«Da vértigo pensar en cómo hemos llegado hasta aquí»


En la primera parte de la entrevista a Pablo Viguera, co-fundador y CEO de Groopify, —una solución para conectar personas que va más allá de la mera cita a ciegas—, destacamos la transparencia como el principal pilar de la cultura de las actuales empresas. Un aspecto que promete además ser considerado mucho en la transformación de la organizaciones para 2016.

Miguel García-Santesmases, CIO de la empresa, y Alejandro Coca, Biz Dev & Sales Manager, y Pablo Viguera comenzaron a materializar una oportunidad de negocio que no ha dejado de celebrar éxitos tras dos años de su fundación.

En esta segunda parte, el CEO de Groopify nos habla de las claves principales que debe tener una start-up para que triunfe. «Lo básico y fundamental es el equipo, la atracción y retención de los mejores», asegura con firmeza.

Groopify está de cunpleaños. Pablo Viguera repasa cómo empezó todo. «Da vértigo pensar en cómo hemos llegado hasta aquí, aunque sabemos que lo mejor está aún por llegar

Ahora, esta joven start-up de éxito sigue apostando fuerte y el siguiente gran planteamiento será el de «comenzar con la internacionalización a las principales capitales europeas». Algo que supondrá adaptar el modelo a las distintas culturas, pero que con esfuerzo, dedicación y mucha pasión el equipo de Groopify podrá hacer posible su salto fronterizo.

¿Cómo deben ser los candidatos que opten a trabajar en Groopify?

Como siempre decimos, en Groopify queremos trabajar con gente que quiera cambiar el mundo. Personas ambiciosas y dedicadas, con pasión por los nuevos retos y por encontrar soluciones a cualquier problema que se presente. Gente de acción —better done tan perfect—, decidida y que sepa —y disfrute— vivir con incertidumbre, algo clave en una start-up.

Con alma emprendedora y con ilusión por participar en un proyecto, verlo y hacerlo crecer. Con pensamiento de equipo más que individual. Humildes y con ambición por seguir aprendiendo algo nuevo cada día.

Que aporten diversidad, que complementen al resto del equipo y sobre todo, que compartan el buen rollo que caracteriza a Groopify. Que sean unos auténticos believers de lo que hacemos, de cómo lo hacemos y de lo que queremos conseguir.

Esta es la actitud que buscamos en cada nueva persona que se incorpora al equipo. La búsqueda no resulta sencilla, pero, como indicábamos antes, cuando encontramos a estas personas el camino posterior está casi del todo hecho.

¿Qué considera que debe tener una start-up para que triunfe?

Lo básico y fundamental es el equipo, la atracción y retención de los mejores. No sólo dentro del equipo core —fundadores y trabajadores— sino que también incluye a los demás stakeholders que rodean la empresa, desde partners y colaboradores hasta inversores y mentores.

Esto no necesariamente garantiza el éxito, pero si estás rodeado de un buen equipo tienes una muy buena parte del camino hecho.

Por otra parte, diría que a la hora de crear una empresa, la experiencia del equipo fundador es también muy importante, no sólo a nivel emprendimiento sino también a nivel formación, tener una buena red de contactos, etc.

Una vez el proyecto está en marcha diría que lo fundamental es encontrar el encaje del producto en el mercado, algo que no es nada sencillo y que va definiéndose con el tiempo y marca el futuro del proyecto completamente —el mercado es quien manda, siempre.

La app cumple este mes de diciembre dos años y lo celebra superando los 100.000 usuarios, con más de 800 locales asociados. ¡Enhorabuena! Durante este camino, ¿cuáles han sido o están siendo los mayores retos como emprendedores? ¿Con qué se queda de estos dos primeros dos años?

En una startup como la nuestra, cada día es un reto. Eso es precisamente lo que más me gusta y de lo que me siento más orgulloso. El ritmo no ha bajado, cada día queremos más y mejor y no hay un día igual que el anterior, lo que significa que cada uno de nosotros continúa en continuo aprendizaje.

Pero si echo la vista atrás y tengo que quedarme con algunos de los momentos más especiales, me quedaría por un lado con la primera noche en que nuestros usuarios disfrutaron de una experiencia Groopify, hace ya dos años de eso y fue brutal ver cómo por fin el proyecto en que llevábamos meses trabajando se hacía realidad —¡y la gente disfrutaba de ello!

También fue muy especial el momento en que cerramos nuestra primera ronda de inversión en diciembre de 2014 con la llegada de nuestros primeros inversores, entre los que destacaban Carlos Domingo, Ex CEO de Telefónica I+D; Grupo Zriser, family office de Ana y Pablo Serratosa; y Juan Roig, presidente de Mercadona e impulsor de Lanzadera. Contar con el apoyo de inversores de ese nivel supuso la validación y el reconocimiento de lo que estábamos haciendo, y una oportunidad inigualable para seguir creciendo y mejorando nuestro producto.

