede gustar decepcionar ni ser decepcionado. Supone una brecha en la confianza entre personas, una cualidad que se debe cuidar en todos los ámbitos ya sean laborales o personales. Cuando se decepciona se pierde esa oportunidad de haber creído y apostado en y por alguien.

Por ello, el que hizo el daño debe ser considerado y transmitir fortaleza y seguridad al que ha dañado. No poner más trabas al nubarrón que ya de por sí generó. Si hay dudas, deben desaparecer. El responsable de lo decepcionado es fundamental que no se justifique y asuma el error, pero no sólo quedarse ahí. Debe hacer todo lo posible por disipar la desconfianza creada.

El buen líder, todo esto lo apreciará y valorará. No es plato de buen gusto encontrarse con un miembro de tu equipo que no sólo no cumple con tus expectativas, sino que además su actitud es la contraria a la esperada.

Y es que el director de orquesta exige tanto para él como para los demás. Así pues, no es de extrañar que a muchos directivos les pille de improviso y no sepan cuál es la reacción adecuada para poner solución a la brecha generada.

En primer lugar, no alarmarse. Tómate unos minutos antes de entablar una conversación con él. En ella, es importante transmitir claramente qué es lo que se esperaba y los resultados finalmente obtenidos. Sin embargo, en esta fase clave, muchos líderes reaccionan de una manera errónea. Suelen descargar el enfado y transmiten negatividad e inseguridad en el ambiente de trabajo, lo que emborrona aún más el desastre.

Ante todo, evita frases como: “Que sea la última vez”, “¿Acaso no haces nada bien?”, “Para eso te pago”, “No lo entregues hasta que no lo hagas bien o Tienes suerte de trabajar aquí, en otros lados…”.

No es tanto buscar al culpable como encontrar la solución más adecuada. Y, sobre todo, evitar a toda costa una actitud violenta. Cabeza fría a la hora de pensar. «Una mente fría al servicio de un corazón caliente», dijo una vez el economista Paul Samuelson.

Todo para llegar a un fin: sumar y no restar. Se trata de reparar el daño, de buscar mejoras, por eso el buen líder deberá preguntarle qué pudo haber fallado. ¿Necesitaba algo que no estaba en su mano? ¿Cómo fue la comunicación en el equipo? ¿Hecho en falta algún factor que impidió ese engranaje? Cuestiones perfectamente aplicables también para el propio directivo. Con ellas, se generará una mayor confianza lo que ayudará al equipo en su conjunto y por consiguiente al resultado de su labor, que es en definitiva, para y por lo que se trabaja.

El arte de emprender: «La innovación es decir no»


El fin último es sobrevivir. Por ello, hoy más que nunca millones de personas se han visto casi en la obligación de emprender por sí mismos un nuevo camino. Pero, ¿por qué lo hacemos?

El ser humano lleva en su ADN la palabra emprender, crear y materializar ideas – unos más que otros. Desde los tiempos más remotos, las personas nos vemos en la necesidad de dar pasos hacia delante. A veces zancadas y otras no tanto, pero eso no importa. Lo que es clave es la dirección en la que se vaya.

Basado en la lógica tan aplastante como que la vida algún día llega a su fin, la pregunta es: ¿qué vamos a perder más valioso que la vida misma? Esa es la actitud que identifica a un emprendedor seguro y con confianza. Siempre y cuando se valoren todas las variables para tener una percepción clara y realista, lo importante es seguir a tu corazón. Todos tenemos una misión en la vida, pero sólo aquellos que saben explotar su talento, teniendo claro su propósito, son los que pueden acercarse al éxito y sobrevivir en esta era del conocimiento tan competitivo. Por lo menos, la mitad de lo que separa a los emprendedores exitosos de los que no lo son es mera perseverancia.

A fin de cuentas, no hay una fórmula clara que marque el camino de la creatividad. En muchas ocasiones cuando se le pregunta al creador, en principio no sabe muy bien qué ha determinado el germen de su propuesta. Por ello, la única explicación válida podrían estar en las numerosas conexiones que se producen para hacer factible esa necesidad que nos viene innata. No basta con adivinar qué es, sino cómo hacer.

