¿Qué tal si ponemos a prueba el teletrabajo?


Lo normal y lo que suele recomendar para atraer y mantener el talento en las empresas, es proporcionar una flexibilidad laboral que le permita al empleado a conciliar de la mejor forma posible trabajo y familia. Por ello, cada día son muchas la compañías que estudian y diseñan fórmulas interesantes tanto para la propia empresa como para el conjunto de colaboradores. Así pues, no cabe duda que esta tendencia es cada vez más apreciada y buscada por los departamentos de recursos humanos. Por eso, sorprende leer artículos que explican las razones por las que algunas empresas prefieren mantener a sus equipos de trabajo en la oficina. Y sorprende más si cabe, asentir con la cabeza una vez leída cada una de sus explicaciones. Y es que sus motivos se alejan de atrbuirles la idea de empresas arcaicas con culturas rígidas y encorsetadas, sino más bien todo lo contrario. Las razones son abiertas, frescas e invitan a reflexionar.

Un ejemplo de ello es el de Dave McMullen, de la agencia de publicidad redpepper. Este emprendedor estadounidense es de los que se cuestiona lo establecido, por eso considera que no hace falta mandar a los colaboradores a casa para que sean más felices y por tanto productivos. McMullen se centra en crear una cultura donde la creatividad, innovación y las expectativas de sus empleados se concentren en un lugar: la oficina. Crear ambientes estudiados al detalle para que los equipos se sientan libres y casi mejor que en sus propias casas, es una de sus prioridades. Y más cuando se trata de un sector donde la creatividad debe fluir por todos los rincones del centro de trabajo.

Un punto de vista que nos viene a reflexionar sobre si es o no tan productivo implantar el teletrabajo en nuestras corporaciones. Vivimos en un mundo donde las empresas del futuro serán las que en lugar de competir cooperarán. Este es el pensamiento de muchas organizaciones que ya llevan tiempo trabajando a través de colaboraciones muy beneficiosas para sus arcas. Lo que derivará en la nacimiento de nuevas relaciones laborales interesantes para unos departamentos de recursos humanos mucho más complejos. Los empleados deberán intensificar su labor en equipo y esto no se consigue si cada uno lo hace desde sus hogares.

El ciertos casos, el aislamiento suele ser uno de los peligros más grandes del teletrabajo. McMullen lo sabe bien. Es básico que el espacio de trabajo proporcione todo las herramientas, estímulos, accesorios y comodidades necesarias para que el empleado sienta que sólo irá a casa a descansar y desconectar con la familia. ¿Realmente lo que quieres es trabajar en una cafetería con magníficos sillones, luz ambiental y relajada música? Pues eso es exactamente lo que empresas con este mismo concepto incorporan en sus oficinas. ¿La inspiración la encuentras en salas de relajación, con juegos de mesa e interacciones divertidas? También cada vez más se están incorporando en las empresas salas con futbolines o mesas de ping-pong. Y es que para muchos que comparten el pensamiento de McMullen, la creatividad llama a la creatividad. Dónde se generan nuevas ideas será más fácil que surjan otras igual de atractivas o incluso mejores. El diálogo y las discusiones proactivas entre los empleados suele ser uno de los mayores gérmenes donde nacen ideas espontáneas que más tarde se pulirán también en consenso.

Además, en beneficio de la productividad y para potenciar una mayor y mejor innovación, la gestión de los líderes es vital. Si siempre están en reuniones, la labor que ejerce con y para su equipo no estará tan cuidada y atendida. Una de las soluciones está en fijar un día a la semana dedicado única y exclusivamente a reuniones. De este modo, la parte creativa de nuestra mente se dará un respiro, que tampoco le viene nada mal de vez en cuando.

Un estudio realizado por la consultora tecnológica Altran, confirmó que los perfiles más jóvenes prefieren socializarse y trabajar desde la oficina. Puede ser cierto que su situación familiar condiciona a desechar el teletrabajo, pero también es verdad que la sensación de aislamiento y la necesidad de ampliar su red de contactos determina su decisión, independientemente de su condición familiar.

También, algunos recientes artículos cuestionaban el beneficio de la flexibilidad de la jornada laboral. Al trabajar desde casa también podemos pensar que trabajamos más y no seremos tan productivos como creemos. Así lo pone de manifiesto Karyn Twaronite, experta en diversidad global y autora de un informe de EY. Que no estemos físicamente en la oficia no significa que trabajemos menos y seamos más productivos. Si nuestras oficinas están conformadas por espacios que invitan a quedarse y trabajar libremente en ellos, el empleado no sentirá que tiene que escapar de ellas en cuanto suene la campana. Al contrario, querrá estar ahí para hacer lo que le gusta. Y hacerlo con pasión.

Todo depende, evidentemente, del tipo de negocio, sector y trabajo de los colaboradores. Pero siempre, lo que nunca cambia es que también todo gira a proteger la cultura empresarial y a entenderla como la raíz de la felicidad de los clientes. Buena cultura, deriva en un clima laboral saludable, lo que propicia la satisfacción final de los clientes. El lema es ‘cuida a tus empleados, porque ellos cuidarán de tu empresa’.


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