Practica con estos acertijos el pensamiento lateral


Existen muchas perspectivas para afrontar los problemas. Las cosas no sólo tienen una cara. Y eso es lo que se potencia precisamente con el pensamiento lateral. Lo que más se valora en estas ocasiones es ser capaz de encontrar soluciones gracias a caminos alternativos. De hecho, cada vez son más las empresas que prefieren personas disruptivas, flexibles e innovadoras en sus equipos de trabajo. Estos profesionales resuelven los problemas cuando todo indica que no hay respuesta o saben cuándo cambiar las cosas.

Por suerte, se puede potenciar esta menara de afrontar realidad. El pensamiento lateral es el conjunto de técnicas que se emplean para generar ideas creativas pero organizadas y siempre encaminadas a problemas o conceptos que tenemos en mente. Es lo contrario al pensamiento lógico. Estamos acostumbrados a ir resolviendo paso a paso y de forma directa cada problema, pero con el pensamiento lateral buscamos potenciar la perspicacia, creatividad y el ingenio. A largo plazo, se ampliará nuestra capacidad resolutiva, ejercitaremos nuestra habilidad para ver las cosas bajo todos los prismas que podamos fabricar.

En definitiva, todo se basa en el tratamiento de la información. Y es que según la definición del pensamiento lateral, las ideas parten desde nuestro interior, y no surgen gracias a elementos externos. Gracias a la reestructuración de la información disponible mediante la perspicacia y agudeza, obtendremos soluciones mucho más innovadoras y sobre todo útiles. Ya no existen barreras en este proceso.

Sin embargo, el objetivo del pensamiento lateral no es elaborar ideas correctas como puede entenderse así. Su función es la de generar un gran número de ideas, que luego se examinarán y valorarán. Con este aplazamiento del juicio crítico se aplaza la condena de las ideas que por prejuicios pueden ser inadecuadas. Y es que el aplazamiento del enjuiciar da como resultado una de las mejores ventajas de este tipo de técnicas creativas: las ideas sobreviven.

Este concepto tan característico fue acuñado por Edward de Bono, en su libro New Think: The Use of Lateral Thinking (1967). A él debemos su definición y desarrollo teórico. Por su parte, el británico Paul Sloane recoge en algunos ejercicios de pensamiento lateral para ponernos manos a la obra y dar rienda suelta a nuestra creatividad. Un buen plan para esta tarde de lunes no lectivo para unos pero víspera de fiesta para todos.

Fácil: el hombre en el ascensor

Para comenzar, he aquí uno de los más viejos y conocidos problemas de pensamiento lateral. Dice así: Un hombre vive en el décimo piso de un edificio. Cada día toma el ascensor hasta la planta baja para dirigirse al trabajo o ir de compras. Cuando regresa, siempre sube en el ascensor hasta el séptimo piso y luego por la escalera los restantes tres pisos hasta su apartamento en el décimo. ¿Por qué lo hace?

Moderado: agua y vino

Sobre la mesa hay dos vasos. Uno contiene agua y el otro vino. Ambos contienen exactamente el mismo volumen de líquido. Si se toma una cucharada de agua del vaso correspondiente y se la vierte en el vaso de vino, y luego se toma una cucharada del vaso de vino y se la vierte en el de agua, ambos líquidos quedan contaminados. Pero, ¿cuál es el más contaminado? ¿Contiene el agua una mayor proporción de vino que el vino de agua o es al revés?

Difícil: muerte en el prado

Un hombre yace muerto en un prado. Cerca de él hay un paquete cerrado. No hay ninguna otra criatura en el prado. ¿Cómo murió?

Hombre en el bar

Por su brevedad, simplicidad y dificultad, este acertijo tiene algunos méritos para ser considerado el mejor acertijo de pensamiento lateral de todos los tiempos.

Un hombre entró en un bar y solicitó al camarero un vaso de agua. Nunca antes se habían encontrado. El cantinero sacó un arma de debajo del mostrador y apuntó al hombre. El hombre dijo: «Gracias» y se fue. ¿Por qué?

Soluciones.

Brainswarming: dale sentido a las ideas de una manera natural


La innovación siempre ha significado eso paso por delante que dan las empresas de éxito. Reinventarse, empezar de nuevo y sobre todo, saber cuándo hacerlo es básico para destacar en el mercado laboral. Por tanto, el reto para muchas compañías es generar ideas originales de la nada, que aporten valor a su talento y a sus clientes.

Se trata de un proceso complejo que muchas veces se ve condicionado por la presión de la competencia. Y es precisamente esta fuerza, la que obliga a que los equipos de trabajo utilicen técnicas para ser creativos y resolutivos al mismo tiempo. La clave está en utilizar esos recursos para generar ideas en base a la necesidades y nichos de mercado existentes. Por este motivo, analizamos una de las prácticas más innovadoras para que la creatividad germine en las reuniones de trabajo: el brainswarming, cuyo significado es ‘enjambre de ideas’.

Ya estamos familiarizados con el brainstorming. Lo que viene practicándose en los últimos tiempos es una técnica muy parecida a la anterior pero que puede potenciar otros aspectos desconocidos del colectivo. Con el brainswarming se sigue manteniendo la misma base: generar una ‘lluvia de ideas’ de las que se podrán aprovechar o transformar unas cuantas. En este caso, la diferencia estriba en que se realiza de una manera silenciosa y ordenada. Es decir, los colaboradores escriben sus ideas en notas de papel con las que van confeccionando una especia de mapa conceptual que resuelve el problema mediante apuntes concretos.

