Emprender con éxito: Buscar financiación


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Es casi imposible decidirse a emprender si no tenemos la seguridad económica que nos permita hacer realidad los planes que, de momento, son solo papel e ideas. Existen muchas formas de obtener financiación ya sea mediante socios, business angels, líneas de crédito, concursos… Pero en todos los casos necesitamos seguir ciertos pasos que nos garanticen las mejores posibilidades para lograr nuestro objetivo.

Demuéstrate que funciona: Haz números. Gastos fijos, variables, ingresos estimados… una vez tengas estos números hechos te habrás demostrado que hablas de algo tangible y lo más importante reforzará tus argumentos de cara a posibles inversores.

Crea un discurso con pegada. No consiste solo en que creas en lo que vas a hacer si no que crean los demás. Trabaja tu “elevator speech” y asegúrate de que todo lo que trabajaste en tu plan de negocio quede perfectamente resumido.

Investiga bien las fuentes de inversión. Antes de dirigirte a cualquiera de las posibles fuentes infórmate sobre cuales son sus inversiones habituales, su capital, su tendencia al riesgo… Lo mejor es que conozcas bien a tu interlocutor, ya sea una persona o una entidad. En caso de ser una entidad tendremos que estar perfectamente informados sobre aspectos de burocracia. Qué papeles y datos tenemos que aportar, fechas límite… Muchas de las empresas jamás reciben financiación por no conocer bien los procesos a pesar de tener un proyecto ganador.

Es imprescindible que tengas una estrategia realista sobre el ritmo al que puede tu negocio asumir los gastos. También ten en cuenta que muchos inversores se fijarán en logros precios para financiarte por lo que no tienes que tener expectativas de ir demasiado rápido.

 

Emprender con éxito: El plan de negocio


Voy a emprender. tengo grandes ideas y mucha ilusión. Pero necesito un plan, en concreto un plan de negocio. ¿Por qué? Porque el plan de negocio es nuestra veleta, nuestra guía. un plan de negocio nos va a marcar el camino: los pasos a seguir y cómo seguirlos. Un plan de negocios es la base sobre la que tiene que crecer nuestra empresa.

Ponerte a redactar un documento como el del plan de negocio hará que muchas de esas ideas que quedaban muy bonitas en tu cabeza se enfrenten a la dura realidad. Esto lejos de ser un freno tiene que ser una motivación, un impulso. Además piensa que sin un plan de negocio no podremos solicitar préstamos, conocer la viabilidad de tu idea de negocio ni hacer mejoras de nuestro negocio actual.

Empieza tu plan de negocio con una descripción sencilla. Tienes que ser capaz de definir de manera sencilla y sin dar muchos rodeos tanto el objetivo como el valor diferencial de tu negocio. En este apartado pensarás en las oportunidades de negocio, en qué nicho de mercado va a ocupar tu negocio y por qué esa es la mejor oportunidad posible.

Ten los problemas previstos. Desarrolla una lista de debilidades y amenazas posibles para tu negocio. Imagina cuantas cosas pueden salir mal y desarróllalas. Una vez tengas esto da respuesta a cada uno de los problemas con una solución. 

¿Qué me hace único? parte de la base de que todo, o casi todo, está inventado. no se trata de que hayas inventado nada si no más bien de qué aportas tú que no aporta otro. Puede simplemente ser un modelo de negocio híbrido o más funcional o con un e-commerce más desarrollado.

Demuestra que conoces el mercado en el que te mueves. Haz un estudio amplio del mercado en el que te vas a mover poniendo especial énfasis en qué hacen tus competidores y lo que es más importante: Cómo lo comunican. de aquí podrás sacar cuales son tus oportunidades de comunicación, qué personalidad vas a adoptar como marca.

 

El proceso de selección: Hablar en público


Hablar sin ponerte nervioso delante de tu entrevistador o entrevistadores, la última frontera. Como último apunte sobre el proceso de selección queremos daros unas breves pero precisas claves para que nuestro discurso fluya de manera natural.

