Hay que conseguir que el resto de gente se pregunte ¿Y qué va a ganar alguien conmigo?

Andrés Pérez Ortega hasido durante 15 años responsable de Compras, Logística y Desarrollo de producto en REPSOL, Quaker Oats, Carrefour, Lucent Technologies o el Grupo ONCE. Es pionero en Estrategia y Branding Personal en España y Latinoamérica y desde 2004 asesoro a empresas y profesionales e imparto conferencias, cursos, seminarios y consultoría.
En épocas de crisis o en trabajos en los que es difícil desarrollar la estrategia personal. ¿Cómo se puede aumentar el valor de los profesionales?
Puede ser más complicado pero necesario. La creación y gestión de una marca personal o profesional siguen procesos paralelos: lo primero es tener claro el objetivo. No es fácil, por eso hay que preguntarse dónde se quiere estar dentro de X años. Si no te sabes posicionar en el mercado te puede pasar como a Nokia, o a Kodak. El segundo paso es saber qué es lo que vendes: hay que pretender que no te encasillen, sino que en vez de ponerte una etiqueta se descubra lo singular. Para mí, el cv ya no sirve para nada, hay que demostrar qué es lo que te hace valioso. Hay que conseguir que el resto de gente se pregunte ¿Y qué va a ganar alguien conmigo? ¿Qué les voy a aportar?. En último lugar, dejar muy claro que no hay que venderse: hay que vender lo que uno hace. ¿Cómo se consigue la confianza? A través de una buena oratoria, una demostración de tu trabajo y hacer visible lo que haces, donde ya te tienes que valer de conferencias, o comunicación online para ayudar a difundir tu trabajo.
¿Cree que las empresas son conscientes de la importancia del Posicionamiento Personal y Profesional o es algo que está más instalado en los entornos de trabajo más jóvenes?
No tiene nada que ver. En realidad una marca es una huella, y hay que dejar huella en las personas. No es cuestión de edad, ni de sexo, es cuestión de posicionarse para llamar la atención. Todos somos profesionales, todos vendemos servicios y hay que olvidarse de las etiquetas. Es cuestión de saber a cuánta gente vendes tu producto o cómo lo vas a vender.
En un principio su carrera profesional aparentaba no estar orientada al desarrollo de la Marca Personal. ¿Qué le llevó a dar el salto?
Aunque siempre se puede relacionar la Marca Personal, lo cierto es que tuve una razón más personal. Cuando me despidieron de mi primer trabajo, en Repsol, el mercado estaba en plena ebullición en los 90 y todo estaba cambiando mucho. Cuando me despidieron de mi último trabajo llegué a la conclusión de que se debería de considerar a los trabajadores, a todos, gente no sustituible, gente auténtica. Los departamentos de Recursos Humanos buscan proveedores buenos, baratos y sustituibles: hay que dejar de ser marca blanca. Mi historia me dijo que podía cambiar esto, que podía cambiar el trabajo de las personas, y en eso estamos.
En el trabajo que realiza de asesoramiento a empresas, ¿qué es lo que más cuesta que entiendan acerca del Branding Personal?
Realmente es una tarea muy complicada, porque los departamentos de RRHH no ven con buenos ojos ésta práctica. En los últimos años, con tanta externalización, muchos departamentos de RRHH están en periodo de declive, son ejecutores de la dirección y ya no desarrollan a las personas. RRHH no hacen más que poner puertas al campo. Tienen la oportunidad de convertirse en gestores de marcas profesionales, pero tienen mucho miedo y no se atreven. Ponen muchas pegas y lamentablemente tiene muy poca solución. En vez de convertirse en herramientas de desarrollo, las están minando.
De todas tus facetas: escritor, ponente, asesor, ¿con cuál se queda? ¿Hay alguna disciplina con que aún no se haya atrevido?
Todo se compagina, yo no soy escritor, de hecho no me gusta nada escribir (ríe). De momento he hecho vídeos, post, conferencias, uso twitter… pero seguro que antes o después se me ocurre alguna otra forma de comunicar. Creo que todo es una combinación de varias herramienta de marketing personal, como son el networking, el hablar en público y tener un buen blog. El blog es algo importantísimo.
¿Hasta qué punto las redes sociales han ayudado a difundir su trabajo?
Yo soy muy crítico con el mundo 2.0 pero Internet nos ha hecho la vida muy fácil, con la interacción, poder comunicarse en cualquier lugar en cualquier momento. Si pudiera escoger las tres herramientas que me llevaría a una isla desierta serían el blog, Twitter y Linkedin. Pero el blog el primero, ¿eh? Menos mal que todos los que auguraron que era una herramienta que iba a morir se equivocaron.