Este enorme gráfico no se genera de manera arbitraria, sino que se establece un orden lógico con cada nota. En primer lugar, se centra en el objetivo final, en segundo lugar, cada idea se enfoca en los sub-objetivos, y por último, las notas van destinadas a identificar los recursos necesarios para llevar a cabo el conjunto de objetivos.

Es importante destacar, que la diferencia entre brainstorming o ‘lluvia de ideas’ y el brainswarming, está en que con el segundo, se pretende buscar la calidad y no la cantidad de ideas generadas. Un trabajo que viene dado gracias a ese orden jerárquico de cada creatividad. Por tanto, lo que veremos en las paredes no es un conjunto de notas sin más, sino un gráfico ordenado que puede diferenciarse con notas de distinto color.

Poco a poco, cada miembro de equipo va añadiendo sus notas guiándose por las que ya están dentro del gráfico. De este modo, el sistema evoluciona de una manera natural y silenciosa, sin el contacto directo entre los colaboradores pues no está permitido hablar. Y es que el brainswarming, en esencia, trata de aprovechar las ideas de otros sin utilizar la interacción directa para moverse en dirección al objetivo propuesto inicialmente.

Resulta una solución muy práctica y eficaz para extraer el talento también de los miembros más introvertidos. Además de ser un sistema perfecto a través del cual no se cohíbe a nadie por las ideas que pueda expresar.

Con el propósito de no forzar la creatividad y obligarla a brotar en una sala de reuniones y en un tiempo estimado, los colaboradores podrán aportar sus ideas sin presión y mientras realizan otros trabajos. En lugar de apuntarse en su libreta aquella solución con lo que avanzar hacia el objetivo propuesto, lo comparten con el resto en el momento que se desee y sin interrumpir al equipo. Todos podrán aprovecharse de esa anotación para ir un paso por delante en la resolución del problema.

Se suele poner de ejemplo la técnica empleada por las hormigas en su labor en equipo. Cada una deja un rastro de feromonas con las que van avisando a las siguientes el camino marcado, sin que haya entre ellas una interacción directa. Ocurre muy parecido con el brainswarming. En lugar de feromonas, son conceptos en forma de notas ordenadas los que van guiando hacia el objetivo a cada colaborador.

Existen muchos otros métodos con los que aprovechar la capacidad creativa del equipo. Desde la ‘técnica Dalí’ con imágenes hipnóticas hasta un listado de atributos o la conocida como ‘Ideart’, por la que se estimula la creatividad a partir de obras de arte, pinturas o figuras abstractas. Sea cual sea la técnica, es importante conocer bien a cada colaborador para que en base a ello seleccionar la herramienta más adecuada a la fisionomía del grupo.

 

¿Qué tal si ponemos a prueba el teletrabajo?


Lo normal y lo que suele recomendar para atraer y mantener el talento en las empresas, es proporcionar una flexibilidad laboral que le permita al empleado a conciliar de la mejor forma posible trabajo y familia. Por ello, cada día son muchas la compañías que estudian y diseñan fórmulas interesantes tanto para la propia empresa como para el conjunto de colaboradores. Así pues, no cabe duda que esta tendencia es cada vez más apreciada y buscada por los departamentos de recursos humanos. Por eso, sorprende leer artículos que explican las razones por las que algunas empresas prefieren mantener a sus equipos de trabajo en la oficina. Y sorprende más si cabe, asentir con la cabeza una vez leída cada una de sus explicaciones. Y es que sus motivos se alejan de atrbuirles la idea de empresas arcaicas con culturas rígidas y encorsetadas, sino más bien todo lo contrario. Las razones son abiertas, frescas e invitan a reflexionar.

Un ejemplo de ello es el de Dave McMullen, de la agencia de publicidad redpepper. Este emprendedor estadounidense es de los que se cuestiona lo establecido, por eso considera que no hace falta mandar a los colaboradores a casa para que sean más felices y por tanto productivos. McMullen se centra en crear una cultura donde la creatividad, innovación y las expectativas de sus empleados se concentren en un lugar: la oficina. Crear ambientes estudiados al detalle para que los equipos se sientan libres y casi mejor que en sus propias casas, es una de sus prioridades. Y más cuando se trata de un sector donde la creatividad debe fluir por todos los rincones del centro de trabajo.

Un punto de vista que nos viene a reflexionar sobre si es o no tan productivo implantar el teletrabajo en nuestras corporaciones. Vivimos en un mundo donde las empresas del futuro serán las que en lugar de competir cooperarán. Este es el pensamiento de muchas organizaciones que ya llevan tiempo trabajando a través de colaboraciones muy beneficiosas para sus arcas. Lo que derivará en la nacimiento de nuevas relaciones laborales interesantes para unos departamentos de recursos humanos mucho más complejos. Los empleados deberán intensificar su labor en equipo y esto no se consigue si cada uno lo hace desde sus hogares.

