«A Recursos Humanos se le exige mesura, control y reflexión en un proceso complejo de transformación»


Juan Manuel Rueda Martín es Director de Organización y Recursos Humanos de CANAL+. Durante la primera parte de la entrevista comenzamos abordando uno de los temas más importantes del profesional que se dedica a los recursos humanos: la integración de empresas. Y en esta segunda parte, exponemos la percepción de la acogida de las personas que han formado parte de un proyecto tan «ilusionante», gracias a «una gran empresa que lo respalda como lo es Telefónica».

«Estos procesos suelen ser largos y complicados por lo que al final, cada una de las personas que ha participado tendrá su historia que contar», explica Juan Manuel Rueda, quien termina asegurando que «en términos generales, todo el mundo ha recibido de una manera muy positiva la llegada de Telefónica».

Asimismo, tratamos aspectos tan primordiales como las claves que no deben faltar en un proceso complejo de transformación empresarial o, el panorama que le espera a la selección y gestión de talento de las compañías que opten por el cambio.

Según el Director de Organización y Recursos Humanos de CANAL +, «nuestras funciones clave son completamente necesarias y sobrevivirán» a un proceso de transformación digital. «Es muy probable que algunas funciones y roles cambien en los próximos años, pero está claro que las empresas más competitivas van a necesitar captar y retener a los mejores profesionales, crear flujos de trabajo fáciles e intuitivos y diseñar modelos organizativos acordes con la estrategia del negocio», concluye.

¿Cómo está afectando a los colaboradores de CANAL+ este proceso de venta?

Es imposible responder esa pregunta y no entender de la situación complicada de la que venía CANAL+ en los años anteriores. En términos generales, todo el mundo ha recibido de una manera muy positiva la llegada de Telefónica. Ante nosotros se abre un gran e ilusionante proyecto y una gran empresa que lo respalda.

Estos procesos suelen ser largos y complicados por lo que al final, cada una de las personas que ha participado tendrá su historia que contar; donde algunos ven oportunidades otros ven amenazas, donde algunos ven debilidades otros ven fortalezas. Lo importante es que para el proyecto y el conjunto de la organización la noticia es tremendamente positiva.

Todos los que estamos en el negocio y en el sector entendemos y comprendemos las dificultades para sobrevivir solos en un escenario tan complejo y dinámico como el que actualmente se presenta para la televisión y los demás medios de comunicación. Contar con un dueño con la fortaleza y el empuje de Telefónica es sin duda una garantía de éxito.

¿Qué metas le quedan pendientes por alcanzar en este proceso aún abierto?

Aunque por la intensidad del trabajo parece que llevamos mucho más tiempo, la verdad es que todavía estamos en un momento muy incipiente del proceso, todavía nos queda mucho camino y mucho trabajo por delante.

Estamos empezando; en la fase inicial todos los esfuerzos de los equipos se han centrado en diseñar una oferta, un producto que satisfaga las expectativas de los clientes de Telefónica. En este tema hemos avanzado mucho y muy rápido; la nueva oferta de Movistar+ y la puesta en marcha del nuevo Canal #0 son una prueba de ello.

Tenemos todavía muchas tareas que realizar y todas muy importantes; afinar nuestro modelo de negocio, enfocar nuestros recursos a los ejes estratégicos de la Compañía, diseñar una organización que responda a esta estrategia, adecuar nuestros procedimientos a la cultura de Telefónica y mantener un alto grado de motivación y compromiso de los profesionales que deben acompañarnos en este viaje.

Los procesos de transformación empresarial son una verdadera prueba para los profesionales de los recursos humanos. Su trayectoria en este sentido es amplia, ¿qué recomienda a un compañero que se enfrente por primera vez a un proceso complejo de cambio?

Es cierto que a lo largo de mis años de carrera he vivido muchos proyectos de cambio y transformación organizativa. Lo primero, y posiblemente más importante, que he aprendido es que por mucha metodología o manuales sobre gestión del cambio que conozcas, cada proceso es único e irrepetible. Una vez dicho esto, hay varios consejos que me puedo atrever a dar, por cierto nada sofisticados:

Aprende, estudia y conoce tu organización, a las personas y los procesos, tanto desde el punto de vista formal como informal. Una vez que creas que los conoces, vuelve a empezar.

Paciencia y prudencia. Los procesos de cambio siempre generan tensión (positiva o negativa) y ésta siempre termina aflorando. A los responsables de Recursos Humanos se les exige como a cualquier otro directivo, pero también se espera de ellos mesura, control y reflexión.

Durante todo el proceso intenta ser generoso con el tiempo que le dedicas a las personas. Entender y adoptar una nueva cultura no es un tema fácil para nadie y necesita por así decirlo de un tiempo “extra”.