Aunque en realidad, me quedo con el momento actual. Mirar a mi alrededor y ver que hay 20 personas luchando y trabajando a muerte por la felicidad de nuestros más de 100.000 usuarios, y por escalar y crecer para llegar a muchas personas más. Da vértigo pensar en cómo hemos llegado hasta aquí, aunque sabemos que lo mejor está aún por llegar.

¿Cuáles son las expectativas a corto plazo de la empresa? ¿Y cómo se ven dentro de cinco años?

A corto plazo, durante los primeros meses de 2016 nuestro objetivo es terminar de validar el modelo actual para comenzar con la internacionalización de Groopify a las principales capitales europeas. Una vez afianzados en las 45 ciudades españolas en las que estamos presentes actualmente, estamos capacitados para dar el salto a Europa y adaptar nuestro modelo a sus distintos tipos de público, por lo general mucho más inmerso en el mundo mobile y mucho más expuesto a alternativas de ocio de todo tipo.

Un producto como Groopify cobra aún mucho más sentido en las grandes ciudades, donde se unen un amplio abanico de públicos con las necesidades que nosotros cubrimos a la perfección, la necesidad de conectar con otras personas en la vida real, más allá de los interminables chats de otras aplicaciones de dating, y al mismo tiempo conocer lugares nuevos y divertidos que hagan que la experiencia sea aún más completa y personalizada, y además todo esto en sólo un par de taps. Nuestros objetivos pasan además por ampliar a un mayor tipo de planes organizados, no solo en locales y bares, sino también planes alrededor de cualquier otro tipo de actividad.

En una startup, dada nuestra naturaleza y como hemos venido comentando, nuestra filosofía y nuestra cultura, hablar de largo plazo es algo complicado. Cinco años es mucho tiempo y muchísimo pueden cambiar las cosas en ese período, pero si tuviera que mojarme diría que vería Groopify como una marca referente en ocio y en social discovery, en el top of mind de la población como facilitadora de planes y de conexiones con otras personas de todo el mundo, y por supuesto como la gran alternativa a las grandes aplicaciones que no dan un paso más allá de la mera conexión online entre usuarios.

Queremos crear un ecosistema global, con presencia internacional, y derrumbar así todas las barreras existentes, tanto tecnológicas como logísticas, entre conectar en online/mobile y conocerse en persona. Nuestra misión es que conectar con gente afín y conocerse en persona sea tan fácil como pedir un taxi o una pizza, desde el móvil y en dos taps, y que estas conexiones que creemos tengan la finalidad que nuestros usuarios demanden en todo momento —conexión personal, ocio, profesional, etc.

Seis maneras sencillas para enseñar a los niños a ser emprendedores


Encontrar el mejor camino para emprender no es sencillo. Hay que evaluar muchas posibilidades, saber tomar decisiones adecuadas en momento pertinentes, dominar la destreza intuitiva, saber ser paciente, aprender a exponer las ideas. En fin, multitud de aspectos que no se aprenden solos. Hay dos caminos para ello: el largo y el menos largo. El primero supone dedicación, experiencia, sacrificio, tenacidad y mucha curiosidad por aprender. Mientras que el segundo se trata de poner los seis sentidos – por si en el camino aparece alguno nuevo – para atender a la explicaciones de un mentor, tutor, padre o madre. Y es que los padres pueden ser los mejores profesores para convertir a sus hijos en grandes emprendedores.

Desde pequeños nos vemos expuesto a multitud de experiencias nuevas. Texturas, vivencias, sentimientos, olores, colores,… Somos auténticas esponjas. ¿Por qué no aprovechar esa cualidad de oro para pensar en posibilidades reales del futuro? Como la de emprender. Desde que la crisis económica asoló medio mundo – el otro medio ya estaba asolado –, se ha visto cómo el emprendimiento no es sólo una tendencia. Ha llegado para instalarse indefinidamente.

Siempre han existido los emprendedores y gracias a ellos, es mundo funciona. Tiene movimiento. Sin embargo y a pesar de la evidencia, en las escuelas se enseña bastante poco sobre esta profesión tan globalizada. Sin entrar a valorar los planes educativos de nuestro país e independiente de ellos, es tarea – casi se podría decir que obligación – enseñar a los hijos cómo emprender en la vida. Supone ofrecer las herramientas necesarias para que el niño sepa sobrevivir en un mercado laboral que no tiene pinta de sumar en facilidad. Todo un salvavidas que desgraciadamente no viene de serie en el 99 por ciento de las veces.