En estos casos lo curioso es que sabemos perfectamente lo que queremos decir. Con la cabeza fría distinguimos perfectamente entre lo que debemos y lo que no debemos decir. Sin embargo a la hora de la verdad hablamos más de lo que debemos o nuestra garganta se atasca y no hablamos cuando teníamos que hacerlo. Con lo cual la clave está en mantener la cabeza serena:

Ponte en contexto: Coger distancia te será de gran ayuda. Piensa en cuantos entrevistados pasan por esa misma sala con tus mismos nervios y probablemente con suertes muy dispares. Piensa también en cuantas entrevistas has hecho y si esta es la primera en cuantas te quedan por hacer. En definitiva, quita dramatismo al asunto, eso te ayudará a ser tu mismo,

Prepara un pequeño guión de temas: No se trata de que prepares todo lo que quieres decir al pie de la letra. Esto es muy importante, porque si preparas todo y algo se te olvida darás la sensación de llevarlo preparado, con poca naturalidad. Con pequeño guión nos referimos a ciertos puntos fuertes o experiencias previas que no puedes olvidar decir. No se trata de que prepares las palabras exactas si no de que te asegures de hablar sí o sí de esos puntos.

Agua y aire: Así de sencillo. Con los nervios la garganta se seca y lo más aconsejable es que tengas un vasito de agua cerca. Probablemente antes de la entrevista te ofrezcan uno, no lo rechaces por vergüenza o nervios, acéptalo. Y por último no olvides respirar. Es muy común que en situaciones de tensión nos olvidemos de respirar y acabemos ahogados y pensando menos. Si notas que estás poniéndote nervioso en un momento de la entrevista simplemente respira hondo y verás como todo empieza a aclararse.

 

Carrera de la Mujer 2016


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El deporte siempre es una buena excusa para organizar un evento y si encima es un evento que pone en valor a la mujer y nuestra lucha contra el cáncer de mama… ¡Mejor que mejor!

8 ciudades europeas celebran este gran evento deportivo femenino, entre ellas Madrid. Concentrará a 32.000 mujeres, lo que supone el récord de las XIII ediciones celebradas hasta la fecha

El próximo 8 de mayo, 32.000 mujeres de todas las edades correrán los 7,2 km de recorrido por las calles del centro de Madrid. Además, durante dos días el Recinto Ferial IFEMA se llenará de clases, conferencias, demostraciones, concursos y muchas sorpresas en torno a esta competición cuyos beneficios se destinarán a la lucha contra el cáncer de mama. Habrá  incluso una hora de aeróbic gratuito a cargo de Federación Española de Actividades Dirigidas y Fitness.

La salida tendrá lugar a las 9 h y este año se ha celebrado la carrera de Valencia y a continuación de Madrid, tendrán lugar las de Vitoria-Gasteiz, Gijón, A Coruña, Sevilla, Zaragoza y Barcelona.

Podéis encontrar toda la ingormación en: Carrera de la mujer

¡A correr por una buena causa!

 

El proceso de selección: El lenguaje no verbal


Ha llegado el momento. Has mandado tu currículum y lo han seleccionado. Has ido al lugar de la entrevista y has preparado tu vestimenta acorde con la empresa que quiere seleccionarte y el puesto. Ahora te toca a ti. Y no todo depende de lo que digas si no de lo que comuniques y en esa comunicación juega un papel fundamental tu lenguaje no verbal.

Nuestra forma de movernos y gestualizar es vital para nuestro discurso. El ser humano se comunica principalmente mediante lenguaje no verbal y el poso de lo que queremos transmitir siempre es a través de nuestros gestos. Muchas veces podemos decir una cosa pero con nuestra gestualidad decir lo contrario y en ese caso siempre prevalecerá lo que dice nuestro lenguaje no verbal. Por eso queremos darte algunas pautas para que controles estos aspectos:

Practica: Lo primero que tienes que saber sobre el lenguaje no verbal es que se aprende mediante la costumbre. Igual que el vestuario o el currículum puedes prepararlo con atención y detenimiento, tu lenguaje no verbal será algo improvisado que funciona mediante automatísmos. Para adquirir estos automatismos es fundamental que interiorices algunas pautas básicas y las pongas en práctica en tu día a día.

Confianza, no tensión. Llénate de confianza para la entrevista, convéncete a ti mismo de que puedes y vas a hacerlo. Esto hará que estreches la mano con más decisión, que cruces la puerta con paso más firme… Intenta que esta decisión no se convierta en tensión. Tu rostro no debe estar tenso, ni el ceño fruncido ni los labios apretados, este estrés terminará siendo transmitido a nuestro entrevistador.