La visión a medio/largo plazo. Entiendo perfectamente la presión del negocio y la comparto, pero hay situaciones en las que se debe valorar por encima de todo la capacidad para levantar la cara de los papeles, saber hacia donde vamos y, especialmente, saber explicarlo de manera sencilla.

Se debe tener empatía. Como he dicho anteriormente los procesos de cambio generan tensión y no todo el mundo en la organización es capaz de gestionarla de manera positiva. Es absolutamente imprescindible entender a los diferentes colectivos, sus preocupaciones, sus aspiraciones y expectativas.

Finalmente, si te falla todo lo anterior tira de tu experiencia y del sentido común.

Como se ve, ninguna habilidad es especialmente sofisticada, los conocimientos relacionados con la gestión de los recursos, seguimiento de tareas, organización de equipos, seguimiento de objeticos, etc. presumen “de oficio”.

En su opinión, ¿hacia dónde se están orientando los departamentos de recursos humanos con vistas a un futuro próximo? ¿Cuál es su tendencia evolutiva?

Ya que me gustaría saberlo y poderme ganar la vida como un “gurú” de la gestión de los recursos humanos. La verdad es que es un tema muy interesante y controvertido y que daría para debatir durante horas y escribir varios tratados.

Mi opinión en este tema es bastante modesta. Creo que no hay ni un único modelo ni una única orientación de futuro; el modelo de Recursos Humanos debe seguir al modelo de negocio de la compañía y su grado de evolución dependerá de manera directa del momento “procesal” en el que se encuentre la empresa. No hay un único modelo —es más, creo que sería muy peligroso que así fuera—, sino que dependerá directamente de lo que la organización y los trabajadores nos demanden.

Si prestamos credibilidad a lo que a veces leemos sobre el futuro parece que nos dirigimos a un modelo de empresa casi “virtual”, con trabajadores conectados desde cualquier punto del mundo, con modelos de colaboración múltiples, estructuras organizadas por proyectos y sin prácticamente ninguna jerarquía. Incluso en este entorno, la función de Recursos Humanos —que no necesariamente tiene que estar centralizada en un Departamento específico— es absolutamente necesaria.

Nuestras funciones clave son completamente necesarias y sobrevivirán incluso en un ambiente tan aparentemente “hostil” como el descrito. Seguimos siendo socios y acompañantes del negocio, asesores de la Alta Dirección, guardianes y apóstoles de la cultura de la Compañía y facilitadores de las necesidades de nuestros empleados.

Es muy probable que algunas funciones y roles cambien en los próximos años, pero está claro que las empresas más competitivas van a necesitar captar y retener a los mejores profesionales, crear flujos de trabajo fáciles e intuitivos y diseñar modelos organizativos acordes con la estrategia del negocio.

 

360 Talent realiza el retrato robot del perfil directivo que necesitan las empresas actuales


La mayoría de los manuales de gestión, seguidos hasta hoy por muchos profesionales para dirigir con éxito todo tipo de negocios, han dejado de tener vigencia en la actualidad. La palabra clave es transformación. Los profesionales se ven obligados a ser más flexibles y las habilidades directivas para gestionar equipos de alto rendimiento evolucionan. Por ello, las empresas necesitan ajustar su cultura corporativa y, para ello, es necesario que sean capaces de adaptarse a las nuevas demandas del mercado.

«El directivo de hoy es capaz de identificar con rapidez y precisión cada oportunidad de negocio que se le presenta; va un paso por delante de las exigencias de un mercado muy competitivo y versátil», asegura Albino Rico, socio de 360 Talent. «Existen nuevos roles y normas que cualquier directivo debería dominar», añade. Estas normas se aplican a las distintas dimensiones que forman parte de las competencias directivas.

La mayor parte de la información ya no pertenece exclusivamente a la alta dirección. Con las nuevas tecnologías y la gestión del big data, casi todas las áreas de las empresa comparten los mismos datos, siendo la transparencia uno de los valores más importantes en una cultura empresarial actual y competitiva. «La transparencia es uno de los principios que más contribuyen a crear un equipo de trabajo fuerte. Con ella, se favorece la comunicación entre los departamentos y se refuerza enormemente la confianza entre los colaboradores», subraya Albino Rico.

La capacidad de liderazgo pasa además por saber sacar lo mejor de cada equipo. Y esto se logra cuando el directivo promueve la creación de un entorno sano, dinámico y proactivo. Se trata de inculcar una serie de valores para formar un equipo autónomo y comprometido con su trabajo, capaz de trabajar por objetivos, identificando las oportunidades de negocio, siendo analítico y habilidoso para adaptarse a situaciones de cambio.

El directivo debe aplicarse a sí mismo una regla básica para atraer y retener talento: cuidar el tiempo de ocio de sus colaboradores. En un escenario de trabajo por objetivos, la productividad, organización y eficacia son valores clave que se deben transmitir al equipo. De esta manera, estaremos favoreciendo la motivación entre los empleados, una de las funciones más importantes del líder.