Por este motivo, padres, tíos, abuelos, amigos,… podrán utilizar algunas herramientas para educar a los niños el arte de emprender gracias a algunas sencillas claves cotidianas y básicas.

Aprovecha la gran habilidad de cada niño: la imaginación. Si desde pequeños ya por sí solos son grandes creadores, les resultará sencillo el primer paso de todo emprendedor. No es fácil tener una idea innovadora. Además, les dará un plus de motivación al descubrir que son los mejores fundadores de start-ups creativas.

Cómprales sólo lo que necesiten. Muéstrales el valor y esfuerzo que supone adquirir todo aquello que desean y acostúmbrales a que puedan ganar ellos su propio ‘salario’.

Juega a las ‘tiendas’. Haz que te vendan algo, que te convenzan para que les compres su idea. Un paso que no tiene por qué resultar precisamente difícil para ellos. Más bien será complicado para nosotros resistirnos a sus encantos. Cuando los niños quieren algo suelen ser los mejores comerciales. Sin embargo, trata de que expongan razones de peso para que realmente sientas debilidad por su producto y no por su ‘carita’ de hijo.

Trata de que lancen sus pequeñas start-ups. Nada enseña más como poner a la práctica esa idea. Invierte tiempo y algo de dinero para que ellos mismos funden su negocio a pequeña escala. Por ejemplo, el lanzamiento de un curso sobre enseñar a los vecinos – también niños – a jugar al pin-pon. Haz que establezca unas tarifas, con unos horarios. Otro ejemplo podría ser vender limonada en la puerta de casa. Siempre y cuando se trate de un juego y no de un negocio en sí. Prueba por una semana y comprueba la destreza de tu hijo como emprendedor.

Ofréceles juegos orientados a los negocios. El ‘Monopoly’ sin ir más lejos trabaja destrezas como el instinto para invertir y saber tomar las mejores decisiones empresariales.

Una lección de humildad y fracaso. Es imprescindible no escaquearse ese día de clase. Como niños que son, se les notará enseguida cómo esa burbuja de éxito creativo les empacha ligeramente. Por eso, enseñarles a valorar el trabajo de los demás, la volubilidad del éxito y educarles para que sean agradecidos con sus mentores y personas de apoyo, es casi la lección más importante del curso.

Durante su enseñanza ten cuidado con no convertirlos en adictos al ganar dinero. Es fundamental recordarles de vez en cuando que el dinero no lo es todo, sino una de las muchas herramientas para llegar a ser feliz.

Cinco mentiras que el emprendedor suele repetirse a sí mismo


Las personas por lo general tendemos ha practicar un vicio muy perjudicial para nuestras vidas y carreras profesionales. Nos referimos al autoengaño. Si ya está feo mentir a los demás, hacérselo a uno mismo es aún peor de personas no muy inteligentes.

El camino del emprendedor es por sí mismo pedregoso y en ocasiones confuso. Por ello, que no seamos nosotros los que depositemos más obstáculos en el sendero. Porque nos digamos una y otra vez que ‘yo no he hecho tal cosa…’ o ‘ese riesgo es fácilmente asumible’ no significa que la evidente verdad se esfume como si nada.

Con el fin de atajar este problema que viene de serie en más personas de las que creemos, proponemos algunas de las mentiras que más repite esa voz interior de los emprendedores.

- ‘Empezaré este proyecto cuando la idea de negocio tenga más impacto’. Siempre existirá un mañana. Cualquier ‘start-up’ siempre va a necesitar más recursos de los que en un principio dispone con el fin de seguir creciendo. No todo tiene que estar perfecto para dar el siguiente paso. «Si tienes todo bajo control es que no vas lo suficientemente deprisa», dijo una vez el ex piloto Mario Andretti.

- ‘Necesito terminar con este trabajo o esta relación personal para dedicarme por completo a mi gran idea de negocio’. Una de las grandes mentiras del ‘pseudo-emprendedor‘. Las personas van y vienen de las vidas de cualquier persona. Unas relaciones se terminan y otras comienzan, y el trabajo siempre es necesario porque el dinero siempre se suele esfumar. Sin embargo, el tiempo es un factor que nunca recuperamos. El cuándo comenzar un proyecto lo decidimos nosotros. Esperar la mejor oportunidad para emprender suele convertirse en una gran pérdida de tiempo. Saber cuál es el mejor momento y tenerlo claro para ‘subirse al tren’ es importante, pero cuando llega hay que atraparlo, porque sino otra persona se subirá.