El ciertos casos, el aislamiento suele ser uno de los peligros más grandes del teletrabajo. McMullen lo sabe bien. Es básico que el espacio de trabajo proporcione todo las herramientas, estímulos, accesorios y comodidades necesarias para que el empleado sienta que sólo irá a casa a descansar y desconectar con la familia. ¿Realmente lo que quieres es trabajar en una cafetería con magníficos sillones, luz ambiental y relajada música? Pues eso es exactamente lo que empresas con este mismo concepto incorporan en sus oficinas. ¿La inspiración la encuentras en salas de relajación, con juegos de mesa e interacciones divertidas? También cada vez más se están incorporando en las empresas salas con futbolines o mesas de ping-pong. Y es que para muchos que comparten el pensamiento de McMullen, la creatividad llama a la creatividad. Dónde se generan nuevas ideas será más fácil que surjan otras igual de atractivas o incluso mejores. El diálogo y las discusiones proactivas entre los empleados suele ser uno de los mayores gérmenes donde nacen ideas espontáneas que más tarde se pulirán también en consenso.

Además, en beneficio de la productividad y para potenciar una mayor y mejor innovación, la gestión de los líderes es vital. Si siempre están en reuniones, la labor que ejerce con y para su equipo no estará tan cuidada y atendida. Una de las soluciones está en fijar un día a la semana dedicado única y exclusivamente a reuniones. De este modo, la parte creativa de nuestra mente se dará un respiro, que tampoco le viene nada mal de vez en cuando.

Un estudio realizado por la consultora tecnológica Altran, confirmó que los perfiles más jóvenes prefieren socializarse y trabajar desde la oficina. Puede ser cierto que su situación familiar condiciona a desechar el teletrabajo, pero también es verdad que la sensación de aislamiento y la necesidad de ampliar su red de contactos determina su decisión, independientemente de su condición familiar.

También, algunos recientes artículos cuestionaban el beneficio de la flexibilidad de la jornada laboral. Al trabajar desde casa también podemos pensar que trabajamos más y no seremos tan productivos como creemos. Así lo pone de manifiesto Karyn Twaronite, experta en diversidad global y autora de un informe de EY. Que no estemos físicamente en la oficia no significa que trabajemos menos y seamos más productivos. Si nuestras oficinas están conformadas por espacios que invitan a quedarse y trabajar libremente en ellos, el empleado no sentirá que tiene que escapar de ellas en cuanto suene la campana. Al contrario, querrá estar ahí para hacer lo que le gusta. Y hacerlo con pasión.

Todo depende, evidentemente, del tipo de negocio, sector y trabajo de los colaboradores. Pero siempre, lo que nunca cambia es que también todo gira a proteger la cultura empresarial y a entenderla como la raíz de la felicidad de los clientes. Buena cultura, deriva en un clima laboral saludable, lo que propicia la satisfacción final de los clientes. El lema es ‘cuida a tus empleados, porque ellos cuidarán de tu empresa’.

Reuniones creativas: generación y evaluación de ideas


Ayer publicamos la primera parte de los aspectos más importantes para que tus reuniones sean lo más creativas posibles. Con equipos competentes, multidisciplinares y multiculturales las posibilidades de éxito innovador son amplias. Sólo hay que saber manejar las herramientas para que los colaboradores se sientan motivados, emocionados, capaces de disfrutar con el riesgo y la aventura que supone proponer soluciones tan creativas como efectivas.

Hablamos del modo más eficaz para elaborar una lista de convocados pertinentes, de las características de una sala que favorezca y evoque al nacimiento de nuevas ideas, de la importancia del tiempo de reunión para que todo fluya adecuadamente y de la necesidad de seleccionar un líder capaz de poner en orden y dar sentido estratégico al brainstorm que se genere durante la reunión.

Pues bien, hoy cerramos la lista de elementos indispensables, para que el cóctel sepa exquisito, con dos aspectos indispensables que por sí solos necesitaban su propio apartado.

—Una vez hemos dotado de un foco creativo donde centrarse con el tiempo suficiente para que los colaboradores pongan a funcionar su cabeza, llega el momento para la generación de ideas en equipo. Se podría decir que se trata de la cumbre de la reunión. Pero, ¿cómo nacen las ideas? Si todos los anteriores puntos se desarrollan adecuadamente – trabajo previo, motivación, comunicación entre los participantes y el líder, o una buena gestión del mismo – el motor está marcha para echar a andar.

Es entonces cuando los colaboradores debe reírse, divertirse y sentirse libres y no cohibidos ni presionados. Para que estas tres reglas se cumplan, paradójicamente es recomendable que los participantes no estén sujetos a normas de lógica o coherencia, que puedan limitar el nacimiento de soluciones tan interesantes como creativas. Es lo que se denomina pensamiento lateral, para el cual existen técnicas específicas.

Los juicios precipitados son una amenaza generalizada para todo el que quiera innovar. Por lo que tendremos un especial cuidado con este concepto limítrofe. Además, el sentido crítico es básico para cualquier propuesta que no eche a perder la eficacia de la reunión.

—El segundo, tan importante como el primero, es el relativo a la evaluación de las ideas generadas. ¿Cómo determinamos el listón de calidad de esas creatividades? Son muchas las circunstancias y elementos que pueden influir en la elección de las soluciones más apropiadas: desde un mal día de algunos de los colaboradores, un escaso sueño o la última novela que el coordinador ha leído y le ha inclinado por esa propuesta. Por ello, se debe partir siempre de la estructura formal de la empresa. Una vez se hayan desarrollado los puntos previos, el equipo debe estar en consonancia con los intereses corporativos. Eso parece lógico, pero lo cierto es que en estas reuniones los colaboradores puede sentirse tan libres que pierdan de un vistazo las principales razones de la existencia del equipo de trabajo.