Así pues, el significado de la palabra motivación se amplía. Existe un primer plano que no varía, el económico. Sin embargo, se desarrollan a continuación dos aspectos motivacionales fundamentales: necesidad de identidad como personas y necesidad de sentirse pieza importante en la empresa.

En su papel como gestor de personas, el directivo ha de desarrollar el talento de sus empleados. Cuando sus colaboradores se sienten realizados con su trabajo, existe un desarrollo real de sus carreras profesionales. Se produce así una satisfacción con la que disfrutan de su tiempo invertido en la compañía. Además, el directivo de hoy busca pactos con sus empleados. Se trata de un liderazgo colaborativo, a través del cual nacen nuevos líderes. Los gerentes son capaces de escuchar y convertir en estrategias y soluciones las ideas de su equipo. Para ello, el líder actual consigue que sus empleados se sientan valorados, siendo piezas clave en los equipos de trabajo.

Una vez se ha creado un entorno de trabajo sano, muchos directivos dedican gran parte de su tiempo a innovar. Las exigencias de un mercado tan versátil como el actual, provocan una renovación constante en sectores como el tecnológico, energético, farmacéutico o digital. «Gran parte de los directivos de hoy día busca una reconversión constante y alternativas reales, con futuro, pero siempre dispuestos a evolucionar en función de las necesidades, cada vez más versátiles, de los clientes», asegura Albino Rico.

Con cada una de estas dimensiones funcionales, el directivo encontrará nuevos roles. Será agente y precursor de transformación, gestionará a personas desde una perspectiva más abierta y productiva, y desarrollará habilidades creativas que promuevan precisamente el cambio que necesita su empresa en cada momento.

«De la suma de los colectivos de CANAL+ y Telefónica va a salir mucho talento, dentro de un negocio que se está transformando»


Juan Manuel Rueda Martín es Director de Organización y Recursos Humanos de CANAL+. Durante la primera parte de la entrevista abordamos uno de los temas más importantes del profesional que se dedica a los recursos humanos: la integración de empresas. Y más para todos los profesionales que participen en los medios de comunicación, ya que se produce en un momento en el que «el sector se enfrenta a uno de los mayores retos de su historia».

Nuestro entrevistado está desempeñando actualmente un papel importante en la integración de CANAL+ al gigante de Telefónica. Una labor en la que destaca un cometido principal: «intentar que todo el proceso fluya, que todas nuestras actividades se desarrollen de la manera más tranquila y normal posible».

Juan Manuel Rueda Martín subraya la importancia de las personas que forman parte de una organización en el objetivo estratégico de la misma. De hecho, tiene la certeza de que «uno de los aspectos que ha favorecido el interés de Telefónica hacia CANAL+, se debe precisamente a que hemos sido un proyecto de éxito durante 25 años y eso lo ha provocado la gente que trabaja en nuestra empresa ». «Estoy convencido que Telefónica considera que de la suma de nuestro colectivo y el suyo va a salir mucho talento, gracias al cual surgirá un negocio transformado», añade.

En estos momentos, Juan Manuel Rueda Martín gestiona un total de 925 empleados de plantilla en CANAL+, además supervisa las políticas de recursos humanos que se aplican en CATSA, el call center que da servicio a los clientes de CANAL+.

¿Cómo está organizado el departamento de Recursos Humanos de CANAL+?

Cubrimos lo que denominamos el ciclo completo del empleado:

En primer lugar un área que centraliza todas las funciones relacionadas con la captación, desarrollo profesional, compensación, formación y organización de los recursos. Viene a funcionar como un desarrollador de proyectos que giran alrededor del empleado y del negocio.

La administración de personal funciona como una ventanilla de servicios al empleado y se encarga de los temas relacionados con la nómina, gestión administrativa, control de incidencias, externos, etc.

Otro área importante es la que se dedica a los aspectos relacionados con la estrategia y definición del modelo de relaciones colectivas y a gestionar las relaciones con los Comités de Empresa.

Finalmente, existen otras funciones que podríamos denominar como “higiénicas” y que resultan importantes para el buen funcionamiento de la empresa, tales como la información de gestión (cada vez más relevante por la creciente importancia de la gestión y análisis de los costes), la prevención de riesgos o la gestión de beneficios sociales.

Nuestra empresa y sobre todo, nuestro negocio tiene sus peculiaridades por lo que funcionamos de manera independiente a Telefónica, aunque como es lógico coordinamos actuaciones de manera conjunta.

¿Qué tipo de perfil están demandando actualmente?

La integración con Telefónica ha provocado un cambio en nuestra organización y una redefinición en el modelo de negocio. Por primera vez después de bastantes años estamos empezando a crecer en lo que denominamos “nuevos ejes estratégicos”.