- ‘Esta noche me ocupo de ello’. ¿Cuántas veces ha caído el sol y tenemos un listado de tareas sin tachar? ¿Crees que te dará tiempo después de un largo día de trabajo? El cuerpo no suele estar pensando precisamente en ponerse de lleno con algún asunto. Está claro que el sacrificio es necesario en muchas de las etapas por las que pasa un emprendedor pero ello no significa que haya que privarnos de sus necesidades más básicas. Son éstas las que deben estar bien cubiertas para que todo funcione cómo y cuándo debe ser.

Muchos emprendedores se sienten frustrados incluso antes de su primera derrota. Se ven incapaces de trabajar tan duro como se exigen y eso trae consecuencias. A veces damos más valor a cómo nos sentimos con nosotros mismos que al verdadero impacto de nuestros quehaceres diarios. Podría ser esta la diferencia entre acabar con el proyecto o con nosotros mismos.

- ‘Lo hago durante el viaje’. Reservar también el trayecto de un viaje para contestar correos electrónicos, solucionar fallos técnicos o preparar un discurso puede ser una de las mayores mentiras que nos hayamos hecho jamás. Descansar es también una de las actividades que están planificadas en nuestra agenda. Y antes de comenzar a relajarnos deben estar cumplidas las promesas. Sólo así podremos desconectar al cien por cien y hacer que nuestro descanso sea verdaderamente efectivo.

- ‘No vuelvo a trabajar para este cliente’. Es una de las frases más comunes de todo emprendedor. Son muchos los motivos por los que no deseemos seguir colaborando con él o ella. Los motivos son múltiples, ya sea por no liquidar las facturas que le emitimos o simplemente porque no compensa el esfuerzo invertido para el resultado obtenido. O, incluso, las dos cosas. Sin embargo, en estas ocasiones el miedo a perder los clientes que ya tenemos es lo que nos empujar a olvidar estas palabra y a dar cuerda de uno de los recursos más útiles – en ocasiones – como es la paciencia.

¿Cuándo una ‘start-up’ pasa a ser empresa?


A menudo comentamos los rasgos, cualidades, restos y soluciones con los que cuenta una start-up en su lanzamiento. Su entorno sectorial, el mercado en el que se mueve o el riesgo de sus inversiones también suelen ser temas recurrentes para multitud de publicaciones. Un emprendedor tiene la opción de dejarse aconsejar por un abanico de asesores en el despegue de su empresa. Pero ¿y cuando el proyecto ya se ha lanzado y lleva tiempo orbitando? Es el momento de saber si su pequeña start-up ya es adulta. ¿Cuándo nos podemos dar cuenta de que se ha convertido en toda una empresa? Cuando se demuestra que es viable su modelo de negocio.

Se dice que el umbral por el que se mide la consolidación o evolución de una compañía es de cinco años. Si se sobrevive a ese periodo se puede afirmar que el proyecto es sólido y dispone de cierta estabilidad. Cincuenta de cada cien nuevas pequeñas y medianas empresas supera este listón y solo una de cada cien, en el caso de las start-ups tecnológicas, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, si en dos años no se hacen clientes con velocidad, es mejor o cambiar de estrategia o cambiar de negocio. Los datos aportados por Spain Startup, aseguran que tan sólo uno de cada diez empresas sigue funcionando pasados tres años.

Los motivos de esta conclusión pueden ser múltiples; empezando por la excesiva competencia y terminando por la falta de financiación. Una de las trampas en las que habitualmente caen algunas start-ups es la imitación de modelos de negocio con éxito. Esto puede ser un grave problema cuando ese sistema que funcionó en el pasado o dirigido a un determinado target, en la realidad de la start-up no se adapta con su público objetivo.

Por eso resulta tan primordial la elaboración de un buen plan de negocio. «Poner un proyecto de Internet en marcha es barato y fácil. Convertirlo en empresa requiere tener un buen plan de negocio y ejecutarlo con la proa puesta en la obtención de clientes de pago. Eso es lo prioritario para validar la idea, y no levantar mucho dinero, la obsesión de la mayoría de los emprendedores», asegura Iñaki Ortega, director de Deusto Business School, en declaraciones recogidas por El País.

En el plan de negocio deben desarrollarse tres principios básicos. Resulta obvio el de trabajar con un producto o servicio que puede liderar un saturado mercado; menos obvio pero de igual importancia es el de ser flexible, capaz de adaptarse al cambio y tener un cierto colchón para afrontar imprevistos; y contar con un importante líder capaz de atraer talento. Al fin y al cabo la pequeña empresa en sí misma será la formada por un grupo de personas que le darán vida al negocio. Ese es uno de los atributos con los que una start-up consolida su cultura empresarial y responsabilidad social. Será el significado puro de la compañía. No sólo es importante que los empleados tengan habilidades y conocimientos del mercado en el que van a operar, además resulta fundamental que sientan prácticamente como suya la empresa. Que sepan asumir riesgos y responsabilidades y que también se adapten a la filosofía y el estilo de la start-up.