Además, el líder no debe dejar de aplicar las características de todo equipo de alto rendimiento: comunicación directa, transparente, objetivos claros y alcanzables, conexión con el resto de la organización, mantener el elevado nivel de motivación así como el grado de interdependencia de sus miembros.

Resulta muy productivo guardarse esas ideas y repasarlas más adelante. El cerebro necesita un periodo de maduración para darle un sentido lo más objetivo posible a cada una de las creatividades.

Pasado ese periodo, es hora de cortar hilos. No hay que dejar cosas en el aire. La evaluación consiste precisamente en cerrar el trabajo. Y en ella actuaremos un poco como abogados del diablo. Es momento para preguntarse todas las cuestiones que puedan quedar abiertas.

Para ello, podemos empezar la selección depurando desde lo más prescindible hasta lo que nos pueda generar mayores dudas. Por el camino puede ser que necesitemos más tiempo de incubación para ideas que puedan resultar pertinentes en procesos posteriores. Las guardaremos en la ‘nevera de propuestas’. Seguramente no sirva exactamente la misma pero puede generar otra nueva, muy útil para un nuevo foco creativo.

Ya tenemos la lista de las elegidas. Es momento para establecer un ‘feed-back’ con cada uno de los participantes. No hay nada tan frustrante como emplear tiempo y esfuerzo y no recibir ninguna respuesta.

Reuniones creativas: sácales el máximo provecho


Si ya sólo formar equipos no es un trabajo sencillo, crear grupos en los que nazcan ideas y sugerencias frescas es el doble de complicado. Sin embargo, resulta el triple de placentero cuando un equipo de personas se unen para compartir ideas y afrontar retos de manera colectiva. Para ello, es imprescindible que se establezcan las bases de la motivación, emoción, sensación del riesgo y de la aventura para comenzar el maravilloso viaje de la creatividad.

A veces, las ideas no surgen cuando uno quiere. Por eso se aplican algunas técnicas que las empujen a salir de nuestra cabeza. Un paseo, una canción, un baño relajante, salir a correr al parque, etc. Existen infinidad de elementos y actividades con las que crear un ambiente inspirador. Sin embargo, uno de los momentos donde la creatividad puede fluir por todos los rincones es cuando un grupo de personas se une. Es ahí cuando más debemos aprovechar su poder para resolver los problemas más complicados. Y es que es posible que haya personas que por sí solas, les resulte muy complicado ser creativas. Por eso, cuando se forman equipos de trabajo competentes, las posibilidades imaginativas aumentan considerablemente.

Y para que nuestras reuniones sean lo más provechosas posibles desde el punto de vista creativo, es importante conocer algunos aspectos.

Convocatoria con tiempo. En primer lugar, se deberá planificar con tiempo el objetivo con el que se trabajará. Comunicar a los colaboradores cuál será el foco creativo a desarrollar, permitirá que su mente vaya trabajando inconscientemente en los días previos a la reunión. Al mismo tiempo ese foco es uno de los elementos más importantes de toda la sesión. Definirlo debe ser directo, sencillo y complicado a la vez. Sencillo por porque en una frase se debe resumir la mínima expresión de la esencia de la reunión y complicado porque a veces hacerlo bien no suele ser tan evidente.

Un ejemplo claro de lo diferente que pueden llegar a ser dos tipos de foco: «queremos ideas para vender más», cuando lo que realmente estábamos buscando es «queremos ideas para vender mejor».

Además, si podemos incluir en la convocatoria algún elemento que evoque por ejemplo al nacimiento del nuevo logotipo de la empresa, podrá ayudar más a nuestro equipo en ese precalentamiento mental.

Lista de convocados. Es especialmente importante ser cuidadosos con los miembros a los que se va a invitar a la reunión. Algunas personas detestan este tipo de acontecimientos. Lo único que harán es interrumpir constantemente las críticas constructivas que vayan surgiendo a lo largo de la reunión.

Al igual que seremos cuidadosos con elegir a quién no debemos invitar, también puede ser muy productivo seleccionar a personas que no tengan nada que ver con el objetivo a trabajar. Su punto de vista será ingenuo y podría aportar perspectivas muy interesantes.

Sala multiusos, cómoda y con luz natural. El lugar donde se celebre la reunión será uno de los principales protagonistas de las propuestas que se pongan sobre la mesa. Se recomienda que sea un espacio confortable, pero no demasiado; que proporcione todos los elementos indispensables para una reunión creativa – pizarra grande, rotuladores de colores, proyector de transparencias, posibilidad de audio para incluir música relajante o estimulante, revistas de temáticas dispares, fotografías, libros, etc.

Por supuesto, cobra un especial sentido llevar a cabo reuniones creativas en lugares inusuales. Hace unos días recomendábamos la práctica del ‘Walking meeting’ o paseos al aire libre.

La creatividad necesita su tiempo. Resulta prácticamente imposible generar un gran número de ideas realmente pertinentes, seleccionar las mejores y tomar la decisiones correspondientes o aplicarlas a los objetivos que teníamos marcados, todo ello en media hora. El tiempo es el gran enemigo de la creatividad. Cuando esta se ve presionada por la alarma del reloj suele derivar en bloqueos mentales o ideas forzadas y poco entusiastas.

Para que la creatividad fluya es importante que los participantes se sientan relajados, libres, que no tengan la sensación de que pueden estar dejando de hacer cosas por culpa de la maldita reunión. En definitiva deben disfrutar de ella.