Procura que esta confianza no denote posturas forzadas o chulescas. No tenemos que actuar, no tenemos que adoptar poses que evidentemente no van con nuestra forma de ser.

Ten en cuenta la ley del espejo. Toda nuestra gestualidad tiende a reflejarse en la otra persona. Si adoptamos una postura defensiva, si nos cruzamos de brazos, si nos echamos hacia atrás, la otra persona tenderá a hacer lo mismo. Por eso debemos mostrarnos abiertos, para que nuestro entrevistador confíe en nosotros. Mostrar siempre las manos es un buen hábito, incluso si procede, mostrar las palmas de las manos.

Mantén siempre el contacto visual. Sin ser intrusivo ni entrecerrar los ojos, con una mirada natural pero siempre atenta. De la misma manera intenta no inclinar la cabeza hacia tu interlocutor, no invadas su espacio. Manténte en tu lugar pero siempre mostrando interés, escuchando atentamente y reaccionando a sus gestos.

 

 

 

El proceso de selección: La vestimenta.


Si ya vimos cono nuestro currículum era nuestra carta de presentación, nuestra imagen, un elemento que hablaba por nosotros cuando nosotros aún no podíamos, ahora vemos cómo la vestimenta es el elemento que no habla por nosotros, pero complementa todo lo que decimos.

La sociedad necesita usar ciertos códigos para ordenarnos en función de estereotipos. y uno de los elementos más fácilmente identificables es la vestimenta. No queremos decir que nuestra forma de vestir nos define, lo que queremos decir es que tenemos que ser plenamente conscientes de que nuestra ropa comunica. De la misma manera que controlamos al detalle los elementos que aparecen o no en nuestro currículum, debemos hacerlo con nuestra vestimenta. Vemos ciertos aspectos a tener en cuenta:

Adáptate: Sé flexible. Cada profesión usa ciertos códigos de vestimenta. Los abogados y banqueros usan más el traje y la americana mientras que los creativos o los artistas usan ropa más casual. Evidentemente tienes que analizar cual es la cultura de la empresa, estudiar cual es el código de vestimenta. En la mayoría de las empresas este código no es un código impuesto por dirección si no un código de costumbre. Por eso es importante conocer cual es el “look and feel” de tu posible futuro espacio de trabajo y no desentonar. En estos casos vestir siempre muy elegante tampoco es garantía de éxito ya que un entrevistado en americana y corbata entrevistado por dos personas en pantalones cortos tan solo quiere decir que hay alguien fuera de lugar. Adivina quien.

Siéntete cómodo: Sé realista. Si el código de vestimenta es la americana y tú odias ese tipo de ropa, no estás acostumbrado, te pica, te molesta… No vas a estar a gusto en la entrevista. Y es más, es posible que ese no sea tu sitio ideal para trabajar.

Siéntete bien contigo mismo: Ve más allá. Ponte ropa que te haga sentir bien, ropa que te haga parecer todo lo inteligente o preparado que tu quieres transmitir que estás. A veces hay prendas que nos hacen sentir inseguros y otras que nos hacen vernos espectaculares. Evidentemente, elige la segunda opción.

Atención a los detalles: Los zapatos limpios, la camisa por dentro, aseo pulcro… hay personas obsesionadas con el orden y no quieres que tu entrevistador se pase la entrevista fijándose en que tienes una mancha en el cristal de las gafas en lugar de en escucharte. No uses demasiadas joyas, pueden llegar a ser una distracción y en ningún caso son sinónimo de profesionalidad y eficiencia si no de ornamento y exceso. Tampoco uses demasiada colonia, las personas somos muy sensibles a los estímulos olfativos y no sabes qué sensaciones puedes generar en tus interlocutores si lo inundas todo con tu fragancia, mejor no te la juegues.

Por lo general intenta que tu vestimenta sea la plataforma perfecta para que seas tú quien tome el control. Intenta que no dificulte tu discurso, que no te atribuyan características que no deseas. 

El proceso de selección: El currículum


Comenzamos con el primero de los cuatro post sobre selección de personal. Esta semana vamos  a ahondar en los 4 puntos clave del proceso de selección y hoy comenzamos con el primero, redactar un currículum que destaque, que sea efectivo.