Otras cualidades con las que debe contar una start-up con éxito es la comunicación fluida con los clientes, elaborar un buen plan de marketing que de a conocer el esfuerzo diario, e ir un paso por delante a los contratiempos venideros.

«Formamos un comité de dirección para tomar decisiones y escudriñamos el mercado español y el europeo para anticipar sus necesidades de forma constante. Cada novedad va acompañada de un plan de negocio y, si no cumple expectativas, la dejamos. Decidimos muy rápido y esta forma de timonear es la clave del crecimiento», señala Luis Belaúnde, socio fundador de Telecoming.

El sector sanitario es uno de los ámbitos donde más despliegue de start-ups tecnológicas están surgiendo. Según estimaciones de IDC, para el año 2018 el 65% de las interacciones entre los ciudadanos y las organizaciones sanitarias se realizará a través de dispositivos móviles. Ese mismo año, siete de cada diez instituciones, como hospitales o aseguradoras, contarán con sus propias aplicacionesy tecnologías para monitorizar el estado de salud de sus pacientes.

Resulta el paso más complicado, pero cuando una start-up se convierte en empresa ya se puede hablar de éxito. Un triunfo que viene dado por diversos y complejos factores pero que hace que ese lanzamiento tenga un buen destino – por lo menos a medio o corto plazo.

 

El arte de emprender: «La innovación es decir no»


El fin último es sobrevivir. Por ello, hoy más que nunca millones de personas se han visto casi en la obligación de emprender por sí mismos un nuevo camino. Pero, ¿por qué lo hacemos?

El ser humano lleva en su ADN la palabra emprender, crear y materializar ideas – unos más que otros. Desde los tiempos más remotos, las personas nos vemos en la necesidad de dar pasos hacia delante. A veces zancadas y otras no tanto, pero eso no importa. Lo que es clave es la dirección en la que se vaya.

Basado en la lógica tan aplastante como que la vida algún día llega a su fin, la pregunta es: ¿qué vamos a perder más valioso que la vida misma? Esa es la actitud que identifica a un emprendedor seguro y con confianza. Siempre y cuando se valoren todas las variables para tener una percepción clara y realista, lo importante es seguir a tu corazón. Todos tenemos una misión en la vida, pero sólo aquellos que saben explotar su talento, teniendo claro su propósito, son los que pueden acercarse al éxito y sobrevivir en esta era del conocimiento tan competitivo. Por lo menos, la mitad de lo que separa a los emprendedores exitosos de los que no lo son es mera perseverancia.

A fin de cuentas, no hay una fórmula clara que marque el camino de la creatividad. En muchas ocasiones cuando se le pregunta al creador, en principio no sabe muy bien qué ha determinado el germen de su propuesta. Por ello, la única explicación válida podrían estar en las numerosas conexiones que se producen para hacer factible esa necesidad que nos viene innata. No basta con adivinar qué es, sino cómo hacer.

La idea la tienes. Bien. Pero sin un buen plan de negocio es muy probable que tu semilla se quede reducida a cenizas. La planificación de recursos es indispensable para marcarse pequeños objetivos estratégicos con los que partir. El detalle es otra de las herramientas que van siempre acompañando al buen emprendedor. Junto a él, un networking efectivo dará a tu negocio la amplitud que necesita. Es fundamental mantener constantemente las redes de contacto para encontrar capital, conseguir clientes y dar visibilidad.

Según la 16ª edición del Informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM), relativo a 2014, los niveles de percepción de que existen oportunidades para emprender son muy bajos en las economías europeas menos innovadoras (19,9% Grecia; 18,4% Croacia; 17,2% Eslovenia; 22,9% Portugal). Entre ellas, España consiguió aumentar un 6% la percepción de oportunidades (de 16% a 22,6%) y ha mantenido el valor de percepción de capacidades en un 48%, porcentaje por encima de la media.

Sin embargo, no es todo de color de rosa. Muchas veces, no siempre es cómo nos lo venden. Cuando alguien decide emprender un nuevo negocio por su propia cuenta, pasa de ser explotado a explotarse a sí mismo. Por ello, es fundamental marcarse el objetivo de rentabilizar las acciones para terminar liberalizándose de muchas de ellas. Y es que «la innovación es decir no a miles de cosas», tal y como dijo en su día uno de los grandes ejemplos de emprendedores de la historia, Steve Jobs.

El mismo que una vez reconoció: «La frase ‘Si vives cada día como si fuera el último, algún día sucederá’, hizo una gran impresión en mí y desde entonces, me he mirado en el espejo cada mañana y me pregunto: ‘Si hoy fuera mi último día, ¿me gustaría estar haciendo lo que estoy a punto de hacer?’». Una buena pregunta con la que comenzar el día de hoy.