Líder inspirador. El coordinador ha de saber escoger las técnicas adecuadas, controlar los tiempos, procurar que todos participen, frenar las conductas de excesivo protagonismo, esquematizar en la pizarra el brainstorm, impulsar las conversaciones entre grupos, interrelacionar ideas, dirigir la evaluación crítica de las ideas. Un sinfín de responsabilidades y propuestas que el líder deberá saber combinarlas cuando haga falta.

Para facilitar los movimientos creativos, puede usar frases como: «esta idea puede ser imposible pero si la observamos desde esta otra perspectiva nos sugiere que…».

No sirve de nada si soltamos un puñado de ideas y no las nutrimos con un criterio, un orden, sentido común o una visión estratégica. Por eso, el trabajo del coordinador resultan tan importante, y sobre todo si hay participantes que nunca han estado en una sesión creativa.

Rodeados por el efecto Zeigarnik


¿Quién no ha sentido alguna vez esas ganas de terminar algo que no ha sido resuelto? Ya sea en nuestra vida laboral como personal, en muchas ocasiones se genera una tensión que hace recordar una y otra vez los asuntos inacabados, olvidando por completo los resueltos, hayan sido o no satisfactorios. Pues bien, ese efecto tiene nombre y apellidos. Se le conoce como efecto Zeigarnik y fue acuñado por la propia psicóloga Bluma Zeigarnik hace casi un siglo.

Según sus experimentos, las labores inacabadas se recuerdan mejor que las ya terminadas. Es como si nuestro cerebro desechara las tareas realizadas. Les pone un tic y listo. Final de la historia. ¿Qué ocurre con los fantasma que se quedan merodeando en los pasillos de nuestra mente? Generan tensión, ansiedad, nerviosismo, impulso e impaciencia por ponerlos el tic.

Todo comenzó con Zeigarnik sentada en una cafetería. La psicóloga observó que un camarero recordaba mejor grandes cantidades de pedidos que aún no había servido que aquellos que ya estaban sobre las mesas, aunque fueran pocos. Confirmó entonces sus especulaciones de la forma más sencilla. Convocó a un grupo de voluntarios en su laboratorio y les propuso veinte retos mentales, de los cuales la mitad fueron interrumpidos. Al finalizar el experimento, los voluntarios recordaban con mayor claridad las tareas inacabadas que las que habían resuelto satisfactoriamente.

Se puede explicar también en el ejemplo del alumno y la clase ‘incomestible’. Si durante las dos horas que debe estar prestando atención, de vez en cuando se produce una interrupción ­– ya sea en forma de anécdota, llamada de teléfono del profesor o la entrada en clase del estudiante perezoso ­–, según Zeigarnik aprenderá más ya que memorizará mejor el discurso que se quedó a medias. Ejemplo que es perfectamente aplicable a las presentaciones o exposiciones del mundo de la empresa.

La teoría de Zeigarnik nos lleva a pensar en los numerosos consejos a los que estamos acostumbrados a leer o escuchar sobre cómo evitar las distracciones en el ámbito laboral para aumentar la productividad. ¿No sería contradictorio? No sería. Porque el efecto que este lunes nos ocupa lugar no es recomendable en términos de ser más o menos productivo. Lo ideal es empezar una tarea, terminar la tarea. Comenzar otra tarea, terminar esa otra tarea. Evitamos así la multitarea simultánea que tanto daño hace a nuestra productividad.

Otro ejemplo que explica los pros y contras de dicho efecto podría ser la adicción que generan muchos juegos, sobre todo aquellos que resultan interminables. Como el conocido Candy Crush, en el que cuando un jugador pasa de nivel pero pierde siente una necesidad extrema para solventarlo. Esto es adicción y también Efecto Zeigarnik.

En definitiva, «para superar los traumas necesitamos tener conciencia de haber alcanzado una meta, concluido una etapa, superado una fase. Muchas veces esa necesidad se concreta en la búsqueda de un por qué, de una razón que explique los acontecimientos del pasado. Cuando no logramos dar con esa razón, el efecto Zeigarnik hace que los recuerdos sigan atormentándonos hurgando en la herida no cicatrizada.» De esta manera tan fácil y sencilla los aclara el blog “El psicoanalista lector”.

Además, esta tensión que provoca terminar una tarea puede derivar al bloqueo. Lo que explica que cuando nos empecinamos en terminar una tarea, ésta no nos sale lo bien que nos gustaría. Y es que en situaciones de estrés intentamos hacer siempre algo que nos saque de la encrucijada, aunque ese algo resulte contraproducente. Por ejemplo, está demostrado que los porteros paran más penaltis cuando no se decantan por lanzarse a ningún lado y se quedaban en el centro. ¿Por qué se cuelan entonces tantos balones por el centro?

Las aplicaciones del efecto están más presentes de lo que parece

Vivimos rodeados por este el efecto Zeigarnik. Aunque terminó su experimento, ella siempre está rodeando nuestras vida con sus resultados. Por lo que podría decirse que ella misma se contradijo.

Son muchas sus aplicaciones en nuestro día a día. Ya hemos hablado de lo que ocurre con sus consecuencias en el campo de la productividad. Al igual que nuestro ordenador se ralentiza si utilizamos diferentes programas a la vez, a nuestra mente le pasa exactamente lo mismo. Recuerda: empezar tarea, terminar tarea.

