“Subimos más de 2.000 prendas diarias a la red”


Percentil ha conseguido en España lo que todas las madres soñaban: ropa de calidad para sus hijos a muy buen precio. ¿Cómo? Poniendo a la venta ropa prácticamente nueva e incluso sin estrenar que se puede comprar con un solo click.

Percentil cumple ahora dos años, y sus fundadores no pueden estar más contentos. Lourdes y Daniel comenzaron su andadura en el mundo de la moda infantil tras ser padres de gemelas: al ver la poca oferta que había en el mercado, crearon la única tienda en España de ropa y productos específicos para gemelos y mellizos.  Al crecer sus hijas, crecieron también sus ideas y nació Percentil, un sitio donde poder comprar ropa “casi nueva” de marcas reconocidas por su diseño y calidad, pero a precios un 85% más baratos de los que encuentras en una tienda. Además, el negocio funciona en dos direcciones: no sólo puedes comprar la ropa sino también vender la que yo no le vale a tus hijos, ganar algo de dinero y aumentar la oferta en la web.

Hablamos con Luis Ongil, CEO de la marca, que al volver de Estados Unidos donde trabaja se animó a entrar en la compañía, convirtiéndose en el tercer socio.

Percentil ha crecido tan rápido en estos tres años que habéis empezado ya la internacionalización de la marca. ¿Cómo está funcionando?
En Francia llevamos desde abril y la verdad, todo está funcionando muy bien. El 30% de nuestras ventas
son para Francia, algo que se traduce en unos 20 o 25 pedidos diarios.  Tenemos a una persona trabajando allí, por el tema del reparto de bolsas y devoluciones, ya que sale más económico, pero la ropa sale directamente desde aquí. El próximo paso es empezar a trabajar en Alemania, que esperemos que esté ya todo listo antes de que termine el año.

¿Cuántas personas trabajáis actualmente en Percentil?
Ya somos treinta personas, y seguimos contratando gente. Poco a poco el equipo va creciendo, y ahora con la expansión de la marca necesitamos gente que pueda ayudarnos a seguir el negocio tanto en Francia, como Alemania, y que no se descuide lo más mínimo.

¿Qué es lo más difícil para una empresa de reciente creación como la vuestra a la hora de contratar?
La principal dificultad es obvia; no hay apenas dinero. Y eso es muy complicado a la hora de contratar gente,  puesto que casi nadie quiere rebajarse su salario para apostar por algo que acaba de empezar. Además, al comienzo, todo es un poco caos y hay que dedicarse a realizar mil tareas. El problema es que la gente que conforma el equipo es muy importante, es fundamental para que el proyecto triunfe.  En España no hay vocación de trabajar en startups y por eso, es muy difícil encontrar gente que quiera arriesgar.  Al final los que se animan es porque les interesa mucho el proyecto y porque la oportunidad de aprender es enorme. Los perfiles que más cuesta contratar son los tecnológicos, ya que sólo se mueven por dinero. Los buenos programadores están muy bien considerados y  tienen sueldos muy altos.

Imagino que el tema de la financiación también habrá sido complicado.
Sí, eso es cierto, hay muy poca ayuda. Montar un negocio online cuesta muy poco, puedes montar una web en un día y es un mercado que tiene una barrera de entrada casi nula, pero se necesita dinero para poner en marcha un negocio y en España se lleva muy poco el riesgo.  Es difícil conseguir ayudas y los negocios al principio son muy muy frágiles. Nosotros poco a poco hemos conseguido varias inyecciones de dinero que son las que realmente nos han ayudado a que todo siga adelante.

Entonces, ¿emprender es difícil?
No, yo creo que no. Yo creo que si eres creativo y tienes ganas emprender es muy fácil, pero lo que son los procesos de poner en marcha la empresa y empezar a trabajar son complicados. Cuesta esfuerzo, y tiempo, y hay que estar muy volcado en el proyecto. Viví en Estados Unidos varios años, trabajé en San Francisco y conocí el mundo de las startups de primera mano, y te digo que los procesos a la hora de crear una empresa son muy similares a los de aquí. Sí que es cierto que aquí el papeleo es mucho menos ágil, que no puedes empezar con tu negocio hasta que tienes todos los papeles, cosa que en otros sitios no pasa y puede desesperar un poco. También creo que nos gusta mucho quejarnos de lo difícil que son las cosas antes de ni siquiera llegar a intentarlas.