Nuestro crecimiento tanto interno, a través de la reubicación y capacitación de nuestros profesionales, como externo a través de la captación de nuevo talento, se está produciendo fundamentalmente en dos áreas: Publicidad y Producción de Contenidos (programas, retransmisiones, cine y series).

¿A qué retos se enfrentan los directivos del sector televisivo?

En esto no somos una excepción, básicamente nos enfrentamos a retos muy similares a los que se enfrentan los directivos del resto de medios de comunicación.

Tenemos un entorno digital que todo lo está empezando a dominar y un número cada vez mayor de clientes que empieza a disfrutar de su ocio audiovisual de una manera completamente diferente a la tradicional. Estamos pasando de un ocio televisivo centrado en el salón de casa a un entorno multiplataforma, donde cada miembro de la familia disfruta de lo que quiere ver dónde quiere.

Por tanto, dos retos fundamentales de cara a un futuro que ya tenemos aquí:

Por un lado, cómo vamos a satisfacer a este cliente que de una manera vertiginosa está cambiando sus gustos y hábitos de consumo: ¿qué productos le interesan?, ¿cómo quiere consumirlos?, ¿en qué momento y dónde?, etc.

Por otro lado, y no menos importante, qué estrategias debemos poner en marcha para capturar valor e ingresos del mercado: ¿qué hacemos para incorporar a un nuevo cliente?, ¿cómo podemos mejorar el valor del producto?, ¿cuál es la mejor estrategia para retener los ingresos recurrentes de nuestros clientes?, etc.

Creo que el sector de medios está en un momento absolutamente apasionante y ante uno de los mayores retos de toda su historia.

¿Cuál es el papel que concede su organización a su departamento?

Los Departamentos de Recursos Humanos siempre están muy cerca de la estrategia del negocio. No debemos olvidar que al final las personas son las que provocan que las cosas ocurran; nada se puede hacer sin ellas.

En nuestro negocio, y desde una perspectiva puramente económica, los costes realmente relevantes son los correspondientes a la compra de derechos tanto deportivos como los relativos a cine de estreno o series. Sin embargo las personas son las que consiguen dar personalidad propia a una cadena y la que dan valor a esos contenidos. Esa “inteligencia/talento aplicada al contenido” es lo que realmente nos diferencia.

Creo que uno de los aspectos que ha favorecido el interés de Telefónica hacia CANAL+, se debe precisamente a que hemos sido un proyecto de éxito durante 25 años. Creo sinceramente que una gran parte de este éxito se lo debemos a los profesionales que nos han ayudado durante todo este tiempo.

El valor de CANAL+ no son sólo los derechos que hubiera adquirido y pudiera explotar, su valor está en el proyecto en su globalidad y parte de este proyecto son las personas que lo hacen posible. La decisión de Telefónica de comprarnos me parece muy inteligente y oportuna; de la suma de estos dos colectivos va a surgir mucho talento dentro de un negocio que está en pleno proceso de transformación.

Durante este proceso de venta de CANAL+ a Telefónica, usted está desempeñando un papel muy importante en la integración de ambos colectivos, ¿en qué está consistiendo su participación?

No más que otros muchos compañeros que han puesto todo su dedicación y esfuerzo a que el proyecto salga bien. En cualquier caso, el papel del Departamento de Recursos Humanos siempre hay que verlo a medio/largo plazo.

Una cosa es que nosotros hayamos sido capaces en un tiempo récord de crear una oferta comercial convergente con Telefónica, y otra cosa es que organizativamente y culturalmente todo el trabajo esté concluido; como es fácil de imaginar, este trabajo va a llevar un poco más de tiempo.

Somos dos empresas con culturas fuertes y arraigadas. Nuestra empresa se integra en una de las empresas más grandes y exitosas del mundo, como es Telefónica. Está claro que ambas partes (sobre todo nosotros) tenemos mucho que aprender del otro.

De esta manera mi objetivo fundamental se simplifica; intentar que todo el proceso fluya, que todas nuestras actividades se desarrollen de la manera más tranquila y normal posible. Sólo con conseguir eso daría mi trabajo por satisfecho.

«Si lideramos los cambios, nadie cuestionará nuestro rol en la dirección de la empresa»


Carina Cabezas es directora corporativa de Recursos Humanos en Sodexo, empresa líder en servicios de Calidad de Vida para empresas, instituciones, hospitales y centros de tercera edad, colegios, universidades,… El talento es el factor común de los equipos que integran la compañía, que cuenta con más de cien profesiones distintas.

De modo que el trabajo del departamento de Recursos Humanos se clave en el éxito de Sodexo. Y así lo refleja durante la entrevista su directora. «Nos caracterizamos por ser un agente más de negocio que tiene como finalidad contribuir a que la compañía alcance sus objetivos».