En el ámbito de la creatividad sin embargo puede ser hasta conveniente dejar inacabada una labor. A pesar de dedicarnos a otra cosa, nuestro cerebro no deja de trabajar en la actividad creativa que hemos dejado a medias. Por lo que tomarse algún que otro descanso no viene nada mal.

Si nos vamos al ámbito más personal, el ejemplo del efecto Zeigarnik lo vemos todos los días en relaciones que terminan. Si tenemos algo pendiente con la otra persona, nos resultará más difícil olvidarnos de ella. Además, si lo que quieres es que alguien tenga interés en lo que estás contando o mostrando de tu persona, guárdate algo. Ya tendrás tiempo en descubrirte. Misterio que se dice…

Series de televisión, juegos, novelas, anuncios publicitarios… Un sin fin de aplicaciones de un efecto que se ha quedado merodeando alrededor nuestro aunque hayamos descubierto hace tiempo su significado.

¿Qué esconde la máquina de café?


¿Alguna vez te has preguntado la verdadera función de una simple máquina de café? Sí, ofrecer un vaso de plástico, con una varilla y un líquido oscuro que a veces dicen que es café. Sin embargo, sus posibilidades en el entorno laboral son más que proporcionarnos la cafeína suficiente como para terminar el día de una sola pieza y con todos los deberes acabados.

Dejando a un lado el aspecto nutritivo de su producto, nos centraremos en el abanico de ventajas que una simple máquina – a priori insignificante – puede ofrecer desde el punto de vista de la gestión y el desarrollo del capital humano de una empresa.

La primera de todas y la más valorada es la de evitar el ‘síndrome del folio en blanco’. Nos ayuda a potenciar nuestra creatividad, a estar más activos y despiertos, lo que favorece enormemente la motivación diaria que supone cumplir con todas las tareas. Y no sólo nos aprovechamos de la cafeína de nuestro cuerpo, sino también de la del compañero de al lado. Durante el corto periodo que pasamos frente a la máquina de café tenemos la oportunidad de compartir opiniones, ideas y objeciones con compañeros que nos permitan desbloquearnos de labores enquistadas. Además, sólo en el trayecto de nuestra mesa al lugar donde se sirven cafés, chocolates o tés, ya comienzan a surgirnos sin darnos cuenta numerosos estímulos con los que poder desbloquear ese folio en blanco.

Pasan los días e incluso los meses y son muchos los departamentos que apenas tienen comunicación. Conviven cada día en el mismo edificio, pero sus empleados casi ni se conocen. Sin entrar a valorar el desempeño del la comunicación interna de esa empresa, el punto de encuentro que ofrece nuestra máquina de café puede ser clave para entablar relaciones y desarrollar sinergias que podrían ser interesantes para la rentabilidad del capital humano, tanto de cara a la empresa como para el propio networking del empleado. Lo que se relaciona muy directamente con la motivación e implicación de los miembros de un equipo de trabajo. Como si de un imán se tratara, la máquina de café hace de unión entre los colaboradores cuya directiva a penas tiene tiempo de desarrollar la unidad de equipo.

‘Mal de muchos consuelo de tontos’, que se dice. En este caso el empleado que utiliza el descanso frente a la máquina de café no es precisamente un necio. Compartir ese tiempo con nuestros compañeros también puede ayudarnos para mantener la positividad en las largas jornadas condensadas de trabajo. Es el momento de compartir sensaciones con los demás. Lo mismo hasta nos sentimos menos desdichados en la vuelta a nuestro escritorio.

No es que sea la pieza más determinante del estado de ánimo del trabajador, pero sí puede mejorar las relaciones con su entorno. Responder a las peticiones de superiores, compañeros o clientes, o gestionar a los colaboradores en situaciones complicadas, son cometidos que se ejecutan mejor si nuestro humor está al nivel necesario para afrontarlos con ánimo. Mantener una buena actitud en el trabajo siempre ha aportado mejores soluciones que implantar otra barrera más al problema a través de las malhumoradas ‘caras largas’. Además, el dolor de cabeza provocado por esos callejones sin salida también se rebaja notablemente con una buena dosis de café, siempre y cuando no afecte a la salud. Para hacerse una idea el promedio del consumo en España es de 3,6 tazas de café al día entre semana y 2,7 tazas de café al día los fines de semana.

La oficina también puede ser ‘flexible’


El trabajo es lo que las personas hacen, no el lugar donde lo hacen. Por ello, hoy día las oficinas están creadas bajo la premisa de la funcionalidad. Se desarrollan espacios en donde lo primero es el trabajador, que es quien decide cuál es el lugar adecuado para desempeñar su labor.

Como hemos comentado en otras publicaciones, las jornadas laborales cada vez son más flexibles. Muchos empleados desarrollan su trabajo en distintos lugares, sin pasar tanto tiempo en un lugar en concreto. Partiendo de esta base, las oficinas se deben adaptar a ello, es decir, deben ser igual de flexibles que el trabajo del empleado. Al trabajar a distancia, la tendencia es la de reducir la ocupación real de los trabajadores en la oficina.

Por este motivo, cada vez son más las empresas que apuestan por este tipo de oficinas, y más las que no sólo suman en productividad sino que reducen costes al aprovechar mejor el espacio y la energía. Todo esto supone un cambio tanto físico como aquel que afecta directamente sobre la cultura de la propia compañía.