El currículum es nuestra carta de presentación, es el documento que hablará por nosotros cuando nosotros aún no podemos. Es un documento que tendrá que hacernos competir con el resto de candidatos en el frío papel. Es, para colmo, un documento frío que tan solo muestra ciertos conceptos que en muchos casos quedarán igualados al de resto de competidores. Pero entonces ¿Cómo puedo hacer que mi CV destaque?

Tómalo como una carta de presentación: Un CV no puede mostrar todo sobre ti, es imposible. Y si intentas que lo muestre todo estarás redactando un documento pesado de leer. Ten en cuenta que en los procesos de selección son muchísimos los CV que pasan por las manos del seleccionador y que en muchos casos está buscando cierta información muy concreta. Lo mejor es que facilitemos esa información de la manera más eficaz y no hagamos que el seleccionador mire nuestro CV con recelo.

Crea un criterio para ordenar la información: Ordenar la información según un orden facilita mucho su lectura y además dice mucho sobre ti. Un uso ordenado de la información destaca tu capacidad racional, tu orden, tu preparación… Uno de los criterios más usados es el cronológico. Si piensas en usar otro porque quieras destacar más una u otra experiencia o por circunstancias propias de la empresa a la que estás aplicando intenta siempre que entre dentro de un orden lógico.

Muestra tu lado más profesional: No caigas en la trampa de “mostrarte tal como eres” Si quieres añadir algo mas de información que la estrictamente profesional céntrate en hábitos sin connotación ninguna. Excluye la religión, la política, los equipos… Y desde luego no menciones debilidades. Las debilidades se dan por hecho, todos las tenemos y es posible que en la entrevista te pregunten y tú tengas que tener una respuesta preparada, pero deja tu CV limpio de nada que no sea estrictamente profesional o que ayude a mejorar la impresión sobre ti.

No mientas: Los procesos de selección suelen ser llevados por profesionales. Mentir sobre tu trayectoria o formación será descubierto en una entrevista futura y te hará pasar un mal rato. Lo mejor es que digas la verdad y fomentes la confianza.

Repasa y relee tu CV: El hecho de que sea algo que conoces perfectamente no quita que cualquier falta de ortografía, frase mal compuesta o cambio de tipografía haga que tu imagen quede por los suelos. En este momento del proceso de selección tu CV es tu imagen y cualquiera de estos fallos dirá cosas de ti que no te ayudarán en absoluto.

Mutua Madrid Open Tenis 2016


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si te gusta el tenis y pasas en Madrid este fin de semana tienes una cita en la caja mágica.

El Mutua Madrid Open celebra su XV aniversario con grandes partidos entre los 64 mejores jugadores del circuito ATP y las 25 mejores tenistas del WTA. Rafael Nadal, Novak Djokovic y Serena Williams seguro que no faltan a la cita con este Máster 1000 sobre tierra batida.

Nació como un torneo masculino, en el extinto Rockódromo de la Casa de Campo de Madrid. Juan Carlos Ferrero, Marat Safin o André Agassi, su primer campeón, fueron las principales estrellas de aquella primera edición, la de 2002, jugada en pista dura y en las últimas fechas del calendario tenístico. Casi 16 años y 15 ediciones después, aquel torneo se ha convertido en el torneo que es hoy, que comienza con el Charity Day, una jornada con fines solidarios que medirá, entre otros, a Rafa Nadal y Garbiñe Muguruza.

Las entradas (aún quedan entradas) van de los 8 a los 120 euros y puedes conseguirlas aquí: Entradas mutua Madrid Open

Se busca sucesor para el británico Andy Murray. ¿Podrá repetir el de Dunblane la gesta de 2015? ¿O volverá Rafa Nadal a recuperar el mando de la tierra batida madrileña?

 

Controlar tus emociones: La incertidumbre


Para terminar con nuestra revisión de la inteligencia emocional (tras la ira y la alegría) optamos por una emoción mucho menos “visible” una emoción que de la mano de la crisis se ha instalado en miles de puesto de trabajo de nuestro país. Hablamos de la incertidumbre, el no saber qué pasará mañana.

