Amado Jiménez Saiz es director de Recursos Humanos y Calidad en Hoteles Silken desde hace más de catorce años y cuenta con más de veinte de experiencia en la gestión y relaciones laborales en empresas multinacionales y de servicios.
Nuestro entrevistado de esta semana, especialista en generar cultura corporativa y formar en habilidades directivas, expone desde el punto de vista del sector hotelero los principios básicos, habilidades, conflictos y perspectivas de futuro dentro del mundo de los recursos humanos.
Para Amado Jiménez Saiz, «la empleabilidad, flexibilidad, creatividad, así como las habilidades sociales y competencias digitales son los mayores retos que los directivos encuentran para adaptarse al cambio». Además, destaca que uno de los problemas que tiene a la hora de buscar talento es la relacionada con la movilidad geográfica.
Con respecto a la conciliación laboral y familiar, el directivo de recursos humanos también subraya la «necesidad de adaptarse y buscar fórmulas creativas que satisfagan a todos». «Tenemos que seducir para atraer, trabajar para desarrollar y enamorar para comprometer», concluye.
¿Qué tipo de perfil corresponde a la cultura corporativa del Grupo de Hoteles Silken?
La marca Silken goza de buena reputación y es reconocida en el sector por su integridad y ejemplaridad. Intentamos que sea una marca atractiva. A partir de aquí y del deseo de trabajar con nosotros, buscamos siempre perfiles alineados con nuestros valores corporativos, como son la actitud positiva, el entusiasmo, la flexibilidad, la honestidad, la ambición, el buen trato y el orgullo de pertenencia. Sin duda valoramos más las competencias actitudinales que las técnicas o académicas. Perfiles orientados al servicio, al cliente y también claro está, al resultado. Buscamos mucho talento pero con mucho talante.
¿Qué diferencia hay entre un perfil del sector hotelero de cualquier otro?
Hemos de tener en cuenta que nuestro negocio no vende nada material, nada que el cliente se pueda llevar a casa o pueda almacenar, vende sensaciones, bienestar, felicidad, confianza, seguridad, recuerdos, y esto marca diferencias. Es este un sector muy duro, abierto 24 horas al día y 365 días al año, pero también muy vocacional, por tanto necesitamos perfiles que buscan, que desean este trabajo, que disfrutan haciendo lo que hacen, que sienten la necesidad de agradar, de acoger, de hacer feliz al cliente, que se ilusionan y apasionan. Esta es la diferencia. Me he encontrado muchísimas veces con candidatos, con empleados que me comentan: «este trabajo engancha, no sé lo que tiene pero engancha».
¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta un directivo en el sector hotelero?
El primero de ellos sin duda es económico, hemos de mejorar los datos económicos, volver a los umbrales de rentabilidad de los años 2006 y 2007. Han sido unos años muy duros y debemos trabajar para mejorar los resultados. Hemos mejorado ya mucho en porcentajes de ocupación pero ahora el objetivo es subir el precio medio.
El otro gran reto bajo mi punto de vista es la adaptación al cambio. El mundo está cambiando continuamente y a un ritmo frenético, cuestiones como empleabilidad, flexibilidad, creatividad, habilidades sociales, competencias digitales, conforman un marco competencial que ha cambiado y que sigue cambiando. El directivo deberá adaptarse a este nuevo escenario tanto para su propio desarrollo como para el de todos los empleados que dirija.
¿Cuál es el papel de las redes sociales en sus procesos de selección?
Están cada vez más presentes en nuestro día a día y también en nuestros procesos de selección, aunque reconozco que en nuestro caso aún no en gran medida. Sí utilizamos desde hace muchos años, herramientas de selección que están en la red, pero redes sociales como tal no tanto, aunque evidentemente es el presente y futuro y debemos adaptarnos.
¿Qué problemas encuentra a la hora de buscar talento?
No muchos, la verdad. Existe mucho talento desgraciadamente buscando empleo y mucho talento ya con empleo buscando una empresa como Silken. Es cierto que todavía, aunque parezca mentira, la movilidad geográfica sí resulta un inconveniente. Disponemos de 32 hoteles y 23 destinos, algunos de ellos muy atractivos para trabajar y vivir, pero otros no tanto cuando supone un traslado.