Pon una app en tu negocio


Así como hoy día es inimaginable que exista una empresa sin su propia página web, también se podría pensar que dentro de no mucho, las aplicaciones corporativas serán un elemento obligado para cada una de las organizaciones. ¿Y por qué? Las aplicaciones móviles crecen cada día de manera exponencial. Son muchas las start-ups creadas en función al desarrollo de plataformas tecnológicas destinadas a soportes móviles. Generan visibilidad, reputación, imagen y amplían las competencias de una empresa. Todo ello para acercar al cliente el servicio que él mismo desee.

La visibilidad, elemento indispensable de cualquier organización que crea en el progreso, viene dada también en los markets de aplicaciones. Por ello, si tu competencia aparece en el móvil de un cliente, ya sea potencial o no, el logo de tu app debería estar a continuación.

Se trata de una herramienta al alcance de cualquier empresa, ya sean organizaciones maduras o emprendedoras. A muy bajo coste, se llega incluso más lejos que cualquier spot publicitario. En muchas ocasiones, se convierte en una vía de escape para dar salida a la crisis, en mayor o menor medida, para sus creadores.

La semana pasada se celebró en Barcelona Appcircus, un evento en donde no sólo premian a las aplicaciones móviles más creativas y útiles, sino que sirve como foro de relaciones en un nuevo y potencial sector.

Y es que la comodidad de este canal ha propiciado una gran masa de nuevas ideas convertidas en aplicaciones. Carles Ferreiro, CEO de Dotopen y organizador de Appcircus aseguró que con las apps las páginas webs seguirán existiendo ya que “podían ser puramente informativas, pero una app corporativa debe aportar valor, ser de utilidad para el cliente y establecer un feedback con él”.

Glovo fue la ganadora de la edición 2015. Consiste en conectar a los usuarios que quieren comprar, enviar o recoger un producto con mensajeros independientes, dispuestos a ayudarlos a cambio de una cuota fija. Y todo en menos de 60 minutos.

Sin embargo, en este mundo tan complejo y a la vez tan dispar, existen otras aplicaciones que ayudarían mucho a la gestión de tu negocio. Véase Exaccta Tax, certificada por la Agencia Tributaria,gestiona la contabilidad de autónomos, PYMES y familias a partir de fotos. O Timewerks Facturas, con la que puedes facturar y contabilizar las horas de los clientes.

Si te pasas más tiempo fuera de tu oficina que en ella, o simplemente no puedes acceder con regularidad a tu ordenador de sobremesa, no es necesario que enciendas tu portátil allá donde vayas, con Team Viewer puedes acceder al ordenador desde el móvil, ya que permite el control remoto del mismo desde el dispositivo móvil.

Con Focus Time cualquier directivo tendrá tiempo suficiente para todas sus tareas de una manera controlada. A diferencia de otras aplicaciones parecidas, utiliza la técnica Pomodoro, que fija los tiempos de trabajo en 25 minutos y sigue la idea de que los descansos frecuentes ayudan a la agilidad mental.

Una app muy utilizada por los directivos españoles es Evernote, que facilita la recogida de notas en reuniones, organización de libretas, ideas, fotografías… todas ellas almacenadas en la nube.

Pero si tu cometido es escapar de un compromiso, huir de cualquier situación incómoda, una de las apps más curiosas se llama Fake a call. Con ella puedes simular una llamada ficticia o no, en la que incluso dispone de grabaciones como si alguien estuviera respondiendo al otro lado del interfono móvil.

Todas ellas forman herramientas clave para la gestión y productividad en el trabajo diario, con las que permite al directivo o autónomo mantener actualizados los datos más relevantes de su negocio.

«Antes de emprender por primera vez recomiendo, empezar trabajando en una empresa pequeña»


Félix López es experto en márketing, profesor en escuelas de negocio, formador, conferenciante y también emprendedor. Comenzó su carrera dando clase en escuelas de negocio y después de 20 años de experiencia profesional ha puesto en marcha su propia startup: Conectando Empresas.

Para él, esta agencia de márketing y ventas es el resultado de reunir toda la experiencia profesional y las personas con talento que ha ido encontrando en su camino, y desde ella ayudan a todo tipo de empresas (pequeñas, medianas y grandes) a cumplir sus objetivos sea cual sea el presupuesto con el que cuenten.

Está convencido de que si algo define a los empresarios es la generosidad y por ello siempre estará dispuesto a ayudar a cualquiera que tenga una buena idea y no sepa cómo ponerla en marcha. Además, participa en conferencias sobre emprendimiento y networking y tutoriza proyectos de jóvenes emprendedores.