El papel de Recursos Humanos como business partner se confirma, cada vez más, en las grandes compañías. Para que esto suceda, Carina Cabezas asegura que los profesionales en la gestión de personas «deben creerse su rol de impulsores de innovación y adaptación a los cambios». «Si lideramos los cambios para generar beneficios, nadie cuestionará nuestra labor en la dirección de las grandes empresas

Sobre el futuro que le depara a Recursos Humanos y las diversas acciones que lleva a cabo Sodexo para la atracción y retención de talento, hacen que la entrevista sea un aprendizaje para los profesionales del sector.

¿Qué tipo de perfil representa la cultura de Sodexo?

Cuando hablamos de cultura en Sodexo siempre hablamos de lo importante que son para nosotros los tres espíritus como ejes centrales que nuestros colaboradores deben tener siempre presente: Espíritu de Servicio; Espíritu de Equipo y Espíritu de progreso.

Cada uno de estos Espíritus refleja la relación que tiene la empresa con sus colaboradores, consumidores y con sus clientes. Somos una compañía que tiene como misión mejorar la calidad de vida de nuestros clientes, usuarios de servicios y colaboradores y eso solo se logra con el trabajo en equipo basado en el respeto hacia los demás, respecto a las reglas, ayuda y colaboración y capacidad para escuchar. Todo ello orientado a conseguir la excelencia en la prestación de servicios y el crecimiento de nuestro negocio.

¿Qué se encuentra el empleado que llega por primera vez a su compañía?

Se encuentra con un Plan de Integración que consta de diferentes etapas. La primera sobre el conocimiento de la Compañía. Es importante que la persona descubra donde está y comparta la misión, valores y objetivos. Una segunda fase de formación técnica y una tercera fase de inmersión en el rol con la ayuda de un mentor. Este proceso dura 90 días transcurridos los cuales realizamos una entrevista para saber si se han cumplido sus expectativas. Creemos que es muy importante ese periodo de 90 días. El colaborador debe haberse enamorado de Sodexo en esa etapa. Si no lo ha hecho, hay que reorientar el proceso.

¿Qué habilidades cree que no deben faltarle a un buen líder?

Un líder debe ser el motor y el referente de su equipo. Con todo lo que eso conlleva.

¿En qué consiste su plan de bienestar?

Hablar de bienestar en Sodexo es algo que enlaza directamente con nuestra misión de mejorar la calidad de vida también de nuestros colaboradores.

Para nosotros, que nuestros colaboradores sean felices mientras trabajan, es una prioridad. Áreas como la salud, el deporte, la dieta, el entorno físico ayudan a conseguirlo. Ponemos a disposición de nuestros colaboradores tratamientos de medicina tradicional china, osteopatía, fomentamos buenos hábitos alimenticios —en nuestras oficinas disponemos siempre de fruta fresca—, por algo somos la Compañía con más dietistas a nivel mundial.

No podemos olvidar las medidas implantadas sobre flexibilidad horaria y teletrabajo para ayudar a balancear la conciliación entre la vida familiar y profesional.

¿A qué retos se enfrenta el departamento de recursos humanos?

—En primer lugar, somos los catalizadores del cambio. El departamento de RRHH es el agente facilitador que ofrece la guía para la exploración de caminos no establecidos. Hoy en día las organizaciones nos transformamos muy rápidamente con el objetivo de adaptarnos a entornos altamente cambiantes. Es ahí donde RRHH lidera el proceso para poder gestionar el cambio y saber desenvolvernos en nuevos entornos complejos.

—Atraer y desarrollar el talento de la compañía. Sabemos que el talento es un bien escaso por lo que desarrollamos medidas para atraer, fomentar y retener a los mejores profesionales en su puesto de trabajo. Ello implica invertir esfuerzos, no sólo en las áreas básicas de RRHH como son selección, formación y compensación, sino también en otros apéndices importantes de esta área como son la comunicación interna o bien adoptar algunas técnicas propias del marketing tradicional y aplicarlas a los recursos humanos.

—Por último, el reto de la diversidad e inclusión. Es uno de los aspectos más importantes que hoy por hoy tenemos encima de la mesa. La diversidad e inclusión desde siempre ha formado parte del ADN de Sodexo y para nosotros representa un eje fundamental que nos ayuda a obtener soluciones innovadoras para el negocio. Sabemos que la gestión adecuada de esta diversidad es la que nos permitirá seguir obteniendo grandes éxitos.

¿Qué soluciones aplica su equipo para paliar esas dificultades?

Nuestro enfoque nunca es el de enfrentarnos a las dificultades. Son retos de los que aprendemos por lo que, al final, siempre son beneficiosos. El equipo de RRHH de Sodexo se caracteriza por ser un agente más de negocio que tiene como finalidad contribuir a que la compañía alcance sus objetivos. Tenemos que liderar los procesos, ser los más exigentes y los más fuertes en todos los sentidos.

En política de formación, ¿qué medidas están teniendo más éxito entre los colaboradores?