La incertidumbre (que está muy ligada al miedo) es una emoción silenciosa. Una emoción que no se va a demostrar con gritos o una gran sonrisa, una emoción que por ello podemos pensar que nos influye de manera menos directa, pero sí lo hace. Tenemos que ser conscientes de hasta qué punto desconocer lo que vendrá afecta a nuestro día a día.

La incertidumbre es como una gota que va golpeando, poco a poco, nuestro estado de ánimo. La percibimos en el clima de nuestra empresa, en las noticias, en comentarios de los compañeros… la incertidumbre nos hace ser paranoicos, temerosos, poco decididos y demasiado conservadores.

Es, por lo general, un elemento muy desmotivador. El trabajador que tiene dudas sobre su futuro baja su rendimiento de manera inmediata. ¿Cómo podemos controlarlo? Los estímulos son tantos y por tantos medios que lo más difícil es ser realmente consciente de que estás desmotivado. Una vez eres consciente de ello tienes que intentar ceñirte a los hechos. ¿Qué está pasando realmente? ¿cuales son los datos? ¿Se corresponde el clima de miedo de mi oficina a una realidad basada en probabilidades?

En caso de que así sea tenemos que ver que la incertidumbre puede también darnos un impulso. Puede sacarnos de nuestra zona de confort, de seguridad. Debemos evitar paralizarnos con el pánico que conlleva la incertidumbre y usarlo de estímulo para avanzar más rápido de lo que lo estábamos haciendo.

Con respecto a las relaciones personales en nuestro trabajo tenemos que saber que la incertidumbre nos hace ser desconfiados, puede llegar a sacar nuestro competidor más desleal. En definitiva, tenemos que tomar la incertidumbre como el resto de emociones, un sentimiento que nos puede llegar a doblegar si no estamos atentos pero con la dificultad añadida de que en este caso es una emoción más difícil de identificar y con efectos a largo plazo.

Controlar tus emociones: La alegría


La inteligencia emocional, esa gran desconocida. Si ayer analizábamos cómo puede afectar a nuestro clima laboral la ira, hoy vemos cómo puede hacerlo la alegría. Posiblemente tomamos las emociones como algo que está ahí y no podemos controlar, pero no solo podemos si no que debemos hacerlo.

La alegría, al contrario que la ira es un sentimiento que tiene asociados muchos significados positivos. Sin embargo, también tiene sus sombras a nivel laboral en función de cómo lo enfoques. ¿De verdad puede la alegría ser perjudicial para mi trabajo? Sí, puede, pero es alegría, empecemos por el lado bueno.

La alegría puede sacar nuestra mejor versión. En este aspecto la alegría puede venir por causas externas a nuestro trabajo (nuestra vida personal) o ser una alegría relacionada con éxitos o buenos momentos dentro del trabajo.

En caso de que llegues feliz al trabajo por causas ajenas a el tienes que encontrar la manera de que ambas situaciones coincidan. Es un riesgo muy común que una situación personal que te haga feliz quede estropeada con tu clima laboral. si sufres de esta “desconexión” emocional entre trabajo y vida personal tienes que intentar aprovechar las sinergías. El contraste entre un clima personal feliz y uno laboral que no lo es no puede durar mucho, el contraste hará que uno de los dos contamine al otro ¿Cual prefieres?

Si la alegría la sientes por motivos laborales es que algo ha salido muy bien y tienes que aprovechar ese impulso. Al contrario de la ira, la alegría no nos vuelve innecesariamente irreflexivos, tan solo optimistas. Tenemos que jugar con ese factor, saber que es posible que estemos siendo demasiado optimistas y no prometer nada (aumentos de sueldo, vacaciones…) que no vayamos a poder cumplir cuando la rutina vuelva a nuestro estado de ánimo. Sin embargo, controlando esos aspectos sí que podemos tomar decisiones estando especialmente alegres ya que el creer que todos nos va a salir bien aumenta considerablemente las probabilidades de que así sea.

La alegría es un estado que debería estar más presente en nuestro día a día de lo que está. De la misma manera que podemos respirar hondo y alejarnos de la ira o el resentimiento tenemos que aprender a respirar hondo y encontrar las razones por las que estar alegres. En definitiva la alegría aumenta nuestra creatividad, fomenta la imaginación, nos hace más proactivos y mejores comunicadores.