¿En qué consiste Conectando Empresas?

Conectando empresa es una agencia de márketing integral, una agencia de márketing 360, así es como la suelo definir. Después de 20 años trabajando por cuenta ajena, decido reunir toda mi experiencia trabajando para otros y montar una agencia en la que me convierta en una extensión como de márketing de las empresas para las que trabajo. Somos una agencia muy estratega, hacemos bastante estrategia y luego esa estrategia la implementamos, la ponemos en marcha.

¿Qué os diferencia de las demás agencias?

Somos como una boutique porque hacemos un servicio muy a medida, nos convertimos en una extensión del cliente, nos metemos en sus zapatos. Incluso con algunos clientes nos metemos en su oficina durante un tiempo para trabajar con el equipo, para empaparnos de la filosofía de la compañía para la que estamos trabajando, con lo cual nos implicamos mucho en el proyecto. Tenemos un trato muy cercano y muy directo y lo que nos diferencia es que nos adaptamos mucho al cliente, da igual el tamaño, sus necesidades o su presupuesto. El haber trabajado durante 20 años con compañías de diferentes tamaños me permite eso, que tengamos un presupuesto de 2.000€ al mes o de 10.000€ para hacer los planes de comunicación, nos ajustamos y conseguimos los objetivos.

¿Con qué tipo de empresas trabajáis?

Me gusta mucho trabajar para startups. Tenemos ahora media docena de startups a las que ayudamos en el lanzamiento de su empresa.

Por otro lado, en empresas medianas que no tienen un departamento de márketing, o es un departamento pequeño, nos convertimos en una extensión o somos su departamento de márketing externo. De esta manera, se ahorran bastante coste porque sin tener una persona fija en plantilla tienen una agencia de marketing que les va a llevar: márketing, ventas y comunicación, y todo esto con gente bastante senior. Una empresa mediana que no tiene un departamento de márketing muy desarrollado puede estar a la última en márketing online, tecnología, eventos, capación, herramientas como CRM…

Por último las empresas grandes, como no pueden llegar a todos sus clientes, nos piden campañas concretas. Por ejemplo, hemos hecho eventos puntuales para empresas como Aegon Seguros, para Google o para la Secretaría de Estado de Turismo, por ejemplo. Si quieres hacer un evento sólo para emprendedores, yo sé como llegar a ese target y hago un evento donde le traigo a ese público, o si quieres eres Aegon y te interesan sólo los autónomos, te hago un evento a medida sólo para autónomos.

El emprendimiento se está convirtiendo en una salida real para los jóvenes actualmente, ¿qué recomiendas a esos jóvenes que optan por este camino laboral?

Antes de emprender por primera vez recomiendo que alguien trabaje en una empresa pequeña o startup para que conozca el día a día de una empresa pequeña. Con cero experiencia, montar una empresa es una auténtica locura. Puedes emprender si tienes costes básicos y necesidades básicas cubiertas.

Yo si fuera novato emprendiendo buscaría una asociación empresarial que me ayude a emprender y a dar pequeños pasos. Si tengo experiencia previa trabajando en startups puedes emprender pero también reduciendo los riesgos al mínimo. Esta claro que emprender es una aventura bastante difícil, que nadie piense que es fácil. Recomiendo contar con asesoría experta, profesionales del mismo sector que me puedan decir cómo han empezado ellos, cómo les ha ido, qué consejo pueden darles …etc.

Los empresarios por lo general somos muy generosos, nos gusta ayudar a gente que está empezando. La conclusión es que quien quiera emprender, primero pida ayuda, que busque a alguien que le acompañe en el camino, que no vaya en solitario.

«El precio es un factor determinante; no podíamos arriesgarnos a que fuera una barrera para captar clientes»


Jorge González-Iglesias es el Consejero Delegado de Bluemove, una start-up española dedicada al carsharing (alquiler de coches por horas). Licenciado en Administración y Dirección de Empresas en CUNEF, inició su carrera profesional en departamentos de Ventas y Contabilidad de empresas pequeñas hasta que aterrizó en KPMG (Corporate Finance). Posteriormente se integró en el equipo de fusiones y adquisiciones de Morgan Stanley entre Londres y Madrid durante 4 años.

Fundó BLUEMOVE en 2010 con la visión de revolucionar el mundo de la movilidad hacia un modelo más sostenible y adaptado a las nuevas tecnologías digitales y a las nuevas pautas de consumo. Su empresa fue una de las ganadoras de The South Summit y también una de las que seleccionamos el año pasado para formar parte de nuestro programa Pro Bono.

Jorge participa hoy como ponente y miembro en diferentes círculos españoles y europeos relacionados con el emprendimiento y la creación de empresas. Con ello realiza labores de mentoring en start-ups en fases iniciales.

