Toca elegir sin perder oportunidades laborales

En el amplio mundo del mercado laboral no todas las relaciones nos interesan por muchas oportunidades que se vayan presentando por el camino. Como todo en la vida. Ya lo aseguran muchos CEOs con éxito: es tan importante decir sí como decir no. En la selección esta la evolución, eso está claro. Pero, ¿cómo gestionamos mejor ese rechazo para no ser descortés o perder esa oportunidad para siempre?
La cultura asiática este concepto es bien distinto a la occidental. En ella no hay que rechazar tajantemente nada, ya que significa una falta de respeto al otro. Sin embargo, muchas personas occidentales lo que es cortés para sus vecinos asiáticos, es descortés para ellos. Si afirmamos y luego no hacemos lo que hemos asegurado hacer por no decir que no, puede ser un comportamiento incluso más incorrecto. No sólo porque lo mismo esa acción que implica a las del resto, sino porque el rechazo en sí da valor por sí mismo a aquello que afirmas.
En el mundo empresarial, la selección es una forma de expresar el inconformismo y la evolución de nuestra carrera profesional. Para ello, hay que saber moverse sin cerrarnos puertas que en un futuro pueden ayudarnos porque sí nos interesen entonces. No todo el mundo es capaz de gestionar este compromiso laboral. Algo que ocurre en más ocasiones de las que podría parecer.
Tras inscribirnos en una oferta de trabajo, pasar las entrevistas correspondientes y estar pendientes de nuestra situación durante el proceso de selección, comprobamos que no nos interesa ese puesto por los motivos que sean. Lo tenemos claro. Ahora hay que hacer frente al enfoque de nuestra negativa, eslabón que supone una tortura para muchos.
Por muy raro que nos pueda parecer, el rechazar las condiciones que se nos presentes en ese puesto de trabajo, no significa que vayamos a perder futuras oportunidades. Uno de los mayores miedos de los candidatos es cerrarse puertas que posiblemente en un futuro se quieran abrir y no se pueda. Sin embargo, si planteamos de forma correcta nuestra elección, seguramente esto no suceda.
En cuanto tengas clara tu decisión, comunícalo lo antes posible. Comprueba que han recibido tu respuesta y no dejes pasar más de tres días en dársela.
Cuida el texto de tu email. La conocida frase como «lo siento, pero no encajas en el perfil» es una pesadilla para muchos candidatos. Por lo que intenta no hacerlo en el sentido contrario. Explica un motivo real y concreto pero que se aprecie el interés que te llevó a inscribirte en la oferta. Las condiciones o circunstancias actuales serán mucho más creíbles si se pueden exponer las verdaderas.
Se trata de resumen brevemente los motivos que por los que rechazas el puesto. De manera que suene realista y respetuoso, sin hacer que la empresa parezca culpable. Ya que al volcar sobre la responsabilidad y el motivo sobre uno como candidato, no se queda mal con la empresa.
La selección de personal es un proceso en dos sentidos y a la larga ambas partes salen beneficiadas de la sinceridad y la toma de decisiones meditada. Así pues, que no te entre el pánico cuando debas rechazar una oferta de trabajo, por miedo a perder cualquier posibilidad laboral de futuro con esa empresa.