Así pues, ya no es un espacio jerarquizado donde el jefe ‘supremo’ dispone del despacho más grande. Ahora cada rincón físico de la compañía está ambientado para que los empleados cumplan con los objetivos empresariales de forma más adecuada para ellos. No existe la estandarización.

Además, la oficina se convierte en una herramienta de comunicación. Se trata de un punto de reunión. Pasa a ser un espacio corporativo adaptado a las nuevas formas de trabajo, condicionadas por la tecnología, la movilidad del empleado y los distintos equipos de trabajo que existen en la actualidad. Salas multifuncionales con múltiples recursos, como espacios de reuniones únicos y diferentes entre sí tanto para grandes grupos como para grupos de dos o tres personas, zonas de formación, salas de proyección, zonas donde se convoque a una mayor concentración o espacios para hacer un ‘break’ y charlar con los compañeros. Asimismo, se cuida también la parte de la oficina dedicada al encuentro con el cliente.

La denominada ‘oficina flexible’ propicia a la compañía en el ahorro de costos relacionados con el alquiler, mantenimiento, servicios de limpieza y consumo energético. A lo que se suma el incremento de la productividad del empleado y los beneficios ambientales.

La productividad del capital humano de la empresa viene acompañada por la estimulación de la creatividad. Los ambientes están al servicio de ello, diseñados para alcanzar un alto grado de satisfacción y retención de talento.

El avance tecnológico participan en este ahorro de espacio de la compañía. Ya no hace falta un archivo físico en donde custodiar los documentos. Además, gracias a los llamados Thin Client, ya no hace falta instalar en cada puesto un PC completo. Se trata de un módulo sin disco rígido que se conecta al servidor de la empresa a través de la red. Las ventajas principales de estas herramientas es el bajo consumo de energía eléctrica, bajo nivel de mantenimiento y centralización de la información.

Esto viene muy parejo con el aspecto ecológico de las oficinas de hoy día. El espacio se crea desde el respeto por el medio ambiente, ya que no es necesario usar lugares amplios. Los arquitectos especializados en entornos laborales, buscan también el uso de luz natural y elementos que convoquen ambientes frescos, ligeros y poco cargados.

Bajo estas características, existen muchas oficinas que aún nos pueden resultar un tanto singulares. Las de Selgas Cano fueron diseñadas por Iwan Baan y están situadas en un bosque cerca de Madrid. Otros ejemplos son la de Red Bull en Londres, Google en Zurich o la de AOL Head Quaters en California.

Garabatos, dibujos o la cama: los mejores amigos del desbloqueo mental


A todos nos ha pasado alguna vez que cuanto más necesitamos concentrarnos para pensar en alguna solución a algún problema, o cavilar sobre las ventajas o desventajas de tomar esta o la otra decisión nuestro cerebro nos ha fallado. O bien estaba perezoso o simplemente bloqueado. Pasarse horas frente al ordenador, no es una solución muy acertada, así que ¿cómo ayudarle?

El bloqueo mental es algo natural en cualquier ser humano. La neurociencia nos habla de que la rutina o la monotonía no son buenas compañeras de nuestras neuronas. Cuando se nos presentan nuevos restos por resolver cuyas respuestas no son las mismas que aplicamos en el día a día, ejercitamos nuestra para que realice un esfuerzo extra. Pero si habitualmente trabajamos con paradigmas desconocidos, poco a poco iremos adquiriendo más destreza en darle solución a todo lo que no nos es familiar.

Pero, ¿cómo llegamos a una solución que nunca antes habíamos probado? Aquí aparece la innovación y creatividad, armas tan valiosas como útiles. Según varios expertos, está comprobado que una de las técnicas más empleadas y recomendadas para desbloquear nuestra mente es garabatear o dibujar. En concreto, Sunni Brown,coautora de Gamestorming – un libro de juegos para mentes inquietas que desean romper las reglas, innovar y promover un cambio -, es conocida por sus grandes visualizaciones de contenido en vivo. En su proyecto defiende que coger un lápiz y un papel y ponerse a dibujar alimenta nuestro cerebro y lo impregna de nuevas ideas, muy recurrentes en la resolución de problemas espinosos. Haz la prueba y verás como detrás de ese dibujo imperfecto, esas rayas que no significan nada se esconden cientos de nuevos pensamientos que comienzan a ser liberados. Eso sí, no utilices las herramientas tecnológicas para dibujar. No sirve. Este ejercicio es importante que se practique delante de un folio de papel de los de toda la vida, con un bolígrafo o lápiz de los de siempre. Así lo desea expresamente nuestra mente.

A parte de líneas sin sentidos, círculos interminables o cubos tridimensionales, si crees que tu idea tiene ya un pequeño hilo del que tirar, ¡dibújalo! Materializar aunque sea un esquema o mapa mental un tanto impreciso te ayudará a que este vaya tomando una forma más detallada. El cerebro funciona mejor cuando visualizamos nuestras ideas, ayudándonos a que éstas maduren y se desarrollen con mayor consistencia. Por lo que comienza por intentar darle forma en el papel a eso que asoma pero que tu bloqueo mental no te deja ver. Además, con este ejercicio, te enfocarás en el objetivo que quieres perseguir. Adiós a la dispersión y a la procrastinación por falta de inspiración. Ya no resultará raro que en las reuniones te vean dibujando, o al menos tienes excusa.