Es muy probable que el miedo a no conseguirlo influye mucho a la hora de tomar decisiones. La cultura del fracaso en España está muy mal vista.
Es verdad. Volviendo a compararlo con EEUU, las políticas son totalmente opuestas. Norteamérica es la tierra de las segundas y terceras y quintas oportunidades, nada les gusta más que el “comeback” o regreso. De hecho, allí, una persona que haya puesto en marcha una o varias empresas y hayan fracasado está hasta bien visto, porque tendrá una experiencia enorme a la hora de llevar un negocio y sabrá perfectamente lo que no hay que hacer. En cambio, aquí, si montas una empresa y fracasas, ya tienes una cruz para siempre.

Volviendo a Percentil, ¿cómo vendéis y clasificáis la ropa?
La compra de la ropa se hace online. Al entrar en nuestra web, www.percentil.com, se te presentan dos opciones. Una, la de comprar ropa a través de nuestro catálogo que nosotros mismos te enviaremos a casa, o la otra opción, que es la de vendernos tu ropa para que luego nosotros la pongamos en venta en la web y así, además de ayudar a que otros niños puedan usar esa ropa, el cliente puede embolsarse algo de dinero. Simplemente hay que registrarse en la web, nosotros enviaremos al cliente por correo una bolsa para que meta la ropa que ya no va a utilizar, y luego cuando ese paso ya está finalizado, el cliente nos avisa y nosotros vamos a recoger esa ropa. Una vez en nuestras oficinas, esa ropa es clasificada, y se pone a la venta en la web. Aceptamos tanto ropa de niños como de mujer.

¿Cuáles son los criterios que usáis para aceptar y clasificar la ropa?
Somos muy estrictos con eso, porque nuestro objetivo es que la ropa que los clientes vayan a comprar sea casi nueva o incluso a estrenar. No pueden estar ni rotas, ni desgastadas por el uso, ni desteñidas, ni, esto es muy importante, sin etiqueta de marca ni el tallaje.Una vez hemos decidido que esa ropa es apta para la venta, se procesa con nuestro sistema de clasificación, se le asigna el precio dependiendo de unos parámetros como son la marca o el tipo de prenda, se fotografía y se sube a la web.  Luego, dependiendo del precio final al que se vende la ropa, el cliente que nos la ha enviado recibe un porcentaje.

¿Cuántas prendas subís a la web al día?
Depende de épocas, claro, pero ahora estamos subiendo en torno a 1.000 prendas nuevas diarias a la web, mientras que otras épocas de más trabajo han sido más de 2.000. El verano siempre es una época en la que el volumen de trabajo varía dependiendo de las vacaciones y cuánta gente estemos en las oficinas.

Supongo que a pesar de las indicaciones que tenéis en la web sobre las prendas que aceptáis, muchas no servirán. ¿Qué hacéis con ellas?
Lo primero que hacemos es ponernos en contacto con la persona que nos la ha enviado y darle la oportunidad de recuperarlas. En el caso de que no las quiera, las donamos a una de las cinco ONG con las que trabajamos habitualmente.

¿Cuál es el próximo paso qué vais a dar en Percentil?
Queremos empezar a vender zapatos y bolsos de mujer,  y esperamos que esa parte en octubre o en noviembre ya esté lista.

Habéis ganado el Ecommerce Awards 2014 a la mejor webshop bebé e infantil y el año pasado fuisteis segundos en The South Summit. ¿Soléis acudir a muchos eventos?Sí, estamos muy contentos con el premio, y el año pasado quedamos a muy pocos puntos de ganar el primer premio, que al final fue para Job and Talent. La verdad es que no solemos ir a eventos ni inscribirnos en concursos porque, la verdad, es que no tenemos tiempo.  Intentamos hacerlos en algunos que no nos lleve mucho tiempo la inscripción, porque no podemos dejar de lado el trabajo ni un segundo. Los premios la verdad es que son muy buenos porque, reconocen tu trabajo y es una recompensa al trabajo bien hecho, y, por otro lado, te ayudan a conseguir financiación, algo básico en empresas de este tamaño.

 

 


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