El éxito de nuestro programa de formación no se mide tanto por la satisfacción del propio participante sino por el propio ROI de la formación desarrollada. Hoy por hoy tenemos implementadas diferentes herramientas que van enfocadas a asegurar que la formación no sólo consista en la asimilación de nuevos conocimientos o habilidades por parte de los colaboradores, sino también en la transferencia e impacto de estos nuevos conocimientos o asunción de nuevas habilidades en el puesto de trabajo. Por otro lado, en Sodexo estamos huyendo de la clásica formación presencial y estamos implementando nuevas metodologías formativas como, por ejemplo, pueden ser Programas de mentoring orientados a seleccionar el enfoque pedagógico adecuado según los objetivos perseguidos

Su compañía es reconocida como uno de los mejores sitios para trabajar, ¿cuál cree que son las principales claves para su éxito?

Sodexo es una Compañía que es reconocida como líder en el sector y como referente en todos los ámbitos. Cada dos años llevamos a cabo una encuesta de compromiso denominada Engagement Survey, que nos permite medir el compromiso de nuestros colaboradores y desarrollar medidas orientadas a aumentarlo.

Somos una Compañía con unos sólidos valores y que cumplimos lo que decimos. Desde hace muchos años alcanzamos los objetivos fijados, ofrecemos una carrera profesional a través del 90% de promociones internas y, además, seguimos creando empleo. ¿Cómo no va a estar la gente a gusto trabajando aquí?

¿Qué medida de compensación prefiere aplicar a sus colaboradores?

En temas de compensación estamos desarrollando planes de retribución flexible para los diferentes colectivos de la Compañía, lo que permite una personalización del Plan de Beneficios. Las personas de 30 años valoran más un Plan Médico que un Plan de Pensiones. No nos sirve el pan para todos.

Hablar de compensación hoy en día trasciende no sólo aspectos como son los propiamente dinerarios —establecimiento por ejemplo de un programa de incentivos variables retador para los colaboradores—, de aspectos relacionados con beneficios sociales —coches, seguro médico, cheques guardería o de comida…—, sino también de lo que hoy en día se denomina retribución emocional que engloba todo aquello que percibe un profesional en una empresa relacionado con las políticas de reconocimiento, la conciliación, la cultura empresarial o el desarrollo intelectual y profesional del empleado, entre muchos otros.

En su opinión, ¿hacia dónde se están orientando los departamentos de recursos humanos con vistas a un futuro próximo? ¿Cuál es la tendencia?

Precisamente esa es la clave. Nuestra función es estratégica. Tenemos que creernos definitivamente nuestro rol impulsor de la innovación y de la adaptación a los cambios tecnológicos, sociales y culturales.

Si estamos al lado del negocio, si lideramos y monitorizamos los cambios y dejamos de ser un centro de coste para generar beneficios en el ámbito de nuestra propia gestión, y del global de las compañías, nadie cuestionará nuestro rol en la dirección de grandes empresas.

¡Ayúdame ‘influencer’!


No es fácil. Muchas empresas sufren cada vez más la temida hora de la transformación estratégica. Colaboradores y directiva se echan las manos a la cabeza cuando se pronuncia esa palabra: cambio. Un término vital para la supervivencia competitiva de las empresas.

Y es que las personas funcionamos a base de hábitos. Así estamos confirmados científicamente. Nuestro cerebro tiene una costumbre muy poco saludable para la innovación. Nos habituamos a una serie de patrones que además buscamos inconscientemente. Todos los colaboradores —incluyendo a todos los directivos— necesitan un periodo de adaptación y aprendizaje. A veces es costoso pero compensa por su retorno de la inversión. Y en otras ocasiones, la empresa se llega a plantear si realmente a quien tendría que haber cambiado es al personal —en el peor de los casos.

Además, cuanto más tiempo pasa para realizar un cambio, por muy pequeño que sea, sus ondas expansivas modificarán todo lo que encuentre por su paso. Por ello, es vital que acostumbremos a las personas a cambiar. Al final y al cabo, estaremos inculcándoles el hábito de cambiar y a romper contra ese anquilosamiento. ¿Cómo? Existen infinidad de maneras de hacerlo a través de multitud de herramientas para llevarlo a cabo.

La planificación es la madre de todas las formas y utensilios para llevar cabo transformaciones con el riesgo optimizado. Durante el cambio, las empresas pueden dejarse datos por el camino que termine afectando en el cliente como el último eslabón. De modo que a través de un pertinente plan de contingencia, a una adecuada formación que ayude a los empleados en su transformación, no hay por qué asustarse.

Tendremos miedo cuando el plan de comunicación interna no exista. Y es que «no hay peor impacto que aquel que viene provocado porque la gente no tiene información», aseguró la directora de Recursos Humanos y Comunicación de Altran, Alicia Sánchez Ruiz.