Imaginaos que tenéis que presentar vuestro producto a gente que no conoce Bluemove. ¿Cómo lo explicaríais?

Bluemove es un servicio de carsharing o alquiler de coches por horas que te permite disponer de un coche o furgoneta de manera cómoda, rápida y económica siempre que lo necesites. Bluemove cuenta con una flota de vehículos que están distribuidos por toda la ciudad. Siempre que un usuario precise de un coche tan solo tiene que hacer una reserva a través de nuestra app móvil y luego, dirigirse al parking donde hizo la reserva, abrir el coche con nuestra tarjeta inteligente, usarlo y devolverlo.

El carsharing tiene como objetivo el uso racional del coche privado, potenciando su uso sólo cuando es necesario y cuando realmente aporta ventajas sobre otros transportes, como el metro, el taxi o la bicicleta. Esto favorece la movilidad en las grandes ciudades, reduciendo el espacio destinado a aparcamientos y reduciendo las emisiones contaminantes.

Fuisteis ganadores de The South Summit ¿Qué os ha aportado como empresa y como equipo salir vencedores de un evento tan conocido?

Que se nos reconociera en un evento como The South Summit fue algo muy importante para nosotros. Por una parte, por la visibilidad que conlleva para una start-up pequeña como la nuestra; por otra parte, es un refuerzo muy grande, un indicio de que vas por el buen camino y que te ayuda a continuar. The South Summit además nos permitió conocer a mucha gente interesante. Sin lugar a dudas, fue una gran experiencia para nosotros.

A pesar de que ser premiado por The South Summit trae ventaja frente a la competencia, ¿cuáles son los mayores inconvenientes que os habéis encontrado en el día a día de la compañía?

La principal dificultad con la que nos encontramos pasa por el desconocimiento que todavía mucha gente tiene de nuestro servicio de carsharing. Mientras que en Europa, EEUU o países del pacífico el carsharing empieza a ser mainstream, en España vamos un poco por detrás y todavía hay que hacer mucha pedagogía sobre las ventajas que trae un sistema como el nuestro; ventajas a nivel social, medioambiental y económico. Aún así, la tendencia nos es favorable y cada vez son más las personas que confían en Bluemove y que quieren que lleguemos a más ciudades.

Hace años, ideas como estas eran impensables. ¿Creéis que Uber y Bla Bla Car han sentado un precedente en vuestro ámbito de negocio?

Hay que reconocer que en los últimos dos años ha habido un gran impacto de todo tipo de plataformas que se enmarcan en la economía colaborativa. Esto nos ha ayudado a la hora de explicar nuestro servicio, porque hoy la población está más abierta a conocer nuevas formas de consumo. Si bien, Uber, Blablacar o Bluemove poco tienen que ver entre sí. Prestan servicios muy diferentes aunque sí tienen un denominador común: lo importante es poder moverse de un sitio a otro, independientemente de quién pone el coche. Eso y el desarrollo tecnológico que hay detrás.

¿Cuál ha sido la política a seguir para establecer los precios de alquiler? ¿Qué es lo que más habéis tenido en cuenta para marcar el coste del servicio?

Para conseguir que la población confíe en un servicio tan desconocido como el carsharing es importante llegar con unos precios atractivos, que le anime a probarlo. Si comparas las tarifas de Bluemove con otras de operadores de cualquier parte del mundo te das cuenta de que nosotros somos bastante más baratos. El precio sigue siendo un factor determinante en las decisiones que tomamos cada día; no podíamos arriesgarnos a que fuera una barrera en la captación de usuarios.

Los perfiles profesionales jóvenes empiezan a querer trabajar más con start-ups que apuestan por la creatividad, una forma distinta de trabajar, y consiguen que los empleados adquieran un compromiso con la empresa. ¿Qué tipo de gente buscáis en Bluemove?

Bluemove se caracteriza desde sus comienzos por integrar a profesionales muy jóvenes entre sus filas. Los propios fundadores de la compañía éramos muy jóvenes cuando decidimos dar el paso. Entendemos perfectamente que cada vez haya más personas que quieran trabajar en start-ups, pues la capacidad de aprendizaje es enorme. Como compañía, es un lujo poder contar con gente joven que demuestra tener ganas, además de creatividad y frescura. En Bluemove tenemos claro que el mejor de nuestros activos es nuestro Equipo.

¿Cuál es el plan de Bluemove para 2015?

En Bluemove nos estamos preparando para dar un paso importante en este 2015. Tenemos planes de seguir expandiéndonos, abrir nuevas delegaciones e incluso lanzar nuevos productos que sirvan para seguir mejorando la movilidad de las ciudades. Nuestra pretensión es llegar a más ciudades con un mejor servicio.