PHI Industrial Acqusitions, fundada en 2006, funciona con un modelo de negocio innovador y emprendedor consistente en la inversión en empresas en situaciones especiales. Hablamos con Alexander Wit, el partner de Madrid
Has trabajado fuera de España durante un tiempo, concretamente en Berlín, ¿viste cosas en la organización que fueran muy distintas a lo que luego te has encontrado en España?
La verdad es que sí. Durante mi trayectoria profesional tuve jefes españoles y me llamó la atención que todo fuese tan jerárquico, hablar con los altos cargos o jefes era algo muy difícil, eran poco accesibles. Me chocó mucho ese miedo a los altos puestos, al no poder establecer una relación con los jefes. Eso en Estados Unidos no existe.
Estudiaste en Estados Unidos. ¿Crees que la educación universitaria es muy distinta a la de aquí? ¿Crees que esa educación fomenta luego otro tipo de mentalidad empresarial?
Tengo amigos que han estudiado en universidades europeas y sí, tengo la sensación que es muy distinto. En España parece que en la universidad sólo te preparas para una nota final, un examen que puedes aprenderte en ocasiones de memoria y cuando lo has terminado te has olvidado. En Estados Unidos es todo más continuo, hay más trabajo a lo largo del año, papers. Y sí, obviamente la educación es un pilar fundamental para el desarrollo profesional, y eso influye. Por ejemplo, tanto en la educación como en el trabajo, en Estados Unidos la cultura del fracaso es distinta, se acepta, no es algo extraño ni vergonzoso. Y luego en otros países también pasa, en Alemania la educación es más técnica y se refleja luego a la hora de trabajar. Italia apuesta mucho por el diseño en cantidad de ámbitos, Estados Unidos es pragmático y así con muchos ejemplos más.
Phi Industrial Adquisitions inició su actividad en 2006, y estáis divididos entre Madrid y Barcelona. ¿Cómo repartís el trabajo?
En Madrid nos dedicamos a la parte de la compra y la venta de empresas, es, por así, decirlo, la primera parte del proyecto. En Barcelona se dedican a la gestión de esas empresas una vez compradas, es la parte operativa. Podría decirse que Madrid es el antes, y Barcelona el después.
Vuestro ámbito de operación incluye todos los sectores menos el financiero y el inmobiliario. ¿Algún motivo en especial?
Bueno, en parte viene en gran medida porque la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) regula lo inmobiliario. También tiene que ver que, sobre todo, la parte que más nos interesa son empresas dedicadas a lo industrial y a la manufacturación. También los inversores tienen que opinar y, por supuesto, no trabajamos con empresas que no cumplan requisitos legales. Jamás trabajaríamos con empresas relacionadas con armas o drogas, por ejemplo. Tampoco nos interesan sectores que pueden perjudicar a la población, como pueden ser empresas tabacaleras.
En España sigue extendida la idea de que, cuando un negocio crece e inversores inyectan dinero, se tiene miedo a que esos inversores empiecen a manejar el negocio y la idea original se desvirtúe. ¿Cuál es la mejor manera de trabajar con inversores?
Como emprendedor, lo más importante para trabajar con un inversor es hacerlo con gente que trabaje bien, con la que puedas tener confianza. Al final, tienes que establecer la relación que quieres tener con tus inversores y eso es decisión de uno mismo, o de la empresa en su conjunto. Pero es algo completamente necesario, para que un negocio funcione el capital es imprescindible.
Al operar por toda Europa, ¿crees que hay tendencias comunes a la hora de que una empresa no funcione como es debido o se pueden dar causas concretas dependiendo del país o de la zona?
Yo creo que, salvo en algún caso muy concreto que pueda ser algún sector que en algún país o región esté sufriendo especialmente, o que el consumo de algún producto concreto haya caído, hay mucha tendencia común, que al final es la misma; las personas. Suele haber una mala gestión o un mal enfoque por parte de los accionistas. Hay factores tanto internos como externos pero los internos suelen ser más comunes.
Aunque entiendo que cada compra empresarial tiene sus plazos, ¿cuánto transcurre desde que invertís en una empresa hasta que termina el proceso?
Efectivamente, depende de cada empresa, pero nosotros sólo nos involucramos en aquellas que en los primeros tres meses puedan dejar de perder dinero. Luego, a partir de ahí, la recuperación depende de otros motivos, la capacidad de adaptación, del sector, pero suele ser entre uno y dos años.
¿Cómo localizáis a esas empresas que pueden ser de vuestro interés?
Nos llegan a través de asesores de corporate, o de abogados. Recibimos información de dos o tres empresas que nos pueden interesar al día, pero al final nos encargamos de comprar uno o dos al año.
¿Es la crisis una buena oportunidad para los negocios?
En la crisis puedes encontrar talento más fácilmente, y si que puede haber oportunidades que en momentos mejores no se ven. En el caso de PHI, durante la crisis puede ser más fácil adquirir empresas por un precio más bajo y puede haber más oportunidades, pero luego va a costar mucho más adaptarla al mercado. En una época de crecimiento económico, puede ser más fácil reflotar esa empresa en el mercado pero el precio inicial de compra va a ser más caro y costoso.
Para finalizar, y retomando un poco el tema inicial. Tras tu experiencia trabajando en Europa y con tu educación en Estados Unidos, ¿importarías algo de la metodología de trabajo europea o americana a España?
Mmmmm, es una pregunta difícil. A mi lo que me gustaría importar es el pragmatismo. Aquí en España se le suelen dar muchas vueltas a las cosas hasta que se toma una solución, y cuando esa solución llega hay veces que se ha perdido mucho tiempo discutiendo. Es necesario que todos seamos más proactivos, que estemos más motivados a resolver problemas. Si que es cierto que a veces en España, los trabajadores, también como consecuencia de ese sistema jerárquico, tienden muchas veces a ser víctimas de las decisiones de trabajo pero muchas veces también les gusta considerarse las víctimas, justificarse en eso, y no se preguntan si pueden hacer algo por cambiar la situación.