Por eso, durante un proceso de transformación empresarial, los profesionales que gestionen capital humano deben, primero, aliare con el departamento de comunicación – si es que no lo están haciendo ya -, y segundo, buscar un aliado que sea clave en su estrategia de transmitir el por qué, para qué y qué del cambio estratégico de la empresa a los colaboradores.

Este tipo empleado estratégico reúne muchas de las cualidades del influencer del mundo del marketing. Se podría decir que funciona casi de a misma manera. Se trata de un empleado respetado, empático, que congenie bien con los demás y que en definitiva tenga una gran competencia de liderazgo. No hablamos de directivo en sí, sino de un colaborador que comparta las mismas responsabilidades que sus compañeros. Será una persona a la que acuden sus compañeros cuando tengan dudas o problemas, el punta de lanza que será el aliado perfecto para beneficiar tanto a la empresa como a sus compañeros. Desvinculado de los oficiales sindicatos de las grandes empresas. Algo más informal.

Siempre y cuando se de una adecuada comunicación y se utilice un plan estratégico eficiente, la figura del influencer podrá suavizar esa onda expansiva y evitar que el clima laboral se intoxique. El estrés entre los empleados será menor y sus intenciones por ignorar el cambio o sabotearlo se reducirán a la mínima expresión.

Lo que no se debe olvidar en las fusiones empresariales


Todo cambio empresarial, sea de la magnitud que sea, implica un especial cuidado con respecto a la gestión de personas. Damos un salto hacia el exterior de nuestra zona de confort, lo que supone ya de por sí todo un éxito. Sin embargo, es conveniente una adecuada y minuciosa planificación para hacerlo de una manera segura y optimizando el riesgo.

Esta será una de las pruebas más importantes de los profesionales de recursos humanos. Se trata de un examen de tal calibre que pocos de ellos terminan manteniendo su posición en la empresa. Por eso, partimos de una base indispensable que todo el que esté dispuesto a afrontar cualquier transformación debe tener en cuenta: considerar al departamento de recursos humanos como Business Partner. A partir de ahí, podemos seguir escribiendo las líneas de nuestra planificación.

Con las fusiones empresariales, las compañías se transforman y con ellas sus estrategias principales —en ocasiones también lo hacen hasta culturas y misiones. Por este motivo, la planificación que rija Recursos Humanos debe estar alineada con los mismos intereses de la organización. Será su socio, su mano derecha y su aliado. Sin unos objetivos compartidos, cada uno irá en una dirección y terminarán por destruirse los vínculos que mantenían unidos a todos los colaboradores.

Incluso, antes de cerrar cualquier proceso de negociación, el personal de selección puede trabajar activamente con la dirección general de la empresa para encontrar las oportunidades externas de fusión. Es lo que se conoce como la iniciación de contactos y se trata de una labor muy indicada para externalizarla a consultoras. Esta fase primeriza supone identificar y estudiar a los candidatos más atractivos, buscar información sobre ellos, preparar la oferta, alcanzar finalmente un acuerdo sobre plazos y condiciones. Y esto es algo que muchos profesionales de selección están acostumbrados a hacer cada día.

Además, muchos de los psicólogos que forman los departamentos de gestión de personas suelen ser los profesionales mejor indicados para asesorar una negociación exitosa. Por dos razones principales: la primera, porque sus intereses serán los mismos que la firma a la que representan -contando también con una alta capacidad para mediar entre ambas empresas; y segundo, porque se trata del experto por excelencia en la gestión de las relaciones entre personas. El resultado será un ambiente favorable para el diálogo, en el que se llegue a un acuerdo sobre aquellos temas en los que existen algunas diferencias, y en el que se converse con los temas que coincidan. Por ejemplo, aspectos como la elección del nuevo nombre, la necesidad de modificar o cambiar estrategias, quienes serán los socios principales, entre otros.

Una vez el acuerdo sea correspondido entre ambas partes, el equipo de recursos humanos se debe poner manos a la obra para diseñar equipos de trabajo formados por miembros de las dos firmas implicadas en la fusión. ¿El objetivo? Resolver temas específicos que afecten a las empresas fusionadas.

Al mismo tiempo, las personas irán cambiando y será más difícil –no tiene por qué ser inestable si se hace bien- el coordinar y gestionar la transformación de los equipos. Conviene pues, reforzar el área de supervisión y evaluación del personal. Escuchar, preguntar e interesarse, serán nuestros verbos aliados para el éxito de la fusión entre personas.

Y es que estamos hablando de comunicación pura. Recursos Humanos y Comunicación Interna deben trabajar conjuntamente. Las dos áreas de las empresas buscarán un clima propicio para el cambio, pero sobre todo, tratarán de comunicar a todos el papel de quienes llevarán a cabo el proceso y manejarán las diferencias culturales entre los diferentes equipos. A fin de cuentas se trata de informar de los nuevos roles y funciones establecidos. Y que, los aspectos claves para llevar adelante una transición eficaz se encuentran principalmente en el manejo de la información y la definición de mecanismos de comunicación eficientes.

Listos para el cambio: gestión de personas


Si en la anterior publicación analizábamos un futuro no tan lejano del funcionamiento de los procesos de selección, este martes nuestro foco será la gestión de personas. Pero no sólo la que concierne al departamento de recursos humanos, sino también la relativa a una de las habilidades que más se valoran en los directivos de hoy día: la gestión que realizan como líderes de equipos de trabajo.

La parte estratégica de las empresas tradicionales está controlada y dominada por unos pocos socios, directivos o grupo muy específico de personas. Sin embargo, a medida que el mercado crece, se desarrolla y se aprovechan más esferas de nuestro entorno, se hace imprescindible ampliar ese círculo. Los departamentos se encuentran mejor conectados entre sí. Ya sea por el open space office o por las nuevas formas de relaciones laborales, cada área necesita retroalimentarse de cada una de las partes que forman la organización. Las funciones se amplían, las responsabilidades se extienden y en los planes estratégicos se tienen en cuenta cada vez más agentes.

Siguiendo este nuevo planteamiento, el significado mismo del departamento de recursos humanos se transforma. Su razón de ser ya no se centra únicamente en selección, gestión de nóminas y notificación de despidos, ahora la labor principal es diseñar conjuntamente con la directiva de la empresa una estrategia que unifique los objetivos globales con los medios necesarios. Y uno de esos vehículos para conseguir los resultados marcados es precisamente el empleado. Por este motivo, su papel como business partner es primordial para dirigirse por el camino que la compañía quiere.

Además, suele darse con mayor frecuencia de lo habitual la existencia de una gran brecha entre plantilla y cúpula directiva. En su papel de intermediario, Recursos Humanos tiene la capacidad para estrechar lazos. El departamento debe ser el transmisor de una visión realista del funcionamiento interno del personal para unos, e informar a los otros del planteamiento estratégico, de los objetivos y de la razón por la que día tras día cada trabajador ocupa su lugar en la empresa.

¿Qué ocurre cuándo se está en medio de un proceso de transformación? Este es el escenario más crítico para el profesional que trabaja con capital humano. Es el momento en el que se aprecia si es realmente competente o no, en cuanto a gestión de personas. Cuando una empresa decide optar por el camino del cambio pueden surgir muchas incertidumbres, miedos, sospechas e incluso una enorme ola de pánico puede golpear con fuerza la oficina. Para eso está la labor del departamento. Si éste trabaja mano a mano con la directiva, le será más sencillo informar y tranquilizar al empleado en cada una de las fases del proceso. De modo que se generarían tres dimensiones paralelas y claves para el éxito de la propia transformación: Recursos Humanos es aliado de la operación, agente precursor e instancia consultiva.

Por ello, una de las preguntas que pueden surgir tras las transformaciones empresariales es: ¿comunicación interna y recursos humanos deberían estar coordinados bajo una misma dirección? Otro post se merece una versión extendida para dar respuesta a esta pregunta.

En el proceso de selección explicábamos el nuevo papel de los reclutadores con las relaciones laborales emergentes. Pues bien, esos nuevos vínculos generan otro tipo de gestión del capital humano. La globalización, por ejemplo, da paso a incrementar el esfuerzo por encontrar nuevas fórmulas con las que gestionar la movilidad de los empleados, cuyos periodos de tiempo en diferentes localizaciones son cada vez más reducidos. Muchos equipos de trabajo se encuentran repartidos por distintos países y sedes, lo que deriva en un trabajo más complejo para Recursos Humanos.

Pero no sólo las competencias de este departamento se amplían, sino que las funciones de los directivos también se extienden. Corren tiempos en los que la polivalencia cobra un papel primordial para cualquier profesional. «Cuantas más funciones seas capaz de controlar, más rentable saldrás para la empresa» –o al menos así se puede apreciar desde el exterior si es que eres también productivo. Esta concepción es la que adopta también cualquier profesional. El directivo tiende a ser más polivalente para competir mejor en su mercado laboral. Se amplían sus competencias y con ellas la de gestionar a personas. Por esta razón, es fundamental que cada líder de equipo de todos los departamentos guarden un especial vínculo con Recursos Humanos. Aprender a implementar salario emocional no resulta tan sencillo como se puede pensar.

Así pues, los directores de línea, con sus nuevos roles, funciones y responsabilidades, trabajan -y trabajarán si no lo hacen ya- mano a mano con el departamento de recursos humanos. Incluso, pueden hasta externalizar ellos mismos estos servicios de consultoría de recursos humanos. Lo que tiene mucho sentido, pues sirve de apoyo mientras el profesional se centra en el desarrollo de su área de negocio.