Otro de los recursos que suelen funcionar siempre es dejar de pensar. No analices tanto. La creatividad es un proceso que desafía la lógica y la racionalidad. Es mejor darle un descanso para que por sí sola sea convocada. Debe fluir por lo que no la presiones, que será peor. Por ello, el descanso durante un pequeño momento debe ser requisito indispensable a la hora de tomar una decisión importante. En ese tiempo, muévete. Desplázate a un sitio diferente. Da la vuelta a tu edificio, echa un vistazo a ese escaparate que tienes enfrente de la oficina u ojea alguna revista que nada tenga que ver con tu trabajo.

En proporción, lo ideal es trabajar durante 45 minutos efectivos y tener 15 minutos de descanso, sin embargo, si no puedes hacerlo, puedes tener una hora de trabajo continuo y ocupar cinco minutos para hacer algo distinto. A veces se nos olvida que en ocasiones no tener nada en qué pensar es importante para sentirnos bien.

A la vuelta a tu escritorio, garabatea o prueba con un brainstorming. Escribe todas esas palabras que te vengan a la cabeza en un folio en blanco sin análisis ni juicios. Además, algunos expertos recomiendan estar bien hidratados y, curiosamente, tener a mano una buena fuente de glucosa.

Homenaje a lo sencillo. Hay que pensar simple para buscar soluciones, cuando pensamos en complicado, se complica la solución. Teoría importantísima que todo directivo debe guardar en su carpeta ‘Los consejos más valiosos’ de su cerebro.

Si durante el día nada de esto te ha funcionado, déjalo. Olvídate de ello por completo y descansa, hasta que llegue la noche… Déjate siempre una libreta a mano al lado de tu mesilla de noche. Las camas de los mejores creativos disponen de un bolsillo donde guardar un cuaderno y un bolígrafo. Los expertos aseguran que toda la actividad mental florece cuando cae la noche. Durante ese momento en el que estás pegando a la almohada, pueden fluir las soluciones mas creativas y eficaces de las decisiones o proyectos que presentarás en la reunión de la mañana.

El arte de emprender: «La innovación es decir no»


El fin último es sobrevivir. Por ello, hoy más que nunca millones de personas se han visto casi en la obligación de emprender por sí mismos un nuevo camino. Pero, ¿por qué lo hacemos?

El ser humano lleva en su ADN la palabra emprender, crear y materializar ideas – unos más que otros. Desde los tiempos más remotos, las personas nos vemos en la necesidad de dar pasos hacia delante. A veces zancadas y otras no tanto, pero eso no importa. Lo que es clave es la dirección en la que se vaya.

Basado en la lógica tan aplastante como que la vida algún día llega a su fin, la pregunta es: ¿qué vamos a perder más valioso que la vida misma? Esa es la actitud que identifica a un emprendedor seguro y con confianza. Siempre y cuando se valoren todas las variables para tener una percepción clara y realista, lo importante es seguir a tu corazón. Todos tenemos una misión en la vida, pero sólo aquellos que saben explotar su talento, teniendo claro su propósito, son los que pueden acercarse al éxito y sobrevivir en esta era del conocimiento tan competitivo. Por lo menos, la mitad de lo que separa a los emprendedores exitosos de los que no lo son es mera perseverancia.

A fin de cuentas, no hay una fórmula clara que marque el camino de la creatividad. En muchas ocasiones cuando se le pregunta al creador, en principio no sabe muy bien qué ha determinado el germen de su propuesta. Por ello, la única explicación válida podrían estar en las numerosas conexiones que se producen para hacer factible esa necesidad que nos viene innata. No basta con adivinar qué es, sino cómo hacer.

La idea la tienes. Bien. Pero sin un buen plan de negocio es muy probable que tu semilla se quede reducida a cenizas. La planificación de recursos es indispensable para marcarse pequeños objetivos estratégicos con los que partir. El detalle es otra de las herramientas que van siempre acompañando al buen emprendedor. Junto a él, un networking efectivo dará a tu negocio la amplitud que necesita. Es fundamental mantener constantemente las redes de contacto para encontrar capital, conseguir clientes y dar visibilidad.

Según la 16ª edición del Informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM), relativo a 2014, los niveles de percepción de que existen oportunidades para emprender son muy bajos en las economías europeas menos innovadoras (19,9% Grecia; 18,4% Croacia; 17,2% Eslovenia; 22,9% Portugal). Entre ellas, España consiguió aumentar un 6% la percepción de oportunidades (de 16% a 22,6%) y ha mantenido el valor de percepción de capacidades en un 48%, porcentaje por encima de la media.

Sin embargo, no es todo de color de rosa. Muchas veces, no siempre es cómo nos lo venden. Cuando alguien decide emprender un nuevo negocio por su propia cuenta, pasa de ser explotado a explotarse a sí mismo. Por ello, es fundamental marcarse el objetivo de rentabilizar las acciones para terminar liberalizándose de muchas de ellas. Y es que «la innovación es decir no a miles de cosas», tal y como dijo en su día uno de los grandes ejemplos de emprendedores de la historia, Steve Jobs.

El mismo que una vez reconoció: «La frase ‘Si vives cada día como si fuera el último, algún día sucederá’, hizo una gran impresión en mí y desde entonces, me he mirado en el espejo cada mañana y me pregunto: ‘Si hoy fuera mi último día, ¿me gustaría estar haciendo lo que estoy a punto de hacer?’». Una buena pregunta con la que comenzar el día de hoy.