¿Qué herramienta emplea para retener el talento?
Yo no hablaría de una herramienta, sino de un modelo de gestión. Un modelo de gestión basado en la confianza y el compromiso, alineado con la estrategia de negocio, con mucha comunicación y marketing interno, con mucha presencia y contacto con las personas y en un entorno desafiante. Con esta fórmula creamos una propuesta de valor que atrae, desarrolla y compromete, pero que además genera ilusión y pasión. Llevo casi quince años aplicándola en Silken y os aseguro que funciona.
A lo largo de su experiencia en la gestión y formación de personas, ¿en qué consiste la política de formación que más éxitos le ha proporcionado?
Sin duda aquella dirigida a mejorar la satisfacción y la motivación del empleado. La formación técnica es necesaria y la dirigida al management imprescindible, ambas ayudan a mejorar la eficiencia, la productividad y la empleabilidad, pero la más gratificante, la que obtiene un mayor retorno, la más medible en términos de productividad es la dirigida a todo el conjunto de empleados, a absolutamente toda la plantilla y enfocada hacia la motivación, hacia nuestra propia cultura, a “silkenizar”. Diseñamos formación interna impartida en el propio hotel, muy participativa, con mucho dinamismo, divertida, con mucho trabajo en equipo, videos, juegos, música … Nos ayuda a todos a conocernos mejor, a empatizar, a conocer los objetivos de la compañía, a mejorar el compromiso y la motivación y finalmente ayuda a mejorar el resultado económico.
¿Qué técnicas de motivación le han dado mejores resultados?
En Silken yo destacaría fundamentalmente dos de ellas; por un lado la gestión de la carrera profesional interna, damos mucha importancia a la promoción, la fomentamos y la practicamos en todas las áreas y en todos los niveles, los datos lo corroboran. En este sentido destacaría un plan específico denominado Programa de Desarrollo Directivo (PDD) destinado a formar y desarrollar a futuros directores de hotel, sobre todo en una época en que abríamos dos o tres hoteles cada año. La segunda es la destacada en la pregunta anterior y tiene que ver con la formación, con aquella dirigida y diseñada específicamente para mejorar la motivación y el compromiso, con mucha presencia, mucho contacto y mucha diversión.
¿Qué tipo de conflictos suele encontrar dentro del sector hotelero?
Lo cierto es que apenas hay conflictividad en Silken, tenemos mucha paz social y una ausencia casi completa de conflictos más allá de los propios derivados de extinciones de contrato. Quizás el asunto que requiere dedicar más tiempo en estos momentos y tratándose de un sector tan especial con los horarios y que nunca cierra, es la conciliación laboral y personal. Cada vez más se demanda equilibrar ambos tiempos. Debemos adaptarnos a ello y desde la flexibilidad buscar fórmulas creativas que satisfagan a todos. Creo que este aspecto va a ser clave en un futuro inmediato y debemos estar preparados.
¿Qué importancia concede Silken a la gestión de recursos humanos?
Muchísima, la dirección de Recursos Humanos forma parte del Comité de Dirección y está presente en todas las decisiones estratégicas de la compañía. Podemos disponer de establecimientos hoteleros magníficos, modernos, vanguardistas, singulares, pero sin las personas que trabajan en ellos solo son edificios, para convertirlos en hoteles debemos tener empleados, personas comprometidas, motivadas, dispuestas a satisfacer al cliente y a disfrutar con su trabajo. En el sector servicios y vendiendo lo que vendemos somos plenamente conscientes de que la gestión de personas es clave para el éxito.
¿Cuál es la tendencia que se está dando en la Gestión de Personas dedicada al sector hotelero?
No creo que haya que cambiar grandes cosas, no hay un cambio de tendencia como tal, pero sí se acentúa el modelo de gestión actual. Hemos dejado atrás un modelo basado en la obediencia, la lealtad y la dedicación, propio de estructuras muy jerarquizadas. El modelo actual, pero sobre todo futuro es el basado en la flexibilidad, la creatividad, la iniciativa, la imaginación, las habilidades sociales, las competencias digitales y sobre todo la pasión. Tenemos que seducir para atraer, trabajar para desarrollar y enamorar para comprometer. Pasar de empleados satisfechos y motivados a empleados apasionados y felices.