La idea la tienes. Bien. Pero sin un buen plan de negocio es muy probable que tu semilla se quede reducida a cenizas. La planificación de recursos es indispensable para marcarse pequeños objetivos estratégicos con los que partir. El detalle es otra de las herramientas que van siempre acompañando al buen emprendedor. Junto a él, un networking efectivo dará a tu negocio la amplitud que necesita. Es fundamental mantener constantemente las redes de contacto para encontrar capital, conseguir clientes y dar visibilidad.

Según la 16ª edición del Informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM), relativo a 2014, los niveles de percepción de que existen oportunidades para emprender son muy bajos en las economías europeas menos innovadoras (19,9% Grecia; 18,4% Croacia; 17,2% Eslovenia; 22,9% Portugal). Entre ellas, España consiguió aumentar un 6% la percepción de oportunidades (de 16% a 22,6%) y ha mantenido el valor de percepción de capacidades en un 48%, porcentaje por encima de la media.

Sin embargo, no es todo de color de rosa. Muchas veces, no siempre es cómo nos lo venden. Cuando alguien decide emprender un nuevo negocio por su propia cuenta, pasa de ser explotado a explotarse a sí mismo. Por ello, es fundamental marcarse el objetivo de rentabilizar las acciones para terminar liberalizándose de muchas de ellas. Y es que «la innovación es decir no a miles de cosas», tal y como dijo en su día uno de los grandes ejemplos de emprendedores de la historia, Steve Jobs.

El mismo que una vez reconoció: «La frase ‘Si vives cada día como si fuera el último, algún día sucederá’, hizo una gran impresión en mí y desde entonces, me he mirado en el espejo cada mañana y me pregunto: ‘Si hoy fuera mi último día, ¿me gustaría estar haciendo lo que estoy a punto de hacer?’». Una buena pregunta con la que comenzar el día de hoy.

Sácale el máximo partido a la cuenta de Instagram de tu empresa


Los canales de búsqueda de talento están cambiando y cada vez son más digitales e innovadores. Cada empresa tiene sus preferencias pero quizás no te habías parado a pensar en Instragram como una herramienta para lograr este propósito. Si tienes una cuenta en esta red social, animar a tus seguidores a trabajar en tu compañía puede generar muchos efectos positivos: te posiciona como una empresa dinámica, innovadora y creativa; incrementa el número de candidatos que aplican en tus ofertas, además se trata de candidatos que ya han mostrado un interés previo por tu empresa, al ser seguidores de tu cuenta de Instagram, por lo que quizás estén más motivados para trabajar contigo. Por último, generas mayor viralidad para tus ofertas de empleo

Se trata de una herramienta económica y sencilla para la que sólo necesitas construir una buena estrategia de contenido que genere tráfico hacia tus ofertas laborales: ¿quieres saber cómo  hacerlo?

Paso 1: Identificar los puestos que quieres promocionar. Elige uno para el que sea necesario contar con un aspecto concreto: el trato con el cliente, la capacidad analítica, la creatividad…etc. El objetivo es identificar la característica más importante de ese trabajo y relacionarlo con el éxito de la compañía. Por ejemplo, para una empresa de seguros es fundamental que sus comerciales sean buenos negociadores y de eso dependerá el número de ventas que generen al mes y, por tanto, los ingresos de la compañía.

Paso 2: Haz una foto de alguien o algo de tu oficina que represente un aspecto divertido u original de la cultura de tu empresa. Cuanto más natural sea la imagen, mejor, e incluso más interesante si está relacionada con el departamento para el cual estamos buscando candidatos.

Paso 3: Incluye un breve texto que describa la fotografía. Explica por qué la imagen está conectada con el puesto. Puedes utilizar el humor para captar más la atención por ejemplo: “Esto es lo que puedes esperar si te unes a nuestro equipo como diseñador de producto”

Paso 4: Utiliza ese mensaje para animar a tus seguidores a visitar tus ofertas laborales en LinkedIn o en tu página web. Lo importante es conseguir que te vean como empleador, como la empresa donde ellos quieren y pueden trabajar.

Paso 5: No olvides utilizar hashtags. Puedes crear tu propio hashtag para promocionar tu marca como empleador y usarlo en cualquier red social donde estés dando a conocer tus vacantes: twitter, Facebook, blogs…etc. De esta forma además estás ayudando a que los usuarios busquen de manera proactiva tu hashtag cuando quieran conocer si has publicado posiciones nuevas.