El punto es el nuevo yoga
Dejaron una gran multinacional para vender lana, y triunfaron. We Are Knitters ha afilado las agujas de tejer y han conseguido que tanto adolescentes como yuppies se líen las lanas a la cabeza y se pongan a tejer. Una vuelta a lo básicos, al trabajo artesanal de toda la vida, explicado con vídeos, un blog interactivo y muchísima presencia en redes sociales. Quedamos con Pepita Marín y Alberto Bravo, fundadores de We Are Knitters.
Trabajabais en una auditoría y en un viaje a Nueva York visteis tejer a una chica. Un punto de inflexión, nunca mejor dicho, ya que a partir de ahí cambiasteis radicalmente de vida al crear We are Knitters. Han pasado tres años desde esa decisión. ¿Cuánto os ha costado llegar hasta aquí?
Mucho, ha sido muy sacrificado pero también muy satisfactorio. Es un proceso largo, hay dudas, cosas que no salen bien al principio, pero al final lo hemos conseguido. Como se dice popularmente, que nos quiten lo bailao.
¿Y no se sorprendieron en vuestro entorno?
Muchísimo, dejamos un trabajo muy bien considerado en el peor momento posible, estaba la crisis en pleno estallido. Lo hicimos todo nosotros, volvimos a casa de nuestros padres, estuvimos trabajando sin sueldo cerca de un año y medio y al principio nos compraba poca gente, hasta que llegó el programa de televisión.
El programa de Cuatro, La incubadora, fue un boom para vosotros. Muchos de vuestros seguidores actuales os conocieron a través de vuestro paso por televisión. ¿Qué tal fue la experiencia?
Fue muy positiva, sirvió mucho para darnos a conocer aunque eso de verte en la tele es muy raro. Cuando se emitió el programa (febrero de 2014) ya teníamos la financiación y contactos y en ese aspecto no experimentamos ningún cambio, pero empezamos a tener muchas ventas de gente que se animó a tejer a raíz de ver el programa.
Hablando de los inversores, ¿cómo se gestiona la relación con ellos? Imaigno que no siempre será fácil llegar a un acuerdo, ya que ellos también toman decisiones que afectan a la compañía: contratos, ampliaciones, modelo de negocio…
Nosotros nos reunimos una vez al mes, y la verdad es que, aunque exigen de forma positiva, no se involucran en la gestión y nos ayudan en todo lo que pueden. Te orientan, te aconsejan… la verdad es que son muy necesarios.
Teníais once empleados cuando se grabó el programa y ahora sois dieciséis. Os váis diversificando, necesitáis nuevos perfiles, ¿con qué problemas se encuentra una empresa nueva a la hora de contratar?
La verdad es que nosotros estamos en nuestro mundo, centrados en cosas completamente distintas. No tenemos tiempo ni acceso a perfiles, y muchas veces no sabes ni por dónde empezar. Es muy necesario que, una vez empieces a crecer, contrates los servicios de una empresa de recursos humanos y externalices esa tarea.
¿Cómo veis el sector ecommerce en Madrid?
Es un sector que está avanzando mucho y hay que reconocer que Inditex ha abierto mucho camino. La gente poco a poco está perdiendo la desconfianza y se anima a comprar online, sobre todo el público joven. En España existe el contrareembolso, algo que en Europa no se usa jamás, y gracias a eso hay gente que se ha adentrado a comprar online, porque siempre ha habido miedo; que si no es seguro, que si no metas tus datos en Internet y muchas más cosas que se han dicho durante años. Ahora casi todas las tiendas tienen activada la venta online y la gran mayoría de los negocios que comienzan ni se plantean establecerse en un lugar físico.
We are Knitters se caracteriza por tener una imagen de marca muy potente, habéis creado una comunidad muy grande y las redes sociales son vuestras armas más eficaces para llegar al públio. Os habéis metido dentro de escaparates de tiendas conocidísimas, como Hoss, a tejer. Y cada día subís trucos y nuevos consejos al blog. ¿Qué es lo siguiente?
Queremos que la comunidad We Are Knitters crezca mucho, y que los knitters, que así llamamos a nuestros seguidores, puedan tener su propio perfil en la comunidad, que funcione parecido a una red social donde cada uno de ellos muestre sus tejidos, sus creaciones, anime a crear a los demás, y, en definitiva, anime a la venta. Nuestra idea es que todo esto esté disponible dentro de un año. Y en cuanto al propio negocio, poner a la venta nuevas lanas, que nos las hacen Perú especialmente para nosotros y son 100% lana e incluir petit point. Eso, de momento, que ya es bastante.
¿Qué tal la relación con blogueras e it girls? Vuestra marca es muy popular y suele tener comentario de gente que sigue muy de cerca las tendencias. Por ejemplo, Sara Carbonero reconoció en su blog que le encantaba la marca. ¿Hay algún tipo de relación laboral?
No tenemos ningún tipo de relación laboral, pero nos gusta enviarles alguna nvoedad o tener detalles con ellas. Por ejemplo, si alguna acaba de ser madre solemos enviarle algo para el recién nacido. Es la forma que tenemos de darles las gracias.
Últimamente, se está viendo como a la par que las tecnologías van evolucionando, hay también un intento de retomar costumbres que se han ido perdiendo: restaurantes que recuperan la comida tradicional, una vuelta a lo ecológico, los muebles artesanales, transformar la ropa heredada y, en vuestro caso, tejer. ¿Estamos cansados de la vanguardia o es que no es para todos los públicos?¿Qué opináis de esta vuelta a los clásicos?
Satura tanto móvil, tanta pantalla, esa necesidad de estar tan conectados, el no querer despegarnos del móvil. Cada vez se está extendiendo más esa búsqueda de desconexión, de tranquilidad, de volver a hacer algo con nuestras manos. Quizá por eso el punto funciona tan bien, porque tejer te relaja, te concentra en una tarea completamente manual y luego queda el producto final, la satisfacción y el orgullo de que ese jersey que tanto te gusta lo has hecho tú.
Do it yourself, el punto es el nuevo yoga, relaja y engancha a la vez, cualquiera puede aprender… y a vosotros, ¿quién os enseñó a tejer?
